El barrio 96 Viviendas inauguró su propio SUM
El salón fue construido por jóvenes de distintos barrios
Este miércoles quedó oficialmente inaugurado este espacio, que surgió de esfuerzo colectivo de la junta vecinal, instituciones, organizaciones sociales, entidades estatales y empresas. “Hay que fortalecer los proyectos que se hacen en comunidad y con el apoyo del otro”, destacó Cristina García de la junta vecinal.
El intendente Gustavo Gennuso, junto a referentes de diversas entidades e instituciones, acompañó la inauguración del Salón de Usos Múltiples (SUM) del barrio 96 Viviendas, que se construyó a través de un proceso colectivo y participativo: un círculo virtuoso que involucró el trabajo de jóvenes de los barrios, el saber de investigadores del CONICET y la articulación de distintos organismos del Estado.
La presidenta de la junta, Cristina García, manifestó que “es un día muy especial para nuestro barrio porque se cumple uno de los sueños más anhelados, que llevó años de lucha para poder concretarse”, recordó, y se mostró agradecida “de ver tantas manos que aportaron su granito de arena con el fuerte compromiso de construir más allá de cualquier diferencia, y hacer crecer un pedacito de nuestra ciudad”.
Este SUM, sostuvo, “será lugar de encuentro con los vecinos, donde nuestros jóvenes tendrán un espacio propio, un lugar que nos dará aún más identidad barrial”, y mencionó especialmente a “los jóvenes de la Cooperativa Laburar y del Taller San José Obrero, ya que ellos fueron el pilar fundamental de este sueño que estamos viviendo, y es importante que se siga apostando por ellos”. “Hay que fortalecer y acompañar aquellos proyectos que se hacen en comunidad y con el apoyo del otro”, sintetizó, acompañada por la comisión directiva de la junta.
La historia del proyecto colectivo del SUM
El sueño del SUM del barrio 96 Viviendas, impulsado por la junta vecinal y la comunidad del barrio, fue el puntapié para un proyecto que terminó siendo mucho más.
El acto de inauguración fue conducido por la arquitecta Paula Peyloubet, una de las coordinadoras del proyecto desde el Centro de Investigación y Estudios sobre Cultura y Sociedad (CIECS) del CONICET Córdoba. Justamente, el SUM fue construido con una innovadora técnica de cabriadas, desarrollada por ese centro de investigación.
En Bariloche, se logró articular entre muy diversas entidades para implementar aquí esa técnica y, al mismo tiempo, aprovechar las miles de hectáreas de pino ponderosa que abundan en la región. Para esto, colaboraron la Comisión Foresto-Industrial del Concejo Municipal, el INTA Bariloche y Parques Nacionales. El Municipio tuvo una activa participación a través del Instituto Municipal de Tierra y Vivienda para el Hábitat Social (IMTVHS) —que además cedió el predio para el SUM— y la Subsecretaría de Desarrollo Local. Empresas privadas colaboraron también con algunos materiales.
La fuerza de trabajo la pusieron los jóvenes de distintos barrios de la ciudad: la Cooperativa Laburar del Colectivo Al Margen, los talleres San José Obrero y Enrique Angelelli y la Escuela Técnica Nehuen Peumán, generaron en carpinterías barriales una serie de innovadores componentes estandarizados para la construcción, que luego formarían el sistema de cabriadas que es la base de la construcción del SUM.
La aplicación de este programa interinstitucional para la construcción del SUM del barrio 96 Viviendas recibió en 2015 —a partir de una presentación del IMTVHS— un reconocimiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, en forma de un financiamiento dentro del Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales (PROCODAS), destinado a Proyectos de Tecnologías para la Inclusión Social.
