Argentina, país generoso

Hace un par de décadas, cuando la Argentina estaba de remate y vendía a precio vil sus empresas del Estado y el sector privado atraído por los dólares del mundo y las tasas de interés que se ofrecían en el mercado local atractivas e insultantes, ofrecieron sus organizaciones al capital extranjero y enajenaban sus empresas fundadas por sus abuelos a principios de la década del 20.

Por aquellos tiempos los argentinos creíamos que estábamos viviendo en el primer mundo, a tal punto que llegaban del exterior procedentes de distintas naciones ejecutivos de empresas que venían para administrar las compañías privatizadas o adquiridas por capitales extranjeros, estos CEOS foráneos supuestamente venían a enseñarnos a los Argentinos como se debía administrar una organización.

Grande fue la sorpresa que se llevaron estos CEOS cuando se encontraron con la realidad Argentina que es muy diferente a la que ellos se imaginaron desde sus países de origen.

Se tuvieron que enfrentar a un monstruo grande que pisa fuerte llamada Inflación que cotidianamente destruye todos los cálculos en la formación de precios, por otro lado y emparentado con la inflación debían luchar contra la devaluación o reevaluación de la moneda (según los momentos históricos) que también afecta a los costos de las materias primas importadas.

También debían tener en cuenta como endeudarse para conseguir capital de trabajo: En pesos a tasas altísimas, pero que con el tiempo y la inflación se iría licuando la obligación o en dólares con bancos locales o en el exterior con tasas más bajas pero con el riesgo a una devaluación (para evitar esta situación se crearon los swap). También tenían que tomar decisiones sobre los excedentes financieros: Hacer un plazo fijo en pesos o en dólares, comparar letras del tesoro, adquirir títulos públicos, invertir en la bolsa de comercio, en fondos de inversión, etc.

Un día estos CEOS armaron sus valijas y se fueron del país, se llevaron consigo un bagaje incalculable de conocimiento y experiencia que les sería muy difícil de adquirir en otras partes del mundo, por supuesto que por su paso por estas tierras no le aportaron nada a la Argentina.

Nuestro país es sui generis, tiene cosas que no se encuentran en ninguna nación del mundo, por ejemplo: Tenemos inflación con recesión. Nuestra moneda se revalúa mientras sufrimos inflación, aumentamos las tasas de interés para bajar el consumo, abrimos las importaciones en forma indiscriminada perjudicando el trabajo local, soñamos con inversiones externas mientras tenemos un 40% de capacidad instalada ociosa, les bajamos los impuestos a las personas que más capacidad tributaria tienen y se lo incrementamos a los que menos tienen, etc., etc.

Todas estas cosas nos hacen diferentes y únicos, el sistema económico Argentino es muy especial, es por ello que debemos contar con profesionales de gran idoneidad, con experiencia y sentido político de la realidad, los CEOS son millonarios, pocos conocedores de temas económicos y sociales, un día se irán de la función pública y como los CEOS extranjeros se llevarán sus valijas llenas de dineros sin haberle aportado nada a la Argentina.