viernes 26 de abril de 2024

¿Crónicas de muertes anunciadas? Las obras prometidas que nunca se concretaron (I)

Los gobiernos de turno asumen con promesas de inversiones que muchas veces quedan en el recuerdo. En esta primera parte de un extenso informe de ANB, te recordamos algunas de ellas.

viernes 07 de julio de 2017
La ciudad cuenta con una triste lista de obras que se anunciaron y nunca se finalizaron.
Fotos: Emiliano Rodríguez.
Fotos: Emiliano Rodríguez.

Producción y redacción: Claudia Olate, Gonzalo Contino y Nicolás Malpede
Fotos: Emiliano Rodríguez

Tal como la novela de García Márquez, en Bariloche tenemos nuestras propias crónicas de muertes anunciadas que quedaron en promesas jamás cumplidas. Nuevas obras, inversiones, ampliaciones y reformas que no sólo se prometieron, sino que por lo general se anunciaron con bombos y platillos en distintas gestiones, por distintos intendentes, con distintas voces, pero con un mismo destino: la nada misma. Acá te mostramos los anuncios que se hicieron y que jamás se concretaron.

Las bicisendas que nunca aparecieron

Una de las promesas que jamás se concretó fue la bicisenda reclamada por ciclistas y que el propio exministro del Interior de Nación, Florencio Randazzo, anunció en Bariloche ante el aplauso y ovación de quienes habían pedido la obra desde la muerte de Pablo Ramos, a manos de un joven que conducía a alta velocidad por la avenida Bustillo.

El anuncio puntual se hizo el 13 de julio de 2014, cuando el funcionario nacional llegó a esta ciudad de la mano de la por entonces jefa comunal, María Eugenia Martini. La inversión sería de 5,5 millones de pesos para una bicisenda de 15 kilómetros que recorrería Circuito Chico, en el oeste de la ciudad. La obra estaría instalada sobre ripio y tendría un ancho de aproximadamente dos metros, con estacionamiento para bicicletas, miradores y bancos.

En octubre de 2015, Martini destacaba los avances de los trabajos pertinentes, que no llegaron a nada. En ese momento, un año y tres meses después del anuncio, recién se habían terminado las tareas de limpieza del circuito protegido. Operarios retiraron toda la retama y vegetación que cubría la banquina original y se estimaba que el trabajo estaba en un 50 por ciento.

La intendenta de aquel entonces recorrió el avance de las obras. (Foto: archivo)

A principios de 2016, cuando recién había asumido la intendencia Gustavo Gennuso, una de las primeras aclaraciones que hizo fue que la obra de la bicisenda “no está ni en carpeta”.

“Hay obras sobre las que tengo dudas de su continuidad, porque todavía no comenzaron”, señaló en ese entonces, cuando de las 33 obras presentadas en el marco del plan “Más cerca, más municipio”, solamente “entre 15 y 16” fueron ejecutadas o están en desarrollo, indicó el jefe comunal oportunamente.

Así está la obra de la bicisenda del este: quedó únicamente la pintura sobre el asfalto. 

En la actualidad, la obra quedó en la instalación de postes en la banquina, que imposibilitan que cualquier vehículo vaya a la banquina, pero además tampoco es un terreno apto para la circulación de bicicletas.

En Circuito Chico no quedaron rastros de la millonaria obra que se anunció.

Otra de la bicisenda anunciada y en este caso inaugurada, fue la de Esandi, en la que se invirtieron 200 mil pesos para instalar separadores de ladrillos que a los pocos días ya se habían comenzado a salir. Del acto, participaron funcionarios y vecinos que celebraron la iniciativa, que realmente no fue de gran utilidad.

Se invirtieron 200 mil pesos para colocar separadores que oficiaron de bicisenda en algunas cuadras. (Foto: archivo)

Además, en el acto en el que la propia Martini anduvo en bicicleta, se anunciaron obras similares en distintos puntos de la ciudad, que nunca se materializaron.

Se suponía que la obra continuaría desde Cabo Campos por avenida Las Victorias, ruta 40 y Modesta Victoria, y luego seguiría por otras calles del este a lo largo de 5 kilómetros, pero nada de eso pasó y lo que quiso ser una bicisenda sobre Esandi, ya no existe prácticamente.

¿Y el Mercado Comunitario?

El Mercado Comunitario fue otra de las obras que quedó en actos de inauguración. Años atrás comenzó a hablarse sobre la importancia de tener un espacio comercial de este tipo que abarataría los costos y fortalecería las economías regionales, incorporando a la venta alimentos de productores locales. 

