“Cocina solidaria” para ayudar a vecinos que buscan comida en el Vertedero
Calculan que son más de 100 personas que concurren a diario en búsqueda de alimentos o abrigo.
La realidad social que atraviesa la ciudad dese hace tiempo, golpea con dureza a algunos sectores más que a otros y ya no es novedad que hay numerosas familias que concurren al Vertedero a buscar entre la basura, algo para vivir: alimento, abrigo, artefactos para vender luego.
Tiempo atrás, en el barrio Pilar I, los agentes sanitarios comenzaron a recibir consultas por niños con gastroenteritis y al comenzar a indagar, supieron que muchas familias se alimentan de restos que encuentran entre la basura del predio ubicado justo enfrente.
Esto movilizó a vecinos e integrantes de distintas agrupaciones, que decidieron hacer algo por ellos y comenzaron este proyecto de Cocinas solidarias. Así, hace poco menos de dos semanas, cocinan y trabajan para darles un plato de comida a quienes más lo necesitan.
“Semanas atrás fuimos al Vertedero directamente y hablamos con la gente. Una vez que se dan cuenta de que no vas por política ni por otros intereses, se acercan”, explicó Susana, integrante de Cáritas, y una de las personas que lleva adelante la noble tarea.
La mujer relató que “fue muy fuerte, uno sabe que estas cosas pasan, pero encontrarte ahí con la realidad cara a cara es bravo”. Alentados por el deseo de darle una mano a quien más lo necesita, comenzaron a organizarse.
Así, el miércoles 13 comenzaron a cocinar y entregaron unas 150 porciones de comida. “La idea era que la gente venga y retire la comida, pero tenían tanto hambre y frío que se quedaban a comer adentro”, contó Susana.
El lugar donde cocinan y cada miércoles durante los meses de invierno planean servir un plato de comida caliente, es la capilla ubicada en la entrada del barrio Pilar I. “Estamos acondicionando el lugar, por ahora tenemos mecheros y garrafas”, dijo.
“Se juntan dos sentimientos muy difíciles: por un lado la gratificación de saber que estás dando una mano, pero por otro lado ver lo que atraviesan los vecinos es muy duro”, remarcó Susana y añadió que “hay nenes, chicas embarazadas, gente joven y grande”.
Si bien se habla de unas 100 personas que concurren diariamente al Vertedero, “hay que tener en cuenta que cada una de ellas representa a una familia”, sostuvo la mujer. Los números son abrumadores.
El objetivo de los grupos autoconvocados “no es cubrir las falencias del Estado”, enfatizó Susana, pero sí “ayudar a la gente que se ve obligada a recurrir a esto”, sostuvo.
Aunque la problemática no es nueva, ya que suele concurrir gente a buscar alimentos al Vertedero, no se veía un número similar de personas desde la crisis nacional de 2001.
Aquellas personas que deseen donar alimentos de todo tipo pueden hacerlo en la Escuela María Auxiliadora, o en la capilla San Cayetano ubicada en el barrio El Frutillar, y si no, los miércoles de 14 a 18 en la iglesia del barrio El Pilar I. También se puede ir a colaborar con la cocina. Los teléfonos para las consultas son: 154 623956 (Susan) o 154 601848 (Natalia). (ANB)
