jueves 28 de marzo de 2024

Un viaje en bici por América Latina en amistad con la naturaleza

Marcela y Alan salieron en marzo de Brasil para cumplir un proyecto desafiante: recorrer en dos ruedas 17 países y enseñar a las comunidades sobre permacultura. En Bariloche, brindarán un taller de compostaje doméstico. La historia de estos aventureros.

viernes 11 de septiembre de 2015
Alan y Marcela, una pareja de cicloturistas subidos al Proyecto Ciclos.
Foto: Chiwi Giambirtone.
Foto: Chiwi Giambirtone.

Por Mariana Rolleri

“Con Marcela nos casamos un mes antes de salir, así que esta es nuestra Luna de Miel”, comenta Alan, riéndose. Ella tiene 32 años y es nutricionista. Él, de 28, es ingeniero ambiental. Ambos son de Brasil y están de visita en Bariloche. Hasta ahí podrían ser una pareja de turistas convencional que llegó a la ciudad para celebrar su unión matrimonial. Pero no.

Marcela y Alan son dos aventureros que partieron en bicicleta el 24 de marzo pasado desde la ciudad de Ourinhos, a 350 kilómetros de San Pablo, para concretar un proyecto que combina el disfrute de viajar con la intención de generar consciencia social acerca del cuidado y el aprovechamiento de los recursos naturales.

“Los últimos dos años trabajamos en un proyecto de permacultura en una finca ecológica en la provincia de Río de Janeiro. Yo trabajaba más en la parte de saneamiento ecológico: el tratamiento de desechos que transforma la basura, las heces y la orina en abono para sembrar y cultivar huertas orgánicas. Marcela se dedicó a la parte de alimentación saludable”, describió Alan.

La pareja se nutrió de esa experiencia y de allí brotó lo que denominan el Proyecto Ciclos. “La idea es viajar por 17 países de América Latina y, además de conocer personas, paisajes y culturas, también compartir un poco sobre permacultura”, resumieron su periplo en diálogo con ANB.

Los chicos partieron hace cinco meses de Brasil, pasaron por Paraguay, ingresaron a la Argentina por Misiones y recorrieron el Río Uruguay sobre la costa del país vecino. Desde Colonia del Sacramento cruzaron en barco a Buenos Aires, luego tomaron un tren a Bahía Blanca y llegaron en el ferrocarril Patagónico a Bariloche. Llevan recorridos 4.500 kilómetros, la mitad en bicicleta.

“Cuando estamos en la ruta con todo el equipo y la bici llena, mucha gente viene a charlar. A veces nos regalan dinero, comida y hospedaje. Es muy lindo porque hay solidaridad”, destaca, con mucha alegría, Alan al hablar de la generosidad de las personas que conocen en el camino.

Si bien la travesía fue planeada con un año y medio de anticipación y partieron con ahorros, se las rebuscan para acrecentar su presupuesto. Ya trocaron postales con fotos del viaje, cocinaron y vendieron barras de cereal y trabajaron en hoteles.

 

 

En Bariloche, intercambian desde hace dos semanas labores por el hospedaje y la comida en un hostel local, en el que ya se mueven como en su casa: andan en ojotas, hacen mate y tienen amigos viajeros como ellos. Tanto los acogió el lugar que brindarán en sus instalaciones un taller teórico – práctico sobre compostaje doméstico para enseñar a transformar los desechos orgánicos en abono.

“El beneficio principal del compost es que hoy todos los alimentos que se plantan y se comen no son tan buenos porque vienen de tierras que están pobres de nutrientes. Con el compostaje aprovechamos de la basura las cáscaras, legumbres y frutas, que vuelven a la tierra y proveen los nutrientes que las plantas necesitan para crecer más sanas y ser saludables para las personas. Se puede hacer en un departamento porque no es necesario tener un jardín en la casa”, describió Marcela.

La cita es este sábado 12 a las 16 en Salta 504. Las inscripciones se realizan a través del mail [email protected]. Además de la charla sobre el fertilizante orgánico habrá un recreo con comida y se entregarán certificados de participación. La entrada es a voluntad.

“En Brasil, el 50 por ciento de la basura que se produce es orgánica. Si fuera un hábito hacer compostaje en las casas podríamos reducir la basura a la mitad, lo que tendría un impacto ambiental muy positivo”, calculó el cicloturista.

De Bariloche, continuarán hasta El Calafate y después cruzarán hacia Chile para comenzar a subir. México es el destino final de la aventura, aunque saben que el camino se hace al andar, como bien escribiera el poeta Antonio Machado. “Planeamos un viaje de un año y medio hasta México, pero estamos abiertos porque no tenemos un trabajo o una casa a los que regresar. Esta Luna de Miel está muy bien”, asintieron, riendo una vez más.

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