jueves 25 de abril de 2024

¿Por qué es importante vacunarse?

Un especialista en medicina respiratoria nos explica cómo estar preparados para evitar enfermedades.

domingo 21 de mayo de 2017
¿Por qué es importante vacunarse?

Las vacunas son sustancias farmacéuticas, obtenidas gracias a complejos y altamente elabora­dos procesos tecnológicos, que logran extraer de virus y bacterias que afectan al ser humano o a animales, las partes que no producen enfermedad, sino que producen defensas contra esos virus y bacterias.

Ya prácticamente no se administran vacunas con virus o bacterias enteras y vivas (quienes tienen algunos años seguramente recuerdan la vacuna anti­variólica que era inyectada con virus vivos y que producía efectos colaterales que eran práctica­mente la enfermedad. Gracias a esta vacuna, el planeta tierra está libre desde hace varios años de esta enfermedad (la viruela).

Cuando se aplica la vacuna, se inyecta sólo antígenos virales o bacterianos, que despiertan las defensas de los individuos vacunados, contra la enfermedad que produce el virus o bacteria al cual se le ha extraído el antígeno.

No se inyecta más el virus o bacteria entera o viva.

Las vacunas que se aconsejan para evitar complicaciones o enfermedades respiratorias son dos:

Vacuna antigripal, y Vacunas antineumocócicas (o mal llamadas contra la neumonía). Ambas vacunas están en el plan de vacunación para niños y adultos del Ministerio de Salud de la Nación.

La vacuna antigripal se coloca todos los años, porque el Virus de la gripe o Influenza sufre muta­ciones o cambios año a año, que lo hacen diferente cada año. La vacuna se elabora con los virus que circularon en el hemisferio contrario, el invierno anterior (nosotros, en el hemisferio sur, recibimos antígenos de los virus que circularon el invierno pasado del hemisferio norte).

La vacuna antineumocócica, que protege contra la neumonía producida por la bacteria llamada Neumococo Pneumoniae, es para crear defensas contra una bacteria que tiene muchas familias dentro de su especie. La vacuna entonces se fabrica en dos variedades: la más antigua que pro­tege contra 23 familias de Neumococos y la otra que es más moderna, contra solo trece familias, que son distintas de las anteriores y que tienen como características producir Neumonías muy graves llamadas septicémicas.

El esquema de vacunación debe ser entonces, para los nunca vacunados:

  • Vacuna antigripal una dosis con cepas 2017 subcutánea. Repetir todos los años con ce­pas de cada año de vacunación.
  • Vacuna antineumocócica de 13 cepas intramuscular

Se deben recibir en un mismo acto y distinto miembro superior y vía.

A los 6 meses, se debe recibir una dosis de vacuna antineumocócica de 23 cepas. Con esta se­gunda dosis ya no es necesario recibir más la vacuna para las Neumonías Neumocócicas.

Para los ya anteriormente vacunados se debe consultar a su médico para que le recomiende cuál debe recibir.

La administración de estas vacunas cuenta con la recomendación de uso, entre muchos otros, de:

  • Organización Mundial de la Salud (OMS)
  • Organización Panamericana de la Salud (OPS)
  • Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR)
  • Sociedad Europea de Medicina Respiratoria (ERS)
  • Asociación Americana de Tórax (ATS)
  • Colegio Americano de Médicos de Tórax (ACCP)
  • Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT)
  • Ministerio de Salud de la Nación

La fabricación de las vacunas la realizan unos pocos establecimientos en el mundo. El más cono­cido es el Instituto Pasteur de París (Francia).

Cuando se inician las campañas de vacunación, se anuncia que primero se van a vacunar los grupos de riesgo. Pertenecen a estos grupos, personas que, por su edad, o por su trabajo, o por sus enfermedades crónicas están en mayor riesgo de contraer la enfermedad y está más allá de los objetivos de este artículo explicar detalladamente cuáles son.

Lo importante es saber que la única contraindicación de aplicarse la vacuna es tener fiebre o ser alérgico al huevo de gallina. No es contraindicación tener estornudos, tos, mucosidad o expec­toración. (Por el contrario, muchos pacientes con enfermedades respiratorias crónicas tienen esos síntomas y necesitan imperiosamente colocarse las vacunas cuanto antes).

Finalmente, cuáles son los efectos colaterales de las vacunas (efectos no deseados pero que se producen de acuerdo a cada persona y al estado de su aparato inmunitario). Cada vacuna está dirigida a estimular el sistema inmunitario o de defensas del individuo vacunado. La respuesta en general suele ser pocas horas de decaimiento, dolores musculares, fiebre que generalmente no pasa los 38º. Este cuadro dura menos de 48 hs. Puede haber síntomas locales como ligero dolor o picazón en el lugar de la aplicación de la vacuna.

La respuesta ante la vacuna depende de la condición previa del sistema inmunitario de la per­sona que la recibe y de los contactos que haya tenido en los días previos a la vacunación y en general no ameritan ningún tipo de tratamiento.

Siempre consulte previamente a su médico.

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