viernes 29 de marzo de 2024

Carta de lectores

Catedral, el fracaso social: El turismo ya no importa

Un vecino de Bariloche analiza la audiencia pública que se realizó por la propuesta de inversión de Capsa para el cerro.

jueves 15 de marzo de 2018
Catedral, el fracaso social: El turismo ya no importa

En Venezuela el petróleo es considerado un patrimonio del pueblo venezolano, tal es así que llenar el tanque de nafta en Venezuela tiene un costo de medio dólar, al cambio oficial de hoy representan 10 pesos argentinos.

Si efectivamente eso; un desquiso tan grande como todo el sistema económico de Venezuela.

En la audiencia pública por el cerro Catedral se emitieron todas las voces pero nadie escucho, los intolerantes y fachos (del bombo y los gritos) querían impedir la misma.

Con coraje y con miedo vi a los representantes de la empresa defender el proyecto.

Luego vimos un desfile de voces de todos los colores.

Algunos Carteles del desquicio aclamaban “Cerro Catedral de todos”, y yo me preguntaba que quería decir, mucho no entendí.

- Quizás se refieren a lo mismo que el reclamo del gas, donde los que reclamaban eran beneficiarios de un servicio de pocos. (Los pobres no tienen gas).

- O quizás se referían a que se deba dar un pase de esquí gratis? para que esquían los que pueden comprar los equipos. (Porque los demás quedaran excluidos).

- ¿Hablaban de realizar la inversión entre todos? rápidamente realice la cuenta y pensé mi parte no la pongo.

- ¿Hablaban de comprarle a Trappa la estación de esquí? la verdad sigo sin entender debe haber sido los bombos o las gallinas que gritaban en el recinto.

Se llegaron a escuchar barbaridades de todo calibre, como que el cerro debería regalar noches de hotelería para un barrio.

O que un porcentaje de lo recaudado debería destinarse a la reparación de calles de otro barrio.

O que había una encuesta que decía esto y decía aquello... allí pensé será la encuesta que daba ganadora a Cristina o perdedor a Trump, tampoco pude saber, porque no se podía oír el bombo y las gallinas gritaban muy fuertes.

Mi vecino me dijo que él también quería un tiempo compartido en el cerro, para regalarles a sus parientes cuando vengan a visitarlo. (O ya que está a alquilarlo para hacer un extra).

En un asado que hicimos con amigos reclamaron su parte.

Otros decían que el cerro lo debe manejar el municipio, yo pensaba... te imaginas que este municipio ya está encerrado en una trampa, sin salida. Con deudas millonarias. Y como dijo el propio intendente no hay forma...

Los barrios desesperados, las calles destrozadas, toda la infraestructura atrasada. Un municipio en emergencia, manejando el cerro y los medios de elevación, entre otros problemas tendríamos los días de asueto, los días de franco el mantenimiento técnico; no paraba de imaginar... la cabeza me daba vueltas y alucinaba...

¡Alguno dijo matan la gallina de los huevos de oro! ¿Dónde está el oro? pensé yo. Vivo en catedral y no veo mucho oro veo otras cosas... Otra vez mi cabeza se disparó ¿están matando a la gallina o la están alimentando? no sé, no tenía respuesta. No me dejaban pensar con tanto ruido.

¡Una noche de delirantes!

Un desinformado (seguro se sumó a la charla a mitad de camino) pregunto ¡cuánto plata gana la empresa! ¡Y gritaba!

Otro hacías cuentas fantásticas del magnífico dinero que reparte cerro Catedral. ¡Una mina de oro!

O los grandes números de emprendimientos inmobiliarios de montaña. Números en el  aire como si hacer un loteo fuera pan comido.

Si las tierras fueran tan valiosas los Mapuches ya serian millonarios con los miles de hectáreas que se le cedieron en los últimos años.

Si fuera cierto el delirio de números, Bariloche tendría desde hace mucho cientos de millonarios y la cuidad seria otra.

Gritaban y maldecían, vi mucho atropello, vi mucha intolerancia.

Me duele mi Argentina, mi Bariloche fracasa cada día más.

Se escucharon muchas voces, muchas con la sola intensión de destrozar de desgarrar de denostar, nadie escucho a nadie, solo voces que se llevó el viento.

El fanatismo segó a todos los de un lado y los del otro. Una audiencia sorda con parlantes pero sin oídos.

Estamos perdidos.

Las minorías por la fuerza pretenden imponerse.

Dónde van a estar todos esas voces desesperadas cuando la nieve no venga y los más de 5000 mil trabajadores del cerro catedral y sus familias no puedan hacer la temporada.

Cobrando su sueldo cómodamente o un plan o zafando gracias a un curro del gremio, mendigando al puntero político.

Bariloche está perdido.

El turismo ya no importa.

 

Néstor López Davalos

DNI: 18.742.066.

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