¿Cuáles son las grandes obras pendientes de Bariloche y en qué estado están?

Producción y redacción: Claudia Olate, Gonzalo Contino y Nicolás Malpede

Diseño: Florencia Montenegro

Fotos: Emiliano Rodríguez

Muchas son las deudas pendientes que registra Bariloche en materia de obras públicas. Algunas quedan en anuncios rimbombantes de políticos y muchas otras avanzan a paso lento, muy lento.

En este informe de ANB te mostramos cuáles son las grandes obras de la ciudad que aún no se concretaron en su totalidad y en qué estado se encuentra cada una de ellas.

El Gasoducto Cordillerano, una obra que avanza a ritmo cansino

La ampliación del Gasoducto Cordillerano es una obra que los vecinos que no cuentan con red de gas natural esperan con ansias. Es que según anunciaron oportunamente desde el gobierno nacional, abastecerá a 22 mil usuarios de 25 ciudades de Río Negro, Neuquén y Chubut, entre las cuales está Bariloche.

Sin embargo, no es algo que vaya a traer soluciones a estas familias en un corto plazo, ya que en noviembre de 2017 se firmó el contrato con la empresa para la extensión de la obra y tiene un período aproximado de ejecución de 12 meses, por lo que se espera que esté terminada para fines de este año o principios de 2019.

La obra cuenta con un presupuesto de 1.000 millones de pesos, está financiada por Nación y se encuentra a cargo de la empresa Contreras Hermanos.

Uno de los barrios afectado por el límite alcanzado de conexiones del Gasoducto Cordillerano vigente es el 645 Viviendas, uno de los más nuevos de la ciudad.

La barriada fue construida y se comprometió la entrega de viviendas con todos los servicios. Sin embargo, por la restricción de conexiones, no pudieron contar con el gas.

Ante esta situación el gobierno rionegrino debe atender la demanda de 2.500 personas con tubos de gas desde hace tres años.

Centro de Convenciones: ni acá, ni allá

Este viejo anhelo de la comunidad barilochense tuvo sus primeros anuncios en la década del ´70, bajo la intendencia de Osmar Barberis, cuando se inició su construcción en el Jardín Botánico. Pero a principio de los ´80 se cortó el financiamiento por parte del gobierno nacional y la obra quedó inconclusa.

En ese momento se analizó fuertemente la necesidad de que sea financiada por el aporte de los vecinos, algo que finalmente no se concretó.

Luego, se propuso construirlo junto al Puerto San Carlos, pero aún después de organizarse un concurso público, no se llevó adelante. También se lo proyectó al lado del edificio Bariloche Center, cerca de la estación de trenes y en el acceso a la Virgen de las Nieves. Ninguno prosperó.

Ya comenzado el nuevo siglo volvió a surgir el planteo sobre la necesidad de que la ciudad tenga su propio Centro de Convenciones. Siguieron apareciendo propuestas y lugares.

En 2012, eran las tierras del Ejército, en la zona de la avenida Pioneros y la ruta a Catedral, el lugar elegido por el Comité de Localización del Centro de Congresos y Convenciones y Predio Ferial de Bariloche. Ni aquí ni en ningún otro lado se comenzó con la obra.

Planta Depuradora, una obra más que necesaria

El 21 de julio de 2017 se firmó el acta de inicio con la empresa Codam S.A por la planta depuradora y ampliación del segundo módulo, por la suma de $297.922.554. Luego con la firma CPS S.A, para la realización del nuevo colector costanero, por un monto de $189.288.508.

Los trabajos, darán respuestas de una vez por todas a la problemática de la contaminación en el lago Nahuel Huapi que lleva años. Muchos fueron los anuncios de tareas al respecto, pero lo cierto es que nunca se efectivizó absolutamente nada.

Si bien la licitación para las obras se realizó en marzo del año pasado, recién en julio se rubricaron los contratos, aunque por supuesto todavía no hay grandes avances.

El nuevo colector cloacal, que era otra de las obras comprometidas para ampliar el traslado de los efluentes en 6,2 kilómetros, comenzando a la altura de la avenida costanera de la ciudad y continuando por la ribera del lago Nahuel Huapi hasta llegar a la Planta Depuradora, quedó en suspenso luego de que se rescindiera el contrato con la empresa de Cristóbal López.

De esta manera, la infraestructura que permitiría aumentar la capacidad de conducción para los efluentes cloacales de toda la ciudad y se conectaría con el colector existente, no solo no tiene avances, sino que tampoco hay fecha de inicio.

Las idas y vueltas del Parque Tecnológico Industrial

Al igual que tantas otras obras en la ciudad, el Parque Industrial Tecnológico de Bariloche fue varias veces anunciado y la procedencia de los fondos para su construcción fue un tema muy debatido.

Comenzando por lo más cercano en el tiempo, la construcción de este polo productivo estuvo incluida entre las obras a realizarse en el marco del Plan Castello, que fue aprobada por la Legislatura no sin discusiones, debates e incidentes.

Hace ya dos años, en junio de 2015, se convertía en ley la creación del parque por el voto unánime de la Legislatura provincial e incluso se creó el ente para su ejecución.

La primera reunión del ente fue en septiembre de ese año, y en noviembre ya fueron transferidas las tierras para su desarrollo.

El proyecto lo ubica en Ruta Circunvalación y ya fue varias veces modificado su plano, pero en concreto sus avances fueron mínimos, por no decir nulos.

Pero esta obra no es algo de lo que se habla desde hace dos años nada más. Ya en 2012, el exintendente Omar Goye hablaba de este emprendimiento como algo “fundamental” para el crecimiento de la ciudad.

