martes 23 de abril de 2024

Manzanas y naranjas

La crisis en las economías regionales. Cómo surgen y una probable solución.

domingo 02 de abril de 2017
Las manzanas de Sofovich quedaron en la historia.
Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.

Cada día que pasa nuestros supermercados se asemejan  más a un free shop de un aeropuerto que a un negocio nacional, donde se puede encontrar todo tipo de productos extranjeros a precios internacionales.

En un mismo escaparate o estantes de un supermercado de Bariloche se podían advertir manzanas moño azul y pegadas o al lado naranjas españolas.

Como diría Jorge Guinzburg, en "La Biblia y el Calefón", dos caras de la misma moneda. Las manzanas que utilizaba Gerardo Sofovich para hacer el corte perfecto quedaron en la historia, ya que su productora cerró su planta en General Roca y las naranjas que se asemejan a una pelota marca pulpo brillan con su presencia reemplazando a las de producción nacional.

¿Por qué las economías regionales están destruidas? y ¿cómo puede ser que un producto perecedero extranjero como una naranja tenga el mismo valor que uno local?

La respuesta a la primera pregunta la podemos encontrar en la cadena de precios, donde el productor que es el único que agrega valor al producto y el que soporta todo el riesgo empresarial cobra miserias por su producción, mientras que los distribuidores y supermercadistas se llevan toda la renta.

Para la segunda pregunta la respuesta es muy simple, el mercado común europeo subsidia a sus productores para que no abandonen sus tierras, ya que sería imposible que teniendo salarios en euros muchísimos más elevados que los de nuestros pobres trabajadores golondrinas y abonando un Valor CIF (que incluye: Valor de la mercadería, gastos de transporte y maniobra hasta ponerlo a bordo del barco, seguro, flete, honorarios despachantes, tasas, derechos, etc.) por los productos importados puedan valer más baratos que una naranja que producen en San Pedro Mónica y Cesar Mascetti. 

Sin lugar a dudas el único camino que queda es volver a las viejas Juntas  Nacionales (de Carnes, de granos, vitivinícolas, de algodón, etc.) que fueron eliminadas en la década del 90 a pedido del Consenso de Washington.

Estos organismos le aseguraban al productor un precio sostén que hacia viable su producción y al mismo tiempo regulaban el mercado. No es casual que todas las economías regionales estén en crisis (las yerbateras, las vitivinícolas, las frutícolas, etc.) no volver a las Juntas Reguladoras condenaran a la quiebra a los pequeños productores que no tendrán un precio suficiente para cubrir por lo menos sus costos, mientras los acopiadores y supermercados se llevan todo el esfuerzo de lo producido por los chacareros.

 

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