La diplomacia presidencial en una Tierra que no da respiro

Si hay algo que caracteriza a la actual gestión es que tiene una Canciller de primer nivel, su CV lo avala, pero además tiene un diplomático que está por encima de Susana Malcorra. Macri es sin duda un Presidente que se tomó muy en serio ser el principal abanderado del país en el exterior.

No es casual que en poco más de 30 días se reúna con los Presidente de Estados Unidos, Italia, China, Japón y Alemania. Dos de estos casos inclusive con citas en Buenos Aires. Podríamos sumar a Emiratos Árabes Unidos, que si bien es una parada obligada porque la escala de un viaje a Asia así lo requiere, también se reunió con las máximas autoridades de dicho territorio.

Destacamos que este es quizás su principal viaje al exterior por varios motivos. Primero porque la geopolítica mundial está cambiando día a día y cualquier paso por dar es analizado por propios y ajenos. En ese sentido no es lo mismo ir primero a Estados Unidos que a China. Tampoco es lo mismo ser recibido bajo Visita de Estado. Como ocurrió en febrero en España, la visita de China y Japón fue realizada con el mayor de los honores para un Primer Mandatario.

En el caso de Estados Unidos, si bien no fue así, Donald Trump se encargó de dejar bien en claro que Argentina y Macri es particular, son grandes amigos. Por empezar eligió una residencia presidencial para que el Presidente argentino se aloje junto a la Primera Dama. Pero además avanzó en las conversaciones que lo que es una de las principales preocupaciones para ambos: la situación en Venezuela. Trump habla muy seguido con el Presidente de Perú también y entre él y Macri, busca tener dos aliados. Estados Unidos tiene interés importantes en la patria de Simón Bolívar, entre ellos, el petróleo.

La iniciativa de Macri, casi una obsesión a esta altura, está en cómo revertir la imagen de nuestro país en el exterior. Producto de ello el extranjero en general tiene mejores expectativas que el argentino en particular. Una obsesión tan grande que designó además de un Canciller, a un Secretario de Asuntos Estratégico bajo su órbita y con con despacho en Casa Rosada.

Ahora bien, además de intentar mejorar la reputación del país (reputación es como creemos que nos perciben, no como somos) también Macri cree tener la oportunidad de consolidarse como líder regional en un contexto donde hay muchos presidentes “salientes”. Alguno de ellos con pésima imágen. Por eso se hace determinante que avancen los tratados de libre comercio con otras regiones, como por ejemplo la Unión Europea y Estados Unidos. La invitación a invertir en Argentina que hace Macri en cada una de sus visitas, trasciende a nuestro territorio.

Ahora bien, Argentina no puede liderar nada si Brasil está como está. No sólo por lo que representa en términos de comercio bilateral (el 40% de nuestras exportaciones van hacia allí), sino porque el vecino país es la máxima potencia de Sudamérica. Lo que le pase a ellos, nos afecta directamente. Entonces todos los acuerdos que se estaban negociando, al menos ahora pasarán a modo espera.

El problema es aún mayor cuando la corrupción que azota al país carioca no sólo es política, sino también empresarial. El tango se baila de a dos se suele decir. Entonces así como hay políticos corruptos hay empresarios corruptores. Ambas partes tienen el mismo grado de responsabilidad. La región de alguna forma se ve estigmatizada por las noticias de público conocimiento y retrasan un poco más los planes de nuestro país en materia internacional.

No podemos dejar de mencionar la participación del gobernador rionegrino en la comitiva oficial. La segunda vez en poco más de dos meses. La primera fue a España. Y ahora ésta, donde el objetivo principal fue acordar con los chinos la construcción de una nueva central nuclear para la producción de energía en la zona de Sierra Grande. Volvió a viajar, entre otros, con el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó. Seguramente el tema legislativo estuvo presente en varias de sus conversaciones tanto arriba del avión como abajo. El gobierno necesita de otros bloques aliados en la Cámara Baja y JSRN podría ser uno de ellos el año próximo.

Somos testigos de un mundo convulsionado. Europa trata de hacerle frente a los nuevos formatos de ataques terroristas en medio de una oleada inmigratoria producto de las guerras en Medio Oriente. Elecciones que por momentos se vuelven casi determinantes para el futuro del bloque, caso Gran Bretaña y el Brexit, Francia y Holanda entre otros. Estados Unidos con un Presidente que acaba de cumplir sus primeros 100 días y que todavía tiene en vilo a todo el mundo. Asia, que con China a la cabeza se muestra intensamente activo sobre todo en busca de destinos para financiar obras de infraestructura. Y Latinoamérica que está comenzando a sufrir un proceso de recambio dirigencial que parecería ir más hacia la centro derecha.

Con este escenario internacional tenemos que vivir todos los días y deberíamos ya empezar a acostumbrarnos porque la Tierra se seguirá moviendo por un largo tiempo.