¿Me salvo con una ensalada?
Hoy, nuestra nutricionista Elena Boggio nos da una serie de alternativas para poder disfrutar de una alimentación sana y nutritiva.
¿Se puede vivir a ensalada? Hay tanto preconcepto erróneo en torno a la ensalada. Cuando la gente ve a una persona delgada lo primero que piensa o dice es: “vive a ensaladita, vive a lechuga” o “no come nada”.
Sigamos aprendiendo un poquito más cada día y subamos el ranking de la ensalada, que está vista como algo que solo sabe a pasto, que no llena y que no es fácil ni grata de comer, sobre todo en invierno.
En principio ensalada es una mezcla, que puede ser cruda o cocida y que se come fría. Esta mezcla no necesariamente debe formarse solo por vegetales.
Una ensalada puede ser de frutas: sirve como postre o merienda, desayuno o colación, sin azúcar mejor; puede ser con verduras cocidas y crudas: como las que llevan lechuga o repollo, zanahoria y choclo, arvejas, lentejas u otras legumbres. Puede con vegetales cocidos, como la clásica de papa o rusa. Hay tantas posibilidades de armar una ensalada como gustos y costumbres culinarias existen.
Pero volvamos a la pregunta que hoy nos convoca y continuemos analizando sus matices. ¿Qué sucede cuando solo comemos lechuga o ensalada únicamente formada por verduras?
En este caso nuestro organismo no recibe todos los nutrientes necesarios (como las proteínas por ejemplo). Cuando nuestra alimentación no es equilibrada, nuestro cuerpo comienza a realizar mecanismos de compensación.
Por un lado el metabolismo intenta gastar menos energía si entra poca energía al cuerpo (o sea se hace más lento en lugar de utilizar las reservas de tejido adiposo). Por otro lado sentimos hambre más a menudo y con deseos voraces de comer lo primero que se nos cruce, de forma rápida y sin medirnos. Entonces, que sucede si solo nos alimentamos con ensalada de verduras? Generamos más hambre, ansiedad por comer, posibles atracones y por ende aumento de peso o de masa adiposa en consecuencia a los atracones dados.
Ahora, lo cierto es que se puede vivir a ensalada, la clave aquí es que tipo de ensalada!
Una ensalada que contenga no solo abundantes vegetales, sino también frutos secos (maní, nuez, almendra, castaña de cajú, etc), aceites vegetales (oliva o girasol por ejemplo) proteínas que pueden ser de origen animal (huevos, pollo, pescado, cerdo, carnes, mariscos) o proteínas de origen vegetal (tofu, porotos de soja y otras legumbres) y granos o semillas (chia, sésamo, lino,etc). Con una adecuada proporción de cada tipo de estos alimentos, nuestra ensalada es una comida completa, nutritiva, abundante en cantidad, agua, fibra, vitaminas y minerales y adecuada en energía. Nuestro organismo si recibe una comida balanceada, se comporta se vuelve más sano, eficiente y siempre dispone de energía.
Aquí van algunas ideas de ensaladas que son una comida completa:
Lechugas, rúcula, pera, manzana o banana, nueces o castañas de cajú. Trocitos de pollo, cerdo, un huevo duro o queso roquefort. Mix de semillas, hierbas para condimentar. Aceite y aceto, limón o vinagre a gusto.
Tomates, zanahoria rallada, lentejas, atún o huevo duro, maní sin sal, ½ taza de trigo candeal o arroz. Mix de semillas, aceite y limón o salsa de soja baja en sodio. Un toque de queso rallado.
Repollo blanco y morado cortados bien finos, lechuga arrepollada, tomates o peras (depende si la quiero agridulce o no), cubitos de queso fresco descremado, cubitos de pollo o trocitos de carne o cerdo. Nueces o almendras, aceite y aceto o vinagre. Mix de semillas.
Como dije, hay tantas ideas como gustos y costumbres. ¿Qué ensalada te harías vos?
¡Hasta la próxima y buen apetito!
