sábado 20 de abril de 2024

Buscando un rumbo

El análisis del armado político en el final de año. en los gobiernos nacional y provincial.

domingo 20 de noviembre de 2016
Buscando un rumbo

Termina el año más conversado de los últimos tiempos en materia política en Argentina. Un país gobernado por una fuerza joven y con poco rodaje que logró arrebatarle el poder al peronismo. Se termina el famoso “segundo semestre” marcado por una fuerte sobre expectativa con un Presidente de la Nación que sigue pidiéndole a la ciudadanía que tenga paciencia porque los cambios ya están sucediendo.

Si bien Mauricio Macri goza de buena salud reputacional (mejor la personal que la de gestión), la atmósfera del país siente que debería estar mejor a esta altura del año tras algunas promesas que se hicieron pero que no se cumplieron o no terminan de verse claramente. También es cierto que como sociedad no le damos el tiempo que el gobierno quisiera tener para evitar algunas críticas. Pero quizás nunca tendrán ese tiempo.

El gobierno tiene legitimidad de origen, y tiene que hacerse de la legitimidad de gestión. Para ello hay que tomar decisiones, buenas y malas. Y tener una buena comunicación política que permita legitimar precisamente lo que la gestión hace. Desde el punto de vista político, la mesa chica de Cambiemos (y también su “mesa ratona”, que incluye sólo al Presidente y a su amigo Nicky Caputo) y de todo el arco opositor ya tienen al 2017 entre ceja y ceja.

Las elecciones de medio término marcarán un antes y un después como cualquier elección, pero ésta en especial es un comicio que significará saber si volvemos a la orilla del río, o seguimos y avanzamos contra la correntada. Argentina está viviendo una transición re fundacional como Nación. Sólo el tiempo sabrá si ésta, fue para bien o para mal. Y no estoy diciendo que Cambiemos llegó para quedarse. Que vuelva a ganar el peronismo, o que los radicales tomen protagonismo propio, también será parte de esta transición.

Por nuestro lado, en Río Negro también se puede respirar un aire similar. Juntos Somos Río Negro (JSRN) es un espacio que necesita consolidarse, inclusive como fuerza nacional y por eso competirá con sello propio por primera vez con representantes propios. Pero también para valorizar el mercado electoral, le falta mayor volumen de competitividad. Salvo el Gobernador Alberto Weretilneck, no hay figuras de peso político que le den esa característica. Otro punto similar al de Cambiemos, ya que Macri es la figura destacada del PRO y no le sobran muchos nombres. María Eugenia Vidal es la novedad por sus buenos índices de aprobación a cargo de la provincia más compleja del país en términos de administración y gestión.

JSRN tiene un formato al estilo Frente para la Victoria (FPV), pero en realidad aspira a ser más bien un Movimiento Popular Neuquino (MPN). El primero porque se rodeó de dirigentes de los más variados partidos. Y el segundo porque es una fuerza que desde el punto de vista político, es la más orgánica del país en cuanto a su funcionamiento y gobierna la provincia con mucha territorialidad y cuenta con dirigentes nacionales.

Estos dirigentes, de base peronista, pueden ser aliados o adversarios políticos del gobierno nacional de turno. La buena sintonía que tiene hoy el Gobernador Omar Gutiérrez, en parte por necesidad y en parte por rango generacional con algunas autoridades, hace que hoy Cambiemos lo sienta como un socio político. Tienen nombres distintos, pero se pueden hacer negocios. En el caso de Weretilneck todavía no muy nítido, o por lo menos a mí no me queda muy claro.

Lo que le pasará a JSRN en algún momento, es lo que le está pasando a Cambiemos en este último año. Casualmente las internas, que como he mencionado en alguna oportunidad, siempre existieron pero ahora la diferencia está en que al hacerse públicas toman otra notoriedad porque el PRO particularmente, ya no es un partido vecinal. Y si JSRN aspira a ser algo más que un deseo del Gobernador, deberá someterse a este y otros desafíos.

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