En junio de 2014, Martini anunciaba que la comuna contaba con un lugar -ubicado en Santa Cruz 1100- que se alquilaría hasta construir el propio. Cuatro meses después, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, anunciaba el desembarco de  6 millones de pesos para la construcción del edificio que estaría ubicado en terrenos del Procrear, en el este.

El 20 de octubre de 2014 se oficializaba el subsidio no reembolsable de Nación por un total de 6,2 millones de pesos para la construcción de un edificio de 500 metros. Al día siguiente, se realizaba formalmente el traspaso de las tierras de un privado al municipio. Allí se levantaría el anhelado Mercado Comunitario que mientras tanto, funcionaría en el galpón alquilado.  

Pasó el tiempo y no sólo el edificio no se construyó, sino que cuando asumió Gennuso al mando del Ejecutivo decidió “cambiar el perfil” del espacio. Esta modificación implicaba también mudarlo de lugar y ahora estaría sobre la calle Vereertbrugghen. En julio de 2016 se anunciaba la firma del contrato con Tren Patagónico con un plazo del comodato por 7 años.

El Mercado Comunitario se inauguró hace 7 meses solo para la foto. (Foto: archivo)

En diciembre de 2016 se comenzaron a preparar los festejos por la inauguración de este nuevo lugar que hubo que reacondicionar, ya que no contaba ni siquiera con agua y luz. El jueves 8 se inauguraba un espacio que sólo fue preparado para las fotos, porque desde ese entonces no se volvió a vender allí, aunque en la ruta ya figuran carteles que señalizan el lugar de compras.

En ese momento, el subsecretario de Desarrollo Local, José Luis Zubizarreta, aclaró que hasta fin de año funcionarían en paralelo las dos sedes de calle Santa Cruz 1120 y de Vereertbrugghen en la Estación de Ferrocarril.

El 14 de enero anunciaban que el Mercado estaba próximo a su reinauguración, ya que la fiesta celebrada el 8 de diciembre había sido sólo simbólica, porque no estaban las condiciones dadas para que se instale el espacio definitivamente.  “Estaremos reinaugurando en 30 o 45 días, a más tardar”, señalaron desde el municipio en ese momento.

Actualmente, no hay fechas exactas para la reapertura del Mercado.

Lo cierto es que pasaron casi 180 días y lo anunciado sigue siendo una promesa política. Las excusas varían, pero el gobierno municipal no sabe a ciencia cierta cuándo se concretará la mudanza que celebraron hace 7 meses.

El “Elefante Blanco” que nunca se transformó en teatro

Agosto de 2015. Los artistas de Bariloche recibían una gran noticia. Construirían en la ciudad un teatro público. Iba a ser levantado en el predio donde se encuentra la edificación conocida como "el Elefante Blanco", dentro del Jardín Botánico.

Sonriente, la en ese entonces intendenta María Eugenia Martini junto al en aquel tiempo ministro de Turismo de Nación, Enrique Meyer, colocaron una placa en el lugar donde estaba previsto construirse el sitio.

Con bombos y platillos, celebraron el inicio de la construcción del Teatro Público. (Foto: archivo)

En esos días, el entonces secretario de Desarrollo Estratégico de la municipalidad, Horacio Fernández, informaba que operarios comenzarían a realizar en el lugar tareas de nivelación de suelo, cercado y limpieza. 

La obra, dijo orgulloso, tenía un plazo previsto de ejecución de 270 días. “Es un tiempo relativamente corto teniendo en cuenta la importancia de la edificación”, se animó a decir oportunamente en diálogo con ANB.

La obra avanzó lentamente hasta que cambió la jefatura comunal. (Foto: archivo)

Incluso, la municipalidad iba a invertir en la obra 2 millones de pesos, complementando el aporte de 6,5 realizado por el Instituto Nacional del Teatro (Inti). 

Hoy, 7 de julio de 2017, las obras avanzaron poco y nada, e incluso sigue estando en riesgo su continuidad, lo que motivó una serie de movilizaciones de teatreros locales reclamando por la situación.

Los trabajos -concretados en un 30 por ciento- se encuentran paralizados por la falta de presentación de presupuesto definitivo y el plazo final de obra por parte del municipio al Inti.

Artistas reclamaron numerosas veces por la reactivación de las obras, pero no tuvieron respuestas. (Foto: archivo)

Teatreros de la ciudad le vienen reclamando al actual intendente Gustavo Gennuso que retome las gestiones ante Nación para la continuidad de las obras.

El teatro estatal tendría 600 metros cuadrados cubiertos, con una sala para 300 espectadores y camarines en el primer piso. En la planta baja, un recinto destinado a exposiciones, un bar y oficinas, entre otras dependencias. 

La obra finalmente, se paralizó durante la gestión de Gustavo Gennuso. 

