jueves 28 de marzo de 2024

Ideas que se reciclan

Una visión sobre la potencial privatización del satélite ARSAT, y los antecedentes de la década del 90 sobre un tema similar a este y cuál es la visión liberal de este tipo de proyectos y su diferencia con la progresista o desarrollista

domingo 23 de julio de 2017
Ideas que se reciclan

Ninguna idea en Argentina se pierde en el olvido todo se recicla para bien o para mal, como los pantalones Oxford de la década del 60 o los bombillas del 70, todo vuelve como un gran sube y baja.

La Argentina tiene ciclos políticos donde gobiernos progresistas o desarrollistas buscan denodadamente el crecimiento de la Nación a través de políticas activas, para luego pasar a ser conducidos por gobiernos liberales donde el estado no tiene ningún tipo de influencia sobre el sector privado, dejando al mercado que se auto regule produciendo el derrame de bienestar para toda la sociedad.

Son dos visiones de la realidad que se contraponen, ambas tienen sus argumentos sólidos en que fundarse y un contexto interno y externo donde desarrollarse.

La división internacional del trabajo creada por las grandes potencias ya determinaba que debía producir, exportar e importar cada nación para satisfacer su demanda interna. Es así como Argentina debería producir alimentos a granel e importar bienes de consumo. Esta teoría fue aplicada a rajatabla por Menem cuando eliminó el proyecto del misil Cóndor o cuando paró la fabricaciones de Aviones en Córdoba.

Hoy la historia se repite con el Satélite ARSAT, Argentina no debe gastar recursos en un proyecto que bien lo puede desarrollar EEUU, el país debe ser más eficiente en la producción de soja, maíz, girasol, etc., donde tiene ventajas competitivas. Esta visión liberal nos lleva a la vieja idea del Granero del Mundo creada a principios del siglo pasado, donde no existía la globalización que permite que el conocimiento esté al alcance de cualquiera que tenga intensión de desarrollarse.

Para los gobiernos liberales invertir en desarrollar tecnología es un gasto que produce déficit, el Estado no se debe inmiscuir en temas que le corresponden al sector privado, los impuestos deben ser canalizados para: La seguridad, la Educación y la Salud.

Esta visión sesgada se contrapone con los viejos ideales Desarrollistas y Progresistas, que veían en la industrialización del país como un camino al crecimiento y al bienestar de la población, donde se crearían nuevas fuentes de trabajo calificados y nuevos nichos comerciales de bienes exportables.

Ojalá que el satélite ARSAT no sea parte del reciclaje de las viejas ideas económicas.

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