La deuda que se arrastra con los bomberos voluntarios

“El bombero no deja de ser una persona. Hay hijos, hay trabajos, hay problemas, hay una vida. Pero por supuesto que hay una vocación muy grande porque no cualquiera hace lo que hacemos y gratis”, resume en pocas palabras Gladys Torres, actual jefa del cuartel central de Bomberos Voluntarios, y bombera hace 24 años.

La vocación es parte fundamental de este trabajo. Pasión por lo que hacen, necesidad intrínseca de ayudar a otros sin recibir nada a cambio, arriesgando su vida, su salud, su persona. Todo esto además, sin tener ningún tipo de respaldo, ni seguro ni ART, que los cubra en caso de sufrir alguna incidencia.

Cada bombero o bombera tiene su trabajo personal, con el que viven, ya que por su trabajo voluntario no reciben ingresos económicos. “Sí tenemos algunas ventajas, como descuentos y quienes son propietarios de susu casas no abonan servicios municipales, pero nada más”, informó Torres.

Una ley los ampara para poder ejercer el trabajo voluntario a pesar de tener empleo formal y poder así, salir en horarios laborales si hay una emergencia que lo requiera, pero “no abusamos de eso. Siempre remarcamos a los bomberos que recién arrancan, que solo deben salir cuando se trata de algo muy grave que implique el despliegue de todos, sino, tratamos de cubrirnos con las guardias”, contó la mujer.

Pero, ¿qué pasa cuando los bomberos tienen un accidente mientras intentan apagar un incendio? No hay respaldo para ellos. No cuentan con ART ni con un seguro que los cubra.

El reclamo por la Aseguradora por Riesgos de Trabajo tuvo muchos capítulos en el país. En el medio, hubo reclamos, movilizaciones, miles de vehículos en la ciudad llevaban carteles pidiendo por ART para Bomberos Voluntarios, pero nada de esto sirvió.

La impulsora del proyecto fue la ex senadora rionegrina Magdalena Odarda, y si bien la iniciativa nació en la ciudad, se esperaba beneficiar a todos los bomberos del país. En noviembre de 2018, tras largos años de idas y venidas, el proyecto perdió estado parlamentario. Otra vez, los bomberos voluntarios quedaron en la nada.

Actualmente, Torres mencionó que trabajan en un proyecto de estadísticas para conocer la cantidad de accidentes que sufren los bomberos mientras desempeñan su trabajo, pero todavía no hay datos concretos.

De todas maneras, y tristemente, hay en el haber accidentes muy graves que dejaron con secuelas permanentes a bomberos. Un de ellos ocurrió en marzo de 2004, cuando el bombero Damián Lucero acudió a un incendio en un supermercado ubicado sobre avenida Pioneros al 100.

Lucero ingresó con el equipo de seguridad y la máscara. El denso humo negro no lo acobardó. Realizó su trabajo pero un fuerte dolor de cabeza lo llevó al Sanatorio San Carlos. Cuando despertó, estaba cuadripléjico. Al parecer, el equipo de seguridad no estaba en condiciones y aunque no lo notó, la falta de oxígeno lo afectó de manera permanente. En ese momento tenía 29 años.

La historia de Lucero es una de las más graves de la ciudad y también fue uno de quienes pidió por una ART que favorezca a los bomberos. Lamentablemente, no fue la única.

El 31 de octubre de 2015 hubo un incendio en las 144 Viviendas que tuvo un desenlace desafortunado. Oscar Sánchez acudió al llamado junto a otros bomberos, pero tuvo un incidente que puso en riesgo su vida.

Dentro del departamento que se incendiaba, se desmayó y sufrió un ACV. La inhalación de monóxido de carbono le generó lesiones cerebrales que luego desencadenaron en una parálisis en la mitad de su cuerpo.

Hoy, Sánchez continúa peleando por rehabilitarse. Nunca pudo volver a trabajar y no hubo ningún seguro ni ART que lo respaldara. Recibe una magra pensión por discapacidad, “lo dejaron tirado al pobre gaucho”, dijo sin rodeos su primo con quien trabajaba en un taller mecánico.

Un nuevo proyecto genera esperanzas

“Tenemos por un lado a los bomberos con todo el compromiso con la sociedad y su trabajo, pero por otro lado, cuando tienen un accidente, se quedan sin ingresos él o ella y su grupo familiar”, explicó en diálogo con ANB el senador por Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck.

El ex gobernador y actual senador es autor de un proyecto para que los bomberos de todo el país tengan un seguro que los cubra en caso de accidentes y garantice de esta manera, un ingreso mientras se encuentran en recuperación, ya que muchas veces, pierden hasta su propio trabajo remunerado.

Se trata de la creación de un Régimen Especial mediante un Fondo de Cobertura de Riesgos de la Actividad realizada por Bomberos Voluntarios, que alcanzaría a 36 mil hombres y 7 mil mujeres, nucleados en más de mil asociaciones de todo el país.

En este sentido, Weretilneck indicó que “planteamos la creación de un fondo a nivel nacional coordinado por la Federación Nacional de Bomberos Voluntarios” y sobre la conformación de dicho fondo, señaló que “se conformará con un porcentaje de las pólizas de incendios de todo el país”.

El proyecto pretende entonces crear un fondo (FCR: Fondo de Cobertura de Riesgos) administrado por la Confederación de Bomberos Voluntarios, mediante el cual se abone una póliza de seguros obligatoria a compañías privadas de seguro, para que cada Bombero Voluntario este asegurado. Cada entidad contratará libremente en su zona, pero el seguro tendrá como características y requisitos básicos y universales para todos los asegurados amen de las particularidades superadoras que pueda ofrecer cada compañía.

El seguro deberá cubrir los tres tipos de contingencias que en forma similar cubre una Aseguradora de Riesgos del Trabajo. Esto es accidente (en el lugar de prestación de servicios o en el camino a prestarlos), enfermedad causal y fallecimiento.

Si bien, “el espíritu es el mismo que la ART, uno de los problemas con ese proyecto es que no se sabía de dónde iban a salir los fondos, porque que lo aporte la Federación, era sacarle fondos a una organización que de por sí, cuenta con pocos ingresos”, determinó.

Por esto, el senador se mostró entusiasmado con la posibilidad que en pocos días se cumplimente, “la semana pasada se sancionó un proyecto en Diputados que trata sobre beneficios a las asociaciones de Bomberos así que va a ser una buena oportunidad para sumarle esta iniciativa”, indicó.

Sobre este tema, Torres sostuvo que fueron informados del proyecto pero que “no queremos ilusionarnos, aunque sería un gran paso para todos nosotros”.

Cada 2 de junio, en el marco de los festejos por el Día Nacional del Bombero Voluntario, se solía realizar el juramento de los nuevos integrantes del cuerpo en un acto presencial, situación que se modificó, como tantas otras, debido a la pandemia.

“Este año, al mediodía, tocaremos las sirenas en todo el país para conmemorar el día”, contó Torres quien además remarcó que “somos personas como todos. A veces la gente nos trata de héroes o incluso, hay quienes nos reclaman por no hacer más, pero más allá de la constante preparación que tenemos, somos como cualquier vecino”. (ANB)