Iván y Mey, dos ilustradores que recorrieron el mundo enseñando arte a los más pequeños

Por Claudia Olate

En 2014, Mey e Iván comenzaron a delinear los primeros trazos de lo que sería quizás, su mejor ilustración: un proyecto que ambicionaba con recorrer el mundo, enseñándole arte a los niños. Así salieron de Buenos Aires, cargados de sueños y ganas de hacer.

La pareja de ilustradores, que se conoció cuando ambos trabajaban para la producción de Paka Paka, inició el camino en el norte argentino, y siguieron por Bolivia, Perú, Colombia…hasta recorrer América Latina, Asía, Europa y África.

“Durante dos años, recorrimos 32 países dando talleres de arte en hospitales, pequeñas escuelas, orfanatos, comedores…en fin, lugares donde seguramente los niños no tenían otras oportunidades de aprender y descubrir su faceta artista”, señaló Iván en diálogo con ANB.

El sueño y proyecto había comenzado tiempo atrás quizás, cuando daban talleres en su Buenos Aires natal, pero algo los movió para que eso no quedara ahí, para que cada vez sean más los niños (y adultos) alcanzados por el amor al arte que ellos le ponen a cada cosa que hacen.

La financiación, relató Iván, fue de ellos mismos. “Vendíamos cuadros, mucha gente colaboraba, hicimos algunos eventos y recaudamos lo que necesitábamos para viajar”, recordó ahora en Bariloche, donde este domingo y el próximo, presentarán un documental que realizaron con sus años de trabajo.

Durante dos años, las historias que acumularon fueron seguramente, más que los kilómetros que hicieron. Al consultarles a estos dos jóvenes ilustradores sobre las experiencias que más “los marcaron”, Iván manifestó que “son millones”, pero recordó una especial. Cuando llegaron a Etiopía, estuvieron tres semanas con siete tribus africanas. “Ellos viven totalmente despojados de todo lo que nosotros estamos acostumbrados”, explicó.

En esa convivencia, cuando plantearon la misión de dibujar, algo que nos puede parecer de lo más simple, ni adultos ni niños sabían cómo hacerlo. “Hacen muchas artesanías, pero nunca habían dibujado. Verlos agarrar colores y trazar garabatos en el papel fue muy emocionante”, reconoció el joven.

Iván contó que para hacer posible el sueño de recorrer tantos países para conocer y reconocer a los niños y niñas, fue necesario un trabajo de “producción y logística” que demandó casi un año. Contactos, llamadas, pedidos. Todo lo que implicaba llegar a nuevos países, y poder encontrar el lugar donde compartir los talleres.

“Muchas veces nos contactábamos con las embajadas, o con organizaciones sociales, Unicef, o incluso a través de las redes sociales: publicábamos que tal día íbamos a estar en determinado lugar y siempre alguien conocía a otra persona que había estado allí o que vivía en tal ciudad”, rememoró.

Luego de dos años recorriendo el mundo, llevando el arte a rincones impensados, Iván y Mey regresaron a Argentina. Aquí, decidieron hacer lo mismo:  durante 2017, recorrieron todas las provincias, eligiendo una escuela rural de cada una, para durante una semana, enseñarle a los niños todo lo que ellos saben.

“En Río Negro estuvimos en una escuela hogar en El Manso. Fue muy especial porque un establecimiento de este tipo implica vivir con los chicos todo el tiempo, compartís muchísimo y después las despedidas son muy difíciles”, indicó Iván.

La pareja ahora está en Bariloche y proyectará de manera gratuita “Cadena de regalos”, un documental que hicieron con la experiencia de estos años trabajando alrededor del mundo. Cuando comenzaron, elegían a un niño con el que hubieran compartido los talleres y le hacían numerosas preguntas que eran filmadas.

“Les preguntábamos acerca de sus sueños, sus juegos preferidos, la comida que más les gustaba, los miedos que tenían y luego les pedíamos que nos dieran algo de ellos que quisieran regalarle a niños del próximo país al que íbamos a ir”, señaló el ilustrador.

Así, fueron recorriendo los 32 países, recolectando de cada uno, un obsequio que entregaron en otro y se hizo una “Cadena de regalos”. El documental tiene una duración de una hora aproximadamente y la entrada es gratuita. La proyección será a las 21 en la sala de la Biblioteca Sarmiento.

Pequeños Grandes Mundos inició como un sueño que se convirtió en realidad y seguramente cambió las realidades de miles de niños que supieron a través de Iván y Mey, que “el arte también cura”. (ANB)