jueves 18 de abril de 2024

Plata dulce

Las similitudes entre el contexto social y económico de esta película protagonizada por Federico Luppi y la actualidad.

domingo 11 de diciembre de 2016
Plata dulce

Plata  dulce es el título de una película Nacional filmada a principio de los años ochenta, cuyo argumento surgió de la realidad social y económica que vivíamos los Argentinos por aquellos años, donde la ideología neoliberal y conservadora impuesta por Martínez de Hoz que era el Ministro de Economía de aquel entonces conducía los destinos del país.

La trama de la película versa sobre la vida de dos concuñados, que tienen una fábrica de botiquines, que por la apertura de la economía y el ingreso de importaciones, empiezan a tener quebrantos. Uno decide vender la fábrica ya que un viejo amigo le propone unirse a su financiera y el otro que no está de acuerdo le compra su parte de la fábrica. Con el tiempo  le empieza a ir cada vez peor y se ve obligado a venderla la empresa. Mientras que su concuñado se encarga de  transacciones financieras que lo hacen progresar muy rápidamente. Sin embargo llega un momento en el que comienzan a investigar los financiamientos que otorgaba y se descubre que toda su financiera era una farsa y es encarcelado, ya que al haber firmado todas las transacciones se lo hace responsable de los fraudes cometidos.

El contexto social y económico en que gira el guión de la película es muy similar al actual, si tuviésemos que hacer un remake solo se deberían cambiar los actores porque algunos ya fallecieron,  durante aquel  período,  cayó la industria, mientras los bancos se multiplicaron y la deuda externa aumentaba de manera exponencial (u$s 45.000 millones). La filosofía de las políticas económicas de esa época se basaba en hacernos creer que el dinero era un bien de cambio en lugar de ser un medio de pago, es por eso que se patrocinaba la llamada "plata dulce".   

El ayer y el hoy casi se unen y los relaciona la trama de una película que es cada vez más actual, nos muestra la apertura y desregulación de la economía del país, que produce una entrada indiscriminada de importaciones a valores muchos más bajos que los de origen nacional, produciendo un desplazamiento en la producción interna, llevando a la quiebra a muchas PyMES de nuestro país, generando desocupación y por lo tanto baja en el consumo de bienes y servicios, también reducción en los niveles de ingresos tributarios, produciendo un aumento importante en el déficit fiscal el cual se financiaba a través del endeudamiento externo que con un tipo de cambio casi fijo (Tablita de Martínez de Hoz) se facilitaba el ingreso de capitales golondrinas y con tasas de interés altas se armaba el combo que incentivaba la bicicleta financiera.

En la última escena se produce un diálogo entre los dos concuñados que es revelador y que define la visón de país que se tenía por aquellos tiempos y que coincide con el actualUno de ellos expresa que "con una cosecha nos salvamos todos"...

Esta visón sesgada del país nos hace creer que solo somos una nación agro-exportadora y debemos aceptar por la división internación del trabajo impuesta por los países centrales nuestro destino de producir alimentos a granel sin ningún tipo de proceso industrial, ¿será por eso que se eliminaron las retenciones al campo y se achicó el presupuesto en Ciencia y Tecnología? La película seguirá teniendo vigencia mientras no cambiemos la matriz económica social del país. Si continuamos privilegiando la renta financiera (Lebacs, bonos, etc.) sobre el trabajo productivo repetiremos los mismos errores del pasado.  

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