Más acá en el tiempo, fue el jefe comunal Gustavo Gennuso quien se animó a hablar de fechas, destacando que en 2017 se iba a concretar este anhelo.

El 23 de febrero se realizó la licitación para el Parque con un presupuesto oficial de $285.259.145, proveniente de fondos del Plan Castello.

Con la licitación se proveerá al predio con los servicios de infraestructura básica de red eléctrica, de agua y de gas, pluviales, traza vial, sistema vial,  red cloacal y de comunicaciones.

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de 540 días corridos,  permitirán el asentamiento de la comunidad industrial; favoreciendo la llegada de empresas que incorporen el desarrollo de potencialidades tecnológicas. Se harán sobre un predio de 319 hectáreas (parcelado), ubicado dentro del ejido urbano de Bariloche, a unos 10 kilómetros al este de su casco céntrico.

El Centro iba a ser incluido en la segunda etapa del Plan Castello y cuya obra iba a tener una inversión de 14 millones de dólares.

Pero finalmente la segunda etapa del Plan Castello fue descartada por el Ejecutivo de Río Negro debido al complicado panorama financiero que atraviesa el país.

El tiempo sigue pasando. Van más de 40 años y no está ni en el este, ni en el oeste, ni en el centro.

Ruta 23: 30 años no alcanzaron para pavimentar 600 kilómetros

A fines de abril la presencia del ministro de Transporte en Bariloche, Guillermo Dietrich, trajo consigo un nuevo anuncio relacionado a la ruta 23. “Para fin de año estará finalizada”, dijo a los medios el funcionario nacional e hizo referencia a la cantidad de años y de anuncios que pasaron sin que se concluya la anhelada pavimentación.

Sin embargo, no fueron pocas las voces que hablaron de la imposibilidad de que esta nueva promesa se cumpla, ya que si se tiene en cuenta la veda invernal y las interrupciones por cuestiones climáticas, ven complicado que este anuncio se pueda convertir en realidad.

La ruta 23 abarca alrededor de 600 kilómetros y la pavimentación lleva un poco más de la mitad del total.

Su pavimentación comenzó en la década del ‘80 con el tramo de 33 kilómetros de Aguada Cecilio hasta Valcheta.

Diez años después se pavimentó el tramo entre esa localidad y San Antonio Oeste pero finalizada esa obra, no se avanzó inmediatamente hacia el oeste y hubo que esperar algunos años más para que se retomen las tareas.

Más allá de los anuncios por parte del ministro y de las últimas inauguraciones de distintos tramos, fuentes cercanas a la empresa que lleva adelante la obra fija como plazos aproximados terminar hasta Pilcaniyeu para diciembre de 2019. Recién los primeros meses de 2020 se espera terminar los últimos 30 kilómetros y tener la 23 completamente pavimentada.

Nueva terminal de ómnibus: la obra que aún no comenzó

Durante el verano de 2017 se realizó uno de los anuncios más esperados para Bariloche. Se presentaron los planos, la ubicación y todos los detalles para el desarrollo de la nueva terminal de ómnibus.

El proceso para el inicio de obra parecía acelerarse con la renovación del contrato con el concesionario de los casinos, en el que se incluyó que la empresa concesionaria debía hacerse cargo de la construcción de la terminal, pero la tenencia de las tierras fue una traba.

Hacia mediados del año pasado se dio un nuevo paso en el Concejo Deliberante local para lograr una rezonificación en el este de la ciudad, para de esa manera poder acceder a la tenencia de las tierras, las cuales pertenecían a Las Victorias S.R.L.

Sin embargo, las denuncias por los convenios entre los distintos gobiernos y empresas para llevar adelante este emprendimiento no fueron pocas.

Hacia fines del mes pasado, el intendente Gustavo Gennuso firmó la escritura que garantiza el traslado del dominio de las tierras en las que se asentará la nueva terminal.

Este paso dio cumplimiento a la ordenanza 2871 que autoriza al Ejecutivo municipal a rubricar el convenio Las Victorias SRL. A partir de entonces, la comuna dispone de una superficie de 31.622 metros cuadrados en los que se emplazará el edificio.

A partir del traslado de la titularidad de las tierras, el gobierno provincial podrá avanzar en la autorización de ejecución de obras por parte de la empresa a cargo de los trabajos.

La nueva terminal se ubicará en la intersección de la calle Esandi con la ruta de Circunvalación. El proyecto estipula que afuera del edificio, sobre Esandi, se construirá una rotonda para hacer más fluido el tránsito.

El techo estará cubierto por pastos de la región, cuya función, además de ser estética, le confiere aislación térmica. Habrá 17 mil metros cuadrados de áreas exteriores parquizadas. El estacionamiento ocupará 2.500 metros y 4 mil estarán destinados a las maniobras de los vehículos de transporte.

En cuanto al interior, contará con 3.200 metros cubiertos que incluyen una planta baja con 30 boxes de ventas de pasajes, zona de espera de arribos y partidas, depósitos  y locales. Simultáneamente en la planta alta se localizará una confitería y salas de espera preferenciales. 

Serán 24 las dársenas de ómnibus, lo cual duplica la cantidad actual y cuentan con la flexibilidad de aumentarse si es necesario en un futuro debido a la localización y espacios linderos libres.

El anuncio de la obra que se realizó en enero del año pasado, estipulaba un plazo de construcción de 18 meses. Sin embargo un año y cuatro meses después, todavía no comenzó. (ANB)