jueves 28 de marzo de 2024

A tres meses del asesinato en Mascardi: “Rafa nos sigue doliendo todos los días”

Los padres del joven que murió producto de un disparo del grupo Albatros, continúan pidiendo justicia en medio del dolor.

domingo 25 de febrero de 2018
La familia mantiene vivo el reclamo, a 3 meses del asesinato de Rafael Nahuel.
Foto: Marcelo Martínez.
Foto: Marcelo Martínez.

Por Claudia Olate.

Graciela habla de su hijo y sus ojos se iluminan. Tiene guardadas varias fotos del joven y las mira mientras observa por la ventana de su humilde casa en el barrio Nahuel Hue, como esperando que aparezca “Rafa” a tomar unos mates, a compartir un rato. “Es muy difícil perder un hijo”, dice y se quiebra en llanto.

Alejandro, hombre del que heredó los rasgos Rafael, se mantiene más fuerte. Por sus otros hijos, por su esposa, por el mismo hijo que murió el 25 de noviembre en Villa Mascardi. “Yo quiero justicia, quiero que el que le disparó a Rafita esté preso, como estaría yo si le hubiera disparado a alguien”, dice cuando nos recibe en el portón de su vivienda.

El 25 de noviembre se recuerda con dolor en la familia Nahuel. Desde ese día, todo cambió, y la realidad los sacudió más fuerte que nunca. Su hijo, el chico de 22 años que aprendió carpintería y herrería en el barrio, el que decidió acompañar a sus tíos y primos en el reclamo por la recuperación de un territorio mapuche, murió asesinado por personal de Prefectura Naval Argentina, en un procedimiento que la Fuerza nacional se apuró en catalogar como un “enfrentamiento”.

“Nosotros nos enteramos a la noche que era Rafita. Nos dijeron que habían disparado y había un herido, pero no sabíamos nada, después supimos que nos habían matado a nuestro hijo”, dice su papá mientras mira en otra dirección, como recordando ese momento en el que les avisaron que nunca más verían a Rafa.

El padre de Rafa afirma que lo único que traerá paz, será que haya justicia por su hijo. Foto: Marcelo Martínez.

La familia realizó numerosas marchas desde que ocurrió el asesinato en el predio ubicado a unos 30 kilómetros de la ciudad, con un fuerte acompañamiento de la sociedad, y esperan que la convocatoria realizada para este lunes 26, sea similar. “Queremos que sea una marcha en paz, no queremos peleas ni discusiones, queremos recordar a Rafita tranquilos, pedir justicia y que no se olviden de él”, resume su mamá, sentada al lado de una salamandra que su propio hijo construyó.

A fines de enero, dos meses después de su asesinato, comenzaron a realizar pericias en la unidad de Criminalística de la Policía de Río Negro, con participación de Roberto Nigris y Karina Uribe, los peritos seleccionados por el juez Gustavo Villanueva y Silvia Bufalini, una perito de la querella. Con el trabajo, trataron de cotejar  proyectiles con la bala de plomo que se extrajo del cuerpo de Rafael Nahuel, según explicó la abogada de la querella, Julieta Wallace.

La letrada informó a ANB semanas atrás, que el resultado de los trabajos periciales eran determinante para avanzar en la causa, que se encuentra en etapa de instrucción. Los padres de Rafael, esperan que esto arroje luz sobre el autor de los disparos, para que quede detenido.

“Nos dijeron que todos los que estuvieron involucrados en la represión, siguen trabajando. Para nosotros es una burla, es como que se nos ríen en la cara”, considera Alejandro mientras prepara unos mates en su casa. “Hay días en que no tengo fuerzas, quisiera morirme, pero sé que tengo que seguir adelante”, confía casi con un hilo de voz.

Graciela es tímida, mantiene su voz baja, pero cuando recuerda a su hijo parece que hablara con más vigor. “Cada día que pasa es más difícil. No tuvimos fiestas, no hubo festejos para nosotros, pero sabemos que los que lo mataron seguramente estuvieron con su familia compartiendo Navidad y Año Nuevo. ¿Dónde está la justicia entonces?” se pregunta.

Como toda madre que ama a sus hijos, Graciela atesora muchos momentos con Rafa. Mates por la tarde, cenas, simples charlas cotidianas. “A veces miro por la ventana y parece que ya lo voy a ver pasar como siempre, con sus amigos, para un lado y para el otro”, dice con las fotos de Rafa en las manos, pero enseguida añade, “aunque sé que nunca más lo voy a ver”.

Rafa construyó una salamandra en un taller de herrería en el barrio donde vivía. Foto: Marcelo Martínez.

Los padres coinciden en que quieren justicia, en que quieren que sea una marcha en paz, en que lo importante es no olvidarse de Rafita. “Cuando estaba en vida capaz nunca pudimos hacerle un festejo lindo, pero ahora quiero recordarlo así, quiero que todos los que puedan se acerquen para recordar a mi hijo, así como era, alegre, sociable, divertido”, pide Graciela.

La convocatoria a la marcha es este lunes a las 18 en Onelli y Brown. La familia decidió postergarla un día, siendo conscientes de que mucha gente no está en la ciudad los fines de semana.

Los padres miran juntos las fotos que quedaron de su hijo, algunas gastadas, resquebrajadas, pero ellos distinguen perfectamente la cara de Rafa, el joven al que le gustaba hacer tortas fritas, tomar mates, juntarse con amigos. “Rafita nos duele todos los días”, finaliza Graciela. (ANB)

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