viernes 29 de marzo de 2024

¿Qué le preguntarías a tu nutricionista? (Parte II)

Nuestra columnista Elena Boggio nos traslada parte de las principales consultas que recibe en su consultorio. Seguramente son las mismas que vos te hacés a diario.

domingo 02 de abril de 2017
¿Qué le preguntarías a tu nutricionista? (Parte II)

Hoy viene a mi mente la frase: Todos los días se aprende algo nuevo. Creo que en materia de alimentación saludable hay mucho por aprender y cómo decía en la primera parte de esta nota, hay tanta información circulando que la gente se confunde en lugar de entender.

Sigamos con las preguntas que muchos de ustedes en algún momento se habrán hecho.

¿Comer sano es más caro?

Es a mi opinión uno de los tantos mitos en torno a la alimentación. En realidad lo que resulta caro es alimentarse a base de comida procesada o empaquetada y es quizás ahí donde se confunde este concepto, porque todo lo envasado y rotulado como Light o Diet si es más costoso que el mismo producto sin modificar. Pero volvamos al concepto de alimentación saludable. Si nuestra alimentación se basa en verduras, frutas, proteínas magras, huevos y granos, difícilmente resulte más costosa que una alimentación a base de comidas envasadas, delivery, gaseosas, carnes rojas, embutidos y pan. Con estos ejemplos se entiende aún más: un litro de gaseosa es más costoso que un litro de agua y un kilo de pan es más costoso que un kilo de manzanas. Y por supuesto que el agua y las manzanas son muchísimo más saludables en una alimentación que el pan y la gaseosa! Y que el pan llena mas también es un mito.

¿Comer sano es más difícil?

Creo que aquí la cuestión es cultural y como todo hábito, puede reeducarse. Los tiempos de organización familiar, de cocinar, de ocio en general son cada vez más cortos y esto repercute en que terminamos improvisando sobre la hora que alimentos o comida vamos a preparar. Considerando la realidad que cada uno viva en su dinámica cotidiana, debe hacerse una planificación (asi como usamos agenda para otras cuestiones, debemos organizar nuestra cocina y alacena). En la nota de la semana pasada detallé el cómo hacerlo, los invito a leerla o releerla.En resumen, lo difícil es cambiar el chip mental, no alimentarse sano. Si somos conscientes de donde estamos parados y actuamos en consecuencia, todo (no solamente el alimentarnos) dejará de ser una improvisación.

¿Por qué debemos respetar los horarios de las comidas?

Respetar los horarios de las cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda, cena) con un margen de más/menos una hora es fundamental. Lo es porque de esta forma nuestra glucosa se mantiene estable en sangre y permite que siempre contemos con energía física e intelectual, además que no sentiremos hambre y podremos recurrir a nuestras reservas de grasa. Comer 4 veces al día y con horarios regulares mantiene nuestro metabolismo activo y vital, aquellos que saltean comidas o comen solo una vez al día seguramente tengan poca energía, cansancio y además exceso de grasa corporal. Esto sucede porque al entrar alimento una o dos veces al día, nuestro metabolismo se hace más lento, gasta menos y no puede mantener la glucosa estable en sangre, que es el combustible para todas las funciones de nuestro organismo.

¿Es cierto que no se debe comer mucho en la cena?

Es cierto. Sucede que luego de la cena nuestro cuerpo debe descansar, recuperar durante las horas de sueño la energía y también hacer procesos metabólicos necesarios. Si sobrecargamos a nuestro metabolismo con exceso de comida antes de irnos a dormir, seguramente este exceso termine almacenado como grasa corporal. Y además nuestro descanso y sueño no será tan confortable ya que estaremos con molestias digestivas. Es muy común una cena abundante en la mesa de los argentinos y creo que por eso el desayuno en muchas ocasiones no se hace, quizás porque nos despertamos hinchados, molestos y por supuesto sin hambre.Intentemos hacer lo contrario, realizar una cena liviana, con mucho volumen si se quiere, pero de verduras, la cantidad suficiente de proteína (no medio kilo de asado, por favor) y agua o vino (solo una copa). Seguramente nuestro sueño sea mejor y al otro día nos levantemos con mayor energía y ganas de hacer un desayuno.

Comiendo bien al mediodía, ¿puedo aguantar hasta la noche?

Es muy habitual que durante la tarde los adultos no realicen una ingesta, una merienda o colación. Comencemos por interpretar a qué le llamamos comer bien en el almuerzo. Comer bien significa que no fue poco ni excesivo, que durante 3 o 4 horas posteriores a esa comida mi cuerpo se siente con energía y sin pesadez ni hambre. Si esa es la sensación que tengo, esa comida fue equilibrada para mi organismo. Pero volvamos a la pregunta 3 y ya tenemos la respuesta, es necesario hacer una ingesta cada 4 o 5 horas máximo (aunque no sintamos hambre) para que no bajen los niveles de glucosa en sangre y nuestro metabolismo siga activo. El peor momento para acordarnos de comer es cuando ya tenemos hambre, de ese modo seguramente nos llevaremos a la boca cualquier opción y comeremos muy rápido, que tampoco nos favorece. Se puede aguantar desde el mediodía hasta la noche sin comer, pero no es una práctica saludable.

¿Por qué engordo si como ensalada?

¿Realmente solo como ensalada? Hace cuánto tiempo que solo ingiero ensalada? De qué está formada la ensalada? Cómo la aderezo o condimento? Realizo las cuatro comidas regularmente? Estas son preguntas que yo les dejo a ustedes lectores, ya que es algo común no registrar lo que comemos porque estamos mirando la tele o la computadora, picotear harinas durante la mañana o tarde en el trabajo, agregar aderezos con mucha grasa a la ensalada, hacer cambios en nuestra alimentación y esperar resultados mágicos en solo una semana. En fin, ya lo he dicho en otras oportunidades, las soluciones mágicas no existen, pero si los cambios reales.

¡Muchas Gracias y hasta la próxima!

Te puede interesar
Últimas noticias