jueves 25 de abril de 2024

El antes y el después en la meteorología: una profesión vital para la sociedad

No sólo pronostican el clima para los ciudadanos, sino también que sus funciones son primordiales en la aeronáutica.

sábado 24 de junio de 2017
Gracias a las observaciones meteorológicas, se impidió el despegue de un avión durante la erupción del Puyehue.
Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.

A pesar de que visualizar ciertos trabajos o profesiones sin la tecnología actual se haga difícil, todo comenzó de una manera más rudimentaria que la actual. Hubo quienes hace muchas décadas atrás, por ejemplo, salían sin importar las condiciones del clima, para hacer pronósticos, para determinar la intensidad de los vientos, para saber la cantidad de precipitaciones caídas, para alertar sobre posibles tormentas. Hoy, la meteorología sigue siendo fundamental en la sociedad y gracias a la tecnología, la precisión se elevó muchísimo más.

En Bariloche, todo comenzó hace más de 5 décadas atrás, cuando la ciudad era muy joven y distinta a la actual. Rubén “Tata” Gómez es uno de los que llegó en esa época y comenzó a trabajar en la localidad, cuando los inviernos eran crudos como ahora casi nos cuesta imaginarnos. Para él, que venía de estar en Matienzo, cerca de la base Marambio, el frío quizás no era de lo más duro, pero las condiciones laborales eran otras.

“Nuestro equipo de trabajo eran faroles, lápices y gomas”, dice y añade que su labor era confeccionar observaciones meteorológicas a las tres de la mañana, a las 8 y a las 9 y luego eran enviadas por Código Morse a Buenos Aires. “Era todo muy precario, la información llegaba muy mal, pero lográbamos resultados bastante precisos”, señala.

Gómez rememora aquellos años y recuerda la construcción de la primera cabaña en el aeropuerto donde tomaban los datos. Allí trabajaban por guardias y durante el primer tiempo, la energía eléctrica era un bien lejano, así que se manejaban con kerosene.  “Cuando hicieron el primer aeropuerto nuevo, ya tuvimos una oficina con luz y equipos de comunicación”, manifiesta.

"Tata" Gómez se desempeñó durante décadas como observador meteorológico. (Foto: Emiliano Rodríguez)

“Al principio era todo mucho más complicado, se hacía todo a pulmón”, recuerda Gómez mientras relata anécdotas de los inviernos trabajando en la estación meteorológica. “Cuando nevaba demasiado, nos íbamos a caballo o a pie hasta allá, porque nuestros compañeros también tenían que volver a su casa”, dice y compara con los inviernos actuales, cuando “no nieva nada casi”.

“Antes nos proveían de botas de goma y capas, porque había que caminar de lo lindo para obtener los datos”, recuerda y añade entre risas que “ahora es como ir a trabajar a cualquier oficina”.

Los años, las innovaciones tecnológicas, y la excelencia en capacitación llevaron luego a que las cosas se modificaran en el aeropuerto barilochense y actualmente está catalogado como “uno de los mejores del país”, en materia de previsión meteorológica, según informó a ANB, Martín Hernández, jefe de la Estación Meteorológica.

A diferencia de lo que sucedía antes, actualmente en el aeropuerto se trabaja exclusivamente para la aeronáutica, explicó Hernández. “Ahora lo importante es la visibilidad, es lo que hace operativo el aeropuerto. Anteriormente la visibilidad la marcaba un observador, pero ahora hay un equipo que se encarga de eso”, señala el hombre.

Hernández no duda en volver a remarcar que “el aeropuerto de Bariloche es uno de los que mejor equipados está, por los datos automatizados, porque contamos con equipamiento especial que se adquirió después del volcán”.

Hernández explicó que a pesar de que la Estación Meteorológica del aeropuerto cumple funciones exclusivas para la aeronáutica, también se utilizaron sus servicios para la comunidad en reiteradas ocasiones, como por ejemplo, las últimas erupciones volcánicas. “Cuando fueron los eventos volcánicos, el observador pudo dar alerta de un avión que estaba a punto de despegar, y tuvo que volver”, manifestó.

“Durante los volcanes fuimos las voces cantantes”, resume Hernández quien manifiesta que gracias a los equipos adquiridos, pudieron trabajar de manera mucho más eficaz. Actualmente, los datos obtenidos en las observaciones meteorológicas son mucho más fidedignos a los de antaño, aunque Hernández aclaró que al estar ubicados en la estepa, siempre difiere del clima en la ciudad.

Pasaron los años, las tecnologías se renovaron y los objetivos seguramente, cambiaron. Hernández puede dar fe de todo esto ya que se desempeña en el aeropuerto hace 20 años, “vi todos los cambios”, dijo entre risas. Son nueve las personas que trabajan en el área y que actualmente, corren con las ventajas que dan los avances técnicos, pero que en el fondo, mantienen el mismo compromiso con la meteorología. (ANB)

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