miércoles 24 de abril de 2024

Estudiar en la cárcel, una oportunidad para mejorar

Hace años hay educación adulta en el Penal y son varios los internos que se suman a capacitarse como una forma de salir adelante.

viernes 13 de julio de 2018
Fotos: Emiliano Rodríguez.

“En la calle nunca hubiera estudiado”, dice uno de los chicos que se luce vestido de gaucho, listo para bailar en el acto por el 9 de julio. El joven cumple su condena en el Penal y estudia en el nivel secundario, al igual que otra decena de internos más y un número similar en el nivel primario.

Este viernes, en un precario salón dentro de las instalaciones se realizó un acto del que participaron varios hombres que se encuentran detenidos. Hubo folklore, discursos y mates de por medio.

La educación en el Penal comenzó años atrás, y año a año se suman más presos, desde los más jóvenes hasta los adultos más grandes, que ven en la escuela, una oportunidad de despejarse, de acortar las condenas y una puerta para tener otras oportunidades a la hora de salir nuevamente a la calle.

“El comportamiento de los chicos es excelente, tienen mucha predisposición para aprender”, indicó a ANB Ricardo Sáez, profesor de Lengua y Literatura en el secundario.

A pesar de las deficiencias edilicias del lugar, donde la luz es escasa, las mesas no son adecuadas y no cuentan ni con un pizarrón, se dictan clases de lunes a viernes, como en cualquier establecimiento educativo.

La Escuela de Educación Básica para Adultos 9 es la encargada de dar clases en el edificio y también, como en cualquier escuela, las fechas patrias se celebran con un acto de por medio. “Ellos disfrutan mucho estos momentos porque vienen las familias y se divierten un rato”, explicó Silvia Lavayen, directora del nivel primario.

En un mismo espacio funcionan distintos módulos donde se brindan las materias correspondientes a cada nivel. “Me sorprendió gratamente la educación en el Penal, porque si bien los que estudian tienen beneficios en sus condenas, realmente le ponen ganas a aprender y se notan los cambios”, explicó Lavayén.

Los internos comenzaron a llegar al lugar donde otros habían colgado globos con los colores de la bandera, mientras los encargados de portar las banderas nacional y provincial se alistaban en otro lugar.

Uno de los internos, joven, se acercó a pedir una foto y rápidamente afirmó que para ellos “poder estudiar es una oportunidad re importante”. El muchacho, vestido de gaucho para la ocasión, remarcó que “está bueno porque nos despejamos un rato del encierro, pero además aprendemos y nos sirve para que el día de mañana, cuando salgamos, tengamos otras salidas”. (ANB)

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