El verdadero ajuste
Un análisis de las políticas llevadas a cabo por el gobierno nacional. ¿Qué pasará después de las elecciones?
El gobierno de Cambiemos pecó de soberbio o de ingenuo, imaginó un escenario de pro actividad hacia su gestión de los mercados mundiales por el solo hecho de representar en su filosofía económica al libre mercado, la realidad indicó lo contrario.
Los capitales como las abejas buscan la miel, no les importa la ideología de los gobiernos de turno, solo les interesa hacer negocios a cualquier precio, sino cómo se explica que en el 2016 llegaron al país capitales productivos por usd 6.000 millones y en el 2015 bajo un estado populista arribaron usd 12.000 millones.
Esta falta de visión estratégica que tuvo el PRO, más la reducción de las retenciones al campo y a las mineras, la apertura indiscriminada de las importaciones y la liberación del tipo de cambio, provocó un enorme déficit fiscal (7% del PBI) que lo financia a través de un creciente endeudamiento externo.
El desequilibrio fiscal trató de reducirlo por medio del despido de más de 50.000 empleados públicos, pero no le alcanzó, continuó eliminado gran parte de los subsidios a los servicios públicos (gas, luz, agua, teléfonos, etc.), tampoco le fue suficiente, luego atacó con firmeza al PAMI reduciendo los medicamentos gratuitos y con descuento, no fue bastante, descontinuó planes sociales (Remediar, Argentina sonríe, Cunitas, Conectar igualdad, etc.), no dio resultado y ahora como si no fuese suficiente elimina a más de 70.000 pensiones no contributivas por discapacidad, seguramente tampoco le va a alcanzar.
En realidad estos ajustes no son significativos, me hacen acordar mucho cuando una empresa está en crisis y debe bajar sus costos, lo primero que elimina es el café, restringe las llamadas de teléfono y despide al cadete. Es un mensaje subliminal que se emite para informar que se viene en serio el verdadero ajuste.
¿Cuando y donde será el ajuste? se pregunta toda la sociedad, es muy evidente que será después de las elecciones, ya no les queda tiempo para postergarlo, todos los economistas neoliberales se lo están exigiendo (Broda, Spert, Melconian, Rodríguez, etc.) hasta el propio Fondo Monetario lo está requiriendo.
El donde será, está muy claro, en los salarios que abona el estado que representan el 70% del gasto público, ya en la década del 90 se les redujo a los jubilados y empleados públicos un 13% de sus haberes, hoy la reducción será más sutil, se pretenderá eliminar el ANSES privatizando las jubilaciones y negociando el fondo de sustentabilidad, congelar como lo hizo Menem por 10 años los salarios del estado y reducir a cero los subsidios a los servicios públicos.
Se vienen tiempos difíciles o de bonanzas, según de qué lado del mostrador nos encontremos, estamos mal pero vamos bien, ¿será verdad?.
