Alquilar con hijos y mascotas: una misión imposible

“Alquilo casa para pareja o persona sola, sin niños ni mascotas”, se convirtió en la frase más vista en buscadores de alquiler y avisos clasificados. La situación afecta a un gran porcentaje de personas que buscan rentar un lugar donde vivir, pero que para hacerlo, pareciera que tienen que abandonar perros, gatos y hasta a los hijos.

Las quejas no son pocas y se ven sobre todo en las redes sociales, donde en el último tiempo se multiplicaron las páginas para buscar propiedades en alquiler. Facebook se convirtió en la plataforma ideal, porque la gran mayoría de las personas acceden a través de computadoras o celulares y además se pueden ver fotos, dejar comentarios e interactuar con otras personas que estén en la misma situación.

Desde un tiempo a esta parte, las condiciones para alquilar una casa o departamento parecen haberse resumido a dos: no tener hijos y mucho menos, mascotas. Ahora bien, ¿es legal solicitar esto? ¿Se puede hacer algún reclamo al respecto más allá de las quejas en redes sociales?

En 2015 se creó la Unión de Inquilinos, con el objetivo de trabajar en la defensa de los derechos de las personas que pagan por un alquiler. Verónica Villegas, referente de la organización, informó a ANB que hace más de un año y medio se mantuvo una reunión con el Colegio de Martilleros y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) para plantear esta problemática. Del encuentro surgió la idea de fomentar la denuncia contra los propietarios que soliciten estas condiciones.

“Son medidas abusivas, porque si hay un contrato estipulado en el que se prohíbe hacer ruidos molestos o se multa por entregar el lugar en malas condiciones, no hace falta restringir chicos ni perros o gatos”, consideró Villegas.

En este sentido, la mujer también indicó que “teniendo en cuenta una sociedad basada en la familia, es totalmente ilegal que no le alquilen a parejas o personas solas con hijos, siendo que son los que más buscan alquiler”.

Lamentablemente, al no existir un marco regulatorio al respecto, es poco lo que se puede hacer, pero si se recomienda realizar las denuncias ante la Defensoría del Pueblo o la Oficina Municipal de Defensa e Informes del Consumidor (Omiduc). “De ahí en más, la denuncia seguirá los pasos legales que ellos consideren necesario, pero al menos queda asentado”, explicó Villegas.

“Si no tenés tu casa propia, y tenés hijos y mascotas… ¿Qué haces?” se pregunta Araceli, una joven que busca alquiler desde hace bastante tiempo, pero que se ve impedida de acceder a un lugar donde vivir por no cumplir con los requisitos impuestos por la mayoría de los propietarios.

A esto se suma que, “en los casos donde los inquilinos se quejaron por este condicionamiento, la respuesta es sencilla: ‘no te gusta, buscá otra cosa’”, indicó Villegas. Por eso también, se complica regular la situación.

“Necesitamos un Estado presente que regule estas situaciones”, consideró la mujer y agregó que también el cobro de comisiones es otro aspecto sensible en cuanto a los alquileres, debido a que según lo regula la ley, no debería pagarlo el inquilino, pero “muchas veces la gente desconoce las normativas y por esto no puede defender sus derechos”, sostuvo.

Así las cosas, poder alquilar se convirtió en un lujo al que no todos pueden acceder, no sólo por los exorbitantes precios que piden por algunas propiedades, sino también por los requisitos imposibles de cumplir para la gente con familia o con animales que incluyen al núcleo familiar. (ANB)