La existencia de un teatro público es un viejo reclamo de los artistas que buscan contar con más espacios de expresión y encuentro cultural.  En síntesis, el “Elefante Blanco” aún no se transformó en teatro.

Ojo con tirarse a la pileta porque no está

Allá por diciembre de 2014, los vecinos de la zona del Alto se ponían contentos. Es que la exintendenta María Eugenia Martini anunciaba eufórica la construcción de una mega pileta olímpica techada en el barrio El Maitén.

Bariloche sigue sin pileta municipal, ni en el Alto, ni en el centro. 

Las obras demandarían una inversión de 8 millones de pesos que estarían dentro del Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba) III.

Los chicos del Alto tendrían una pileta cerca de sus casas para aprender natación y disfrutar del agua. Las obras nunca comenzaron.

El malogrado campus universitario

En febrero de 2012 se colocó su piedra fundamental y en ese momento se anunció que en un lapso no mayor a los 30 meses estaría terminado el Campus de la Universidad Nacional de Río Negro.

El total de la obra contempla una superficie cubierta de 30.000 m2, subdivididos en etapas de construcción, de las cuales la primera corresponde al Pabellón I.

Las obras de la Universidad de Río Negro fueron prometidas desde que se inauguró la institución.

La primera etapa de construcción contaba con una superficie cubierta de 6.300 m2 y 2.300 m2 de exteriores. Tendrá 18 aulas, biblioteca, aula de teatro, aula magna, bar-comedor, enfermería, centro de copiado, oficina de alumnos, bedelía, data center, 6 laboratorios de docencia y otros 6 especiales de investigación y desarrollo tecnológico.

En mayo anunciaron la reactivación de las obras del campus universitario. 

Ese primer pabellón nunca se terminó y su obra fue abandonada en marzo de 2015. En mayo de este año se inició el proceso de licitación para la construcción del Pabellón II -cuyos sobres serán abiertos hacia fines de julio-, pero aún no hay certezas sobre cómo se concluirá la primera parte de la obra. Desde el rectorado de la universidad aseguraron que están buscando el apoyo del gobierno nacional para poder concretarla.

Acá no, allá tampoco: más de 40 años de anuncios sobre el Centro de Convenciones

Del este al oeste, del Jardín Botánico a un edificio de Parques, del financiamiento nacional al apoyo provincial pasando por la posibilidad de pedirles colaboraciones a los vecinos, son las opciones que se manejan desde hace más de 40 años para la construcción de un Centro de Convenciones en Bariloche. Aún ninguna de las opciones se convirtió en realidad.

Este viejo anhelo de la comunidad barilochense tiene sus primeros anuncios en la década del ´70, bajo la intendencia de Osmar Barberis, cuando se inició su construcción en el Jardín Botánico, pero a principio de los ´80 se cortó el financiamiento por parte del gobierno nacional y la obra quedó inconclusa.

El Elefanto Blanco de Bariloche. No fue Centro de Convenciones, ni Teatro Público. 

En ese momento se analizó fuertemente la necesidad de que sea financiada por el aporte de los vecinos, algo que quedó trunco.

Luego, se propuso construirlo junto al Puerto San Carlos, pero aún después de organizarse un concurso público, no se llevó adelante. También se lo proyectó al lado del Bariloche Center, cerca de la estación de trenes y en el acceso a la Virgen de las Nieves. Ninguno prosperó.

Ya comenzado el nuevo siglo volvió a surgir el planteo sobre la necesidad de que la ciudad tenga su propio Centro de Convenciones. Siguieron apareciendo propuestas y lugares. Que se instalase en el edificio de Movilidad de Parques Nacionales, en la avenida Costanera, fue una idea que cobró fuerza y que contó con el apoyo tanto del municipio, como de la Provincia y de la Nación.

En 2012, la idea cambió de lugar y eran las tierras del Ejército, en la zona de la avenida Pioneros y la ruta a Catedral, el lugar elegido por el Comité de Localización del Centro de Congresos y Convenciones y Predio Ferial de Bariloche. Finalmente, ni aquí ni en ningún otro lado se comenzó con la obra.

Ahora, está contemplado dentro de las obras del debatido Plan Castello para la ciudad. Es más, el intendente Gustavo Gennuso viajó a Uruguay para participar del segundo Congreso Latinoamericano y del Caribe de Centros de Convenciones, Exhibiciones y Predios Feriales, con el objetivo de encontrar las mejores alternativas para su desarrollo.

Analizan la instalación del Centro de Convenciones en el Puerto San Carlos. (Foto: archivo)

El tiempo sigue pasando. Van más de 40 años y no está ni en el este, ni en el oeste, ni en el centro. (ANB)

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