En un contexto de reestructuración, renunció el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi

En un giro inesperado que resuena en los corredores de la conservación y la política argentina, Horacio Paradela, hasta ahora intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi (PNNH), anunció su renuncia efectiva a partir del próximo lunes 1 de abril. Este movimiento se produce en un momento de considerable tensión y reestructuración dentro de la Administración de Parques Nacionales (APN), influenciado directamente por los cambios políticos impulsados por la asunción del presidente Javier Milei.

Paradela, quien dedicó más de dos décadas de su vida profesional al servicio del organismo de protección ambiental, es una figura emblemática dentro del PNNH, destacándose no solo por su compromiso con la conservación, sino también por su afiliación al gremio Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y su identificación con la ideología peronista. Estas características, sin embargo, parecen haber colocado su posición en la cuerda floja bajo la nueva administración nacional, que ostenta una visión claramente divergente.

La renuncia se produce en un contexto de incertidumbre generalizada dentro de la APN, con pedidos de claridad sobre el futuro de sus directivas que se intensificaron en las últimas semanas. Hasta el momento, el gobierno no oficializó los nombramientos para los cargos principales del directorio, lo que exacerbó la sensación de inestabilidad. Entre rumores y movimientos internos, se insinuó que figuras políticas como Hernán Lombardo y Daniel Scioli están comenzando a influir en las decisiones de gestión del organismo.

La salida de Paradela, precedida por un mensaje informal que indicaba el fin de su mandato, no fue una sorpresa total para el ahora exintendente, quien decidió adelantarse a los hechos presentando su dimisión mediante una carta dirigida a Damián Mujica, exintendente del PNNH y actual director Regional Sur. La misiva señala un retiro digno pero forzado, que también arrastra a Mujica fuera de su actual posición, ya que ambos deberán reincorporarse a sus puestos originales dentro de la planta, aunque sin las responsabilidades jerárquicas previas.

Esta serie de despidos y renuncias, que hasta el momento afectará a una docena de empleados de la APN -dos de ellos en Nahuel Huapi-, plantea interrogantes urgentes sobre el futuro liderazgo y la dirección del PNNH. Con una plantilla de más de 200 trabajadores, el parque no solo es un bastión de la biodiversidad patagónica sino también un motor económico y cultural para la región. (ANB)