Campaña: Modo ON

Empezaron a circular las primeras encuestas en un año electoral. Algunas remarcan la debilidad que tendría el gobierno nacional en la provincia de Buenos Aires, el 40% del padrón electoral. Y sobre todo la necesidad que tendría Mauricio Macri de “colgarse” de María Eugenia Vidal, la dirigente política con mejor imágen del país.

A pesar que el Presidente sostenga niveles altos de imágen, comienza a sufrir una tendencia hacia la baja en cuanto a la aprobación de su gestión. Según Synopsis Consultores, la imagen de Macri tocó su piso más bajo (36.1%), pero gracias a que bajó también la negativa en un orden similar el saldo le da favorable. La inflación y el desempleo (temas relacionados a la economía) siguen estando como las principales preocupaciones de los ciudadanos.

Lo más llamativo y lo que obligará a cambiar la forma de “jugar” al gobierno nacional es que casi el 40% de la ciudadanía, según estos encuestadores, cree que estará peor el año que viene revirtiendo una tendencia positiva hasta noviembre del año pasado. Y no sólo la del país, sino también la personal. Es decir, durante el casi primer año de gobierno se sostuvo la confianza, pero entrando ya el segundo año de mandato un porcentaje importante no tiene muchas perspectivas a que la cosa mejore en los próximo 12 meses..

Eso hace que también la incidencia en el voto varíe. Cambiemos venía sostenido niveles de votación (“si la elección fuese hoy”) sostenidos entre los últimos 4 meses. A partir de enero comenzó a decrecer tocando un piso del 34,5%, contra un 42.1% que aumentó para el “votaría a otra fuerza”. Sin embargo, también aumentó el porcentaje de los indecisos durante las últimas semanas. Esto se traduce en que el oficialismo deberá cambiar sus modos, y la oposición aprovechar la situación.

Por eso no es casual que en su última reunión de Gabinete de 2016, el Presidente Macri haya desafiado a su equipo de gobierno diciéndoles que se acabó el tiempo de los errores. La misma Gobernadora Vidal lo reflejó esta semana en una nota al diario Infobae. “La pesada herencia ya pasó…”.  Lo que el gobierno nacional comenzará a mostrar más que nunca es la gestión. Con las timbradas sólo no alcanza, por eso ya comenzó un raid de anuncios principalmente concentrados en la obra pública. El principal déficit a enfrentar será cómo “colocar” caras y candidatos oficiales en distritos donde no hacen pie y están gobernados por opositores. La provincia de Córdoba esta semana fue una prueba.

Pero también la campaña que será más fuerte a partir del segundo trimestre tiene otros desafíos. Cómo construir territorialidad en provincias donde Cambiemos no es el centro de la escena. Córdoba es un híbrido de alguna forma. Tienen una excelente relación con el Gobernador Juan Schiaretti, pero el amor no dura para toda la vida. Entre el “gringo” y el “gallego” (José Manuel de la Sota) harán del policía bueno y del policía malo cuando este último regrese al país sabiendo que para Macri es una provincia más que importante.

En el norte del país tiene varios dirigentes que hoy son funcionarios nacionales pero con peso propio en sus territorios. Muchos de ellos ni siquiera son 100% PRO tampoco. Aída Ayala y Domingo Amaya (de Interior), José Cano (Plan Belgrano), Julio Martínez (Defensa), Ricardo Buryaile (Agroindustria) son algunos ejemplos de Ministros y Secretarios que deberán decidir (con la anuencia de Macri) si juegan en las legislativas o se guardan para 2019. De todas formas el mensaje que dan algunos dirigentes cercanos al Presidente es que si aspiran a las gobernaciones de sus respectivas provincias, tendrá que presentarse en las elecciones de medio término.

Otra incógnita es qué sucederá en la Ciudad de Buenos Aires, distrito PRO por excelencia. El actual Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta hace fuerza para que Elisa Carrió sea candidata por Cambiemos en la Ciudad, y así de alguna manera obstaculizaría la llegada de Martín Lousteau a la ciudad este año. El actual Embajador de Estados Unidos no competirá contra su aliada política bajo ningún punto de vista. Si Carrió hace esto, le facilita la opción a Vidal (y por consecuencia a Macri) para que Jorge Macri sea el candidato a Senador por la provincia de Buenos Aires. El Presidente necesita a alguien de su máxima confianza en la Cámara Alta, porque no puede depender siempre de Miguel A. Pichetto, y mucho menos en un año electoral. Carrió tiene entre ceja y ceja a Macri (primo), pero también a Sergio Massa.

Si hablamos de Pichetto tenemos que hablar de Rïo Negro. El gobernador Alberto Weretilneck también tendrá que decidir cómo actuar políticamente con el gobierno nacional. Por primera vez presentará candidatos propios por Juntos Somos Río Negro. Deberá mostrarse como opositor pero con cierto equilibrio ya que depende de Nación para financiarse internacionalmente (el gasto corriente aumenta día a día) y para lograr darle un principio de solución a la crisis frutícola de la región. Necesita un fuerte respaldo que si sumamos lo acontecido alrededor de los incendios lo hace mucho más determinante.

Pero el mismo gobierno apunta a un operativo seducción para convertirlo en amarillo aunque sea para este año. Operadores del Ministerio del Interior tienen esa tarea. Cambiemos depende de algunos aliados locales como Oscar Tortoriello de Cipolletti que no hace pie en su gestión según algunos sondeos publicados en estos días. El diputado nacional Sergio Whisky necesita reforzar su presencia, pero tampoco puede descuidar el crecimiento de Gustavo Genusso en Bariloche. Por su parte el representante del Ministerio del Interior en la provincia, Juan Martín, también tiene sus propias aspiraciones.

Por eso hace mucho más importante “la rosca” con el propio Gobernador. Desde el Ministerio conducido por Frigerio tienen un especial trato tanto para el Weretilneck como con su par de Neuquén, Omar Gutiérrez. Saben que necesitan de ellos para generar mayor territorialidad en la patagonia y asumen que durante las elecciones tendrán que lidiar con algunas contradicciones políticas. Sino las diferencias se harán cada vez más fuertes siguiendo el camino que por momentos muestra el Gobernador de Chubut Mario das Neves.