miércoles 24 de abril de 2024

¿Reforma Fiscal en puerta?

Cada año y con cada gobierno nuevo, aparece esta posibilidad que afectaría a todos los ciudadanos.

domingo 26 de marzo de 2017
Imagen: ilustrativa.

Un clásico que se repite una y otra vez, en cada oportunidad que asume un nuevo gobierno. La amenaza de una reforma fiscal en profundidad aflora como una promesa que siempre o casi siempre queda en la nada misma.

Nuestro sistema tributario está atado con alambre, cualquier cambio trascendental puede producir un descalabro de consecuencias inusitadas en las finanzas públicas. La pregunta del millón es como llegamos a esta situación calamitosa.

En honor a la verdad el gran desajuste se produjo hace muchos años cuando se decidió hacer coparticipables los impuestos directos (Ganancias o Rentas) quitándoles dichos tributos o ingresos de la órbita de las Provincias que eran las recaudaras legales y originales de los mismos. Esta falta de ingresos a las arcas Provinciales generó que las mismas crearan nuevos impuestos para cubrir dicho bache financiero, lo que produjo a su vez un zafarrancho entre impuestos Nacionales y Provinciales con su correlato de aumento en la presión tributaria a los contribuyentes y el nacimiento de la doble imposición.   

También si nos remontarnos a la década del 90 podemos deslumbrar otros desastres fiscales, que surgen como consecuencia de aplicar recetas neoliberales que para eliminar la inflación generaron desempleo y un tipo de cambio fijo y bajo que produjo caída en la actividad económica (recesión) lo que provocó una baja en la recaudación en impuestos a las rentas y a los consumos.

La falta de ingresos fiscales por desplome en el consumo hizo agudizar la mente de los ministros de economías circunstanciales que llegan al paroxismo en la presión tributaria, fue así como Domingo Felipe Cavallo en 1994 aumentó la tasa del IVA del 18% al 21% y también creó el triste célebre impuesto al cheque.

En la actualidad se está mencionando en círculos cercanos al Ministro de Economía la posibilidad de una reforma fiscal integral que tendría como epicentro al IVA (aumentarlo de 21% a 25%) y la eliminación del Impuesto a los Ingresos Brutos en las Provincias.

Otra vez la historia se repite, por falta de ingresos fiscales producto de la baja actividad económica el Gobierno Nacional estudia aumentar un impuesto tan regresivo como es el IVA, perjudicando al consumidor y generando estanflación (Inflación + recesión). Al mismo tiempo le quita ingresos a las provincias bajo la promesa del aumento en la coparticipación por el incremento en la tasa del IVA.  

Como se puede observar son solo parches a un sistema tributario caduco y obsoleto, la verdadera reforma debería basase en potencial al Impuesto a las Ganancias que es el único tributo que representa cabalmente la capacidad contributiva de una persona, aumentar un impuesto indirecto como el IVA hace al sistema más injusto porque iguala a las personas con más recursos con los de menos haciéndolo totalmente inequitativo.

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