Tras ocho años de espera, comenzó el juicio por los asesinatos del 17 de junio

Por Claudia Olate

En una jornada lluviosa, y con el edificio de Tribunales totalmente vallado, comenzó el juicio por los asesinatos de los jóvenes Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco, ocurridos el 17 de junio de 2010.

En el edificio aguardaban integrantes de organizaciones sociales que fueron a acompañar a los familiares de los jóvenes asesinados y cerca de las 9 llegó Karina Riquelme, quien fuera esposa de Carrasco. Minutos después y tras una discusión con efectivos policiales que no permitían su paso, arribó Carmen Curaqueo, madre de Cárdenas.

“Es una vergüenza, hasta el día de hoy nos siguen pisoteando”, dijo visiblemente enojada la mujer quien volvió a reclamar justicia, aunque remarcó que “dejamos de tener esperanza hace ocho años cuando perdimos a los chicos”.

En el interior de la sala, con custodia de la Policía Federal, aguardaban los ocho imputados de la causa: Víctor Cufré, ex-secretario de Seguridad y Justicia de la Provincia de Río Negro; Jorge Villanova, ex-jefe de la Policía de la Provincia de Río Negro y Argentino Hermosa, ex-jefe de la Unidad Regional Tercera.

Otros imputados resultan ser los efectivos policiales: oficial principal Víctor Darío Pil; el cabo primeo Marcos Epuñan y el cabo primero Víctor Hugo Sobarzo; a quienes se les endilga la comisión del delito de homicidio en agresión calificado por la utilización de armas de fuego -respecto de Sergio Cárdenas. Además, los comisarios Fidel Veroiza y Jorge Carrizo fueron imputados por homicidio culposo.

La audiencia estaba prevista para las 9 y comenzó unos veinte minutos atrasada. Mientras, en la sala y acompañada por su abogada, Karina Riquelme criticó directamente a los imputados. “A mi marido fue al que mataron”, les recriminó con dolor al tiempo que pedía que la miren a la cara, a lo que los hombres hicieron caso omiso.

La presencia al juicio oral y público debía ser avisada de antemano y había una capacidad de personas para la sala, pero gran parte de los asistentes fue a apoyar a los familiares de los dos jóvenes muertos por heridas de arma de fuego.

Tras un extenso planteo de cuestiones preliminares tanto de los abogados defensores Sebastián Arrondo y Marcos Cicciarelllo, como de la querella y la Fiscalía, los representantes de los imputados solicitaron que se desplace al fiscal Martín Lozada por considerar que no sería subjetivo en su posición debido a que fue el juez de instrucción de la causa, ocho años atrás.

Finalmente, el pedido fue desestimado por el tribunal integrado por Marcelo Barrutia, Emilio Riat y Juan Lagomarsino.

Para esta primera jornada de audiencia estaba prevista la declaración de los imputados, pero fue pospuesta hasta el martes a las 9. Se espera que el juicio continúe diariamente hasta el miércoles 24, con la declaración de más de 60 testigos. (ANB)