jueves 28 de marzo de 2024

Declararon familiares de los jóvenes asesinados el 17 de junio: "Estamos muertos en vida"

Las mujeres que son querellantes en la causa Cárdenas Carrasco detallaron lo sucedido el fatídico día en que mataron a los dos chicos.

miércoles 10 de octubre de 2018
Fotos: Emiliano Rodríguez.

Por Claudia Olate

Carmen se paró frente a los policías imputados y señaló la remera que llevaba puesta, donde tiene estampada la imagen de su hijo. "Esto fue lo único que me dejaron. Una foto de mierda, manga de hijos de puta", dijo con bronca cuando terminó de declarar.

La tercera jornada del juicio comenzó este miércoles pasadas las 9. Carmen Curaqueo, la madre de Nicolás Carrasco, fue la primera en pasar a declarar. A pedido de su abogada querellante, Marina Schiffrin, relató lo sucedido el 17 de junio de 2010.

"En el barrio había un problema por la muerte de Diego Bonefoi, y les dije a mis hijos que no se metieran", comenzó Curaqueo. La mujer relató que un rato después ella se aproximó al lugar de los disturbios para ver qué ocurría.

En este sentido, la mujer añadió que "Nino me dijo que iba a la casa de la novia y le dije que no pase por donde estaban tirando piedras". En determinado momento, según el relato de Curaqueo, escuchó gritos que decían "hirieron a Nino".

Allí fue cuando encontró a su hijo. "En ese momento le di una cachetada porque yo le había dicho que no pase por ahí y él me dijo que no podía respirar", recordó. Otros jóvenes que estaban en el lugar, le indicaron que no se preocupara "porque seguro era una bala de goma", indicó Curaqueo.

"Le levanté la remera y vi que tenía un pequeño orificio. Nos metimos en una casa con Nino desvanecido y empezaron a disparar a la casa", sostuvo la madre de Carrasco.

Según su declaración, los efectivos policiales que había en el lugar no permitían el paso de la ambulancia, por lo que subieron al joven a un vehículo particular y lo trasladaron al hospital.

Curaqueo recordó que cuando ella arribó al nosocomio, su hijo ya estaba en el quirófano. "Cuando terminan de operarlo nos dijeron que estaba bien, pero pasado un rato nos dicen que a Nino le había dado un paro y no lo aguantó", señaló.

El fiscal Martín Lozada le preguntó a Curaqueo cómo era su hijo y en ese momento la mujer de quebró. "Nino tenía planes de vida. Amaba el fútbol, quería tener hijos y hacerse su casita en mí terreno. Era el que estaba en todo. El 19 de octubre cumpliría 25 años. Siempre tenía una sonrisa", dijo y el llanto la interrumpió.

En la sala se escuchaban los sollozos de sus familiares y cuando Curaqueo pudo recuperarse, remarcó. "Nos falta una parte, no estamos vivos, estamos muertos con Nino. Todos los días me duele la pérdida de mí hijo. Me destrozaron la vida", dijo con la voz quebrada por el dolor y el llanto.

Tras terminar con su testimonio e increpar a los imputados, Carmen Curaqueo se abrazó con su familia visiblemente conmovida.

Karina Riquelme, quien estuvo en pareja con Sergio Cárdenas durante doce años, fue la siguiente testigo de la mañana. La mujer detalló también lo que ocurrió ese día, previo al asesinato de su marido.

"Me fui a trabajar y Sergio se quedó en casa con nuestros hijos. Era el Mundial y el quería ver los partidos así que estaba de vacaciones", comenzó la mujer frente al Tribunal integrado por Marcelo Barrutia, Emilio Riat y Juan Lagomarsino.

Cuando Riquelme volvió de su trabajo, su marido le contó que había disturbios por el homicidio de Diego Bonefoi. "En eso mí hermana me pidió que la busque porque estaban tirando gases lacrimógenos y ella estaba con su beba así que le dije a Sergio que me acompañe", señaló.

Acorde al relato, Cárdenas permaneció en la calle mientras ella buscaba a su hermana en un edificio del barrio. "En un momento me dijeron que a Sergio se lo habían llevado al hospital. Yo no entendía nada, pensé que había sido un piedrazo", sostuvo la mujer. "Recién cuando fui a ver qué había pasado me di cuenta de la magnitud de lo que pasaba. Había muchísimos policías, era como una emboscada", añadió.

Cuando Riquelme llegó a la guardia del hospital zonal, se encontró con un panorama caótico. "Había gente herida, vi sangre y no me decían nada de Sergio", recordó. En ese momento, la apartaron y "unos médico se acercaron y me dijeron que no habían podido hacer nada, que Sergio ya había llegado muerto", dijo.

Según Riquelme, con el paso de los días se enteró cómo había perdido la vida su pareja. "Cuando yo fui a buscar a mí hermana, pasó por la calle un conocido de Sergio y le dijo que vayan a unas cuadras a ver los disturbios. Se quedaron en un paredón, atrás de un árbol, y en un momento pasó un nene. Sergio lo tomó por la espalda y le dijo que se vaya de ahí. En ese momento, giró y se desplomó", precisó la mujer.

"Ahí empezó mí calvario, tuve que cargar con todo sola pero le prometí a mis hijos que iba a hacer justicia por su papá", dijo entre lágrimas la joven y añadió que "esperé ocho años para ver a esta gente acá sentada, pero justicia no es que los manden a sus casas con sus familias. Sin cárcel no hay justicia". (ANB)

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