Esa es la cuestión
La libertad de mercado vs. los controles del Estado, la situación financiera actual en Argentina y la llegada del FMI. Una nueva columna de Mario Bevilacqua.
Por Mario Bevilacqua (*)
La Argentina tiene una enfermedad endémica que la afecta desde hace muchas décadas, en determinados períodos se intensifica y en otros se aplaca, pero siempre está latente como el alcohol para el alcohólico o la comida para el obeso.
La falta de dólares en el mercado doméstico es una maldición que los argentinos padecemos (por supuesto para aquellos que tienen poder de compra) y que nos resulta imposible superar, ya que por ejemplo podemos vivir con déficit fiscal, con inflación, depresión, etc. pero que no nos falten los dólares para viajar al exterior, para atesorar, para adquirir productos importados o para esconder en algún paraíso fiscal.
Pero como toda enfermedad tiene un origen muy cierto que se podría estimar en la década del 70 cuando en la Dictadura Cívica Militar el abogado Martínez de Hoz ministro de Economía nos hizo creer a los Argentinos que el dinero en si mismo producía más dinero sin necesidad de trabajar (Plata Dulce).
El problema actual que vive nuestro país es que no solo los argentinos siguen creyendo en esas ideas monetaristas de los Chicagos Boys sino también por culpa de la globalización vienen del exterior supuestos inversores para participar del festín (Bicicleta) que les brinda nuestro sistema financiero.
Todas aquellas políticas restrictivas aplicadas hasta el 2015 que consistían en gravar (35%) las compras del exterior hechas con tarjetas de créditos y débitos quedaron en el pasado, como así también los tiempos de permanencia en el país de las inversiones extranjeras o las fechas topes para liquidar las exportaciones y sus retenciones, todo eso se liberó, la Argentina se transformó en un gran colador donde los dólares desaparecen de nuestros activos dejando un pasivo llamado Deuda Externa.
Pero existe un condimento nuevo a esta vieja dolencia Argentina generada por la falta de dólares: Los Lebac, estos títulos representan una bomba de tiempo, son una hiperinflación incubada que algún día explotará, es muy simple explicar su potencia si hoy tenemos $600.000 millones de circulante y el dólar cotiza a $25.00, si se liberan los $ 1, 2 billones de Lebac el tipo de cambio debería ser de $75.00.
La balanza de pagos anual arroja un negativo de u$s 30.000 millones producto de un déficit comercial y fiscal (Gemelos), la deuda externa ya se encuentra en un 50% del PBI (u$s300.000 millones), ¿alguien en su sano juicio puede pensar que con la llegada del FMI se van a solucionar los problemas en Argentina?, seguramente se van a potenciar, mientras el Gobierno continúe con su política de libre mercado y los dólares fluyan hacia el exterior dejándonos una brutal Deuda Externa. Controlar las divisas no es popular pero si te garantiza la eficiencia en la administración de los recursos del Estado que es la cuestión más importante.
(*) Contador Público. Asesor y consultor. Se desempeñó en Ericsson S.A.I.C.F.I., fue administrador del hospital zonal de Bariloche y secretario de Hacienda de esta ciudad.
