viernes 29 de marzo de 2024

Lucas Muñoz: Dos años de un crimen que sacudió a Bariloche

El 10 de agosto de 2016 encontraron el cuerpo del joven en un descampado.

viernes 10 de agosto de 2018
Foto: archivo.

Lucas Muñoz tenía 28 años y trabajaba en la Comisaría 42. Era oriundo de Ramos Mexía y estaba en Bariloche desde hacía poco tiempo. El  14 de julio salió del lugar donde vivía para ir a su puesto de trabajo, pero nunca llegó y fue encontrado asesinado 27 días después.

¿Qué sucedió ese día antes de que desapareciera? ¿Dónde estuvo retenido hasta que lo asesinaron? ¿Quiénes son los principales sospechosos del caso? Hasta el momento, 24 meses después del trágico hallazgo, ninguna de esas interrogantes tiene respuesta.

El día que desapareció el joven policía comenzaron los rastrillajes por distintas zonas, y la primera información que trascendió fue que se podría tratar de un suicidio. Por eso, los efectivos buscaban por la Costanera.

El mismo jueves en que desapareció, uniformados llegaron al lugar donde vivía, en Frey y Moreno, y realizaron un allanamiento sin contar con autorización. Esto les valió luego, ser enjuiciados por su accionar.

Durante una hora, los hombres ingresaron a la habitación que ocupaba Muñoz para revisar su computadora, los placares, la mochila y carpetas con documentación diversa. Toda esta requisa se realizó “sin orden escrita y fundada por autoridad judicial alguna y por fuera de las formalidades previstas por la ley”.

Luego de 13 días sin tener novedades sobre el oficial, el Ministerio de Seguridad y Justicia resolvió ofrecer una recompensa de 200 mil pesos para quien aportara datos certeros sobre lo  sucedido.

En el corto camino que llevaba el caso hasta ese momento, hubo fuertes cimbronazos para la Policía rionegrina, que se vio en el ojo de la tormenta con allanamientos a comisarías, comisarios apartados de sus funciones y otros siendo investigados.

El 29 de julio el fiscal Guillermo Lista promovió una acción penal contra David Paz quien era jefe de Seguridad Vial, el oficial subinspector Luis Daniel Irusta, el oficial ayudante Julián Maximiliano Morales, el jefe de la Unidad 42, el subcomisario de la misma unidad, José Jaramillo, y Manuel Poblete, subjefe de la Unidad Regional III. Todos ellos fueron suspendidos preventivamente.

De forma posterior a esta situación, se constató en la Comisaría 42 la adulteración del parte diario de novedades, a través del reemplazo de, por lo menos, siete folios originales, por otros pertenecientes a un cuaderno distinto.

La primera detención ocurrió el mismo 29 de julio en Catriel. El agente policial Nestor Meyreles era detenido acusado de querer entorpecer la investigación cuando adquirió un chip telefónico a nombre de Muñoz en momentos en que este ya estaba siendo buscado.

El 10 de agosto de 2016 un llamado a la Policía cerca de las 14 alertó sobre un cuerpo a pocos metros de la ruta de Circunvalación. Se montó un operativo rápidamente y la ciudad entera se preguntaba si se trataría del joven policía.

Finalmente, las sospechas fueron confirmadas al día siguiente. El cadáver de Lucas Muñoz fue encontrado con un disparo en la cabeza. El joven llevaba su uniforme y según trascendió en ese momento, muy cerca estaba el arma reglamentaria.

Lucas Muñoz fue asesinado entre 12 y 24 horas antes de que encontraran su cuerpo en un descampado cerca de la Ruta Circunvalación.

El 12 de agosto, Federico Valenzuela, otro agente que trabajaba con Muñoz, fue detenido por haber dado la orden a Meyreles de adquirir el chip. La causa ya sumaba dos detenidos.

Las pericias que se realizaron con posterioridad indicaron que Lucas había sido asesinado de un disparo en la cabeza, y que mientras estuvo secuestrado, había sido alimentado y no tenía signos de maltrato. También se trabajó con psicólogos forenses que intentaron establecer un perfil de las personas involucradas en su desaparición y se llegó a la conclusión de que podría haber sido un secuestro extorsivo, pero nunca se supo por qué.

En junio de 2017 se conoció que un cotejo de ADN de un cabello encontrado en la ropa del joven podría echar luz sobre la causa, pero finalmente esto tampoco prosperó. La familia de Lucas encabezó durante todo el año que siguió a su muerte, con marchas y movilizaciones para pedir Justicia.

A fines de agosto de 2016, el juez Bernardo Campana ordenó el procesamiento de los policías Luis Irusta y Maximiliano Morales en el marco de la causa conexa que investiga el allanamiento a la casa del oficial ayudante Lucas Muñoz.

En febrero de 2017 la Justicia falló a favor del exsegundo jefe de la Unidad Regional III, Manuel Poblete que junto a los policías Alejandro Paz, Jorge Elizondo, José Jaramillo y David Paz, fueron sobreseídos en una de las causas conexas que se había desprendido por el crimen del policía.

En noviembre del año pasado, en el primer juicio que se realiza por el caso, se condenó a los uniformados Luis Irusta y Maximiliano Morales a dos años de prisión en suspenso por allanamiento ilegal, más dos años de inhabilitación.

En diciembre de 2017, durante un allanamiento realizado en General Roca, hallaron el auto donde habrían visto subirse a Muñoz el día que desapareció en Bariloche.

Durante los últimos meses, el gobernador Alberto Weretilneck criticó en varias ocasiones el desempeño de la abogada de la familia Muñoz, Karina Chueri, e incluso cargó contra el equipo que lleva adelante la investigación. Al cumplirse dos años de la última vez que se vio con vida al joven, su hermano Javier Muñoz, sostuvo en diálogo con ANB que “él es el que tiene que dar respuestas”. (ANB)

Te puede interesar
Últimas noticias