viernes 19 de abril de 2024

¿Hacer el click o naturalizar?

Ante las diversas situaciones presentadas en la vida cotidiana, es necesario cambiar los hábitos alimenticios y no seguir de largo. Lee la columna de la nutricionista Elena Boggio.

domingo 13 de noviembre de 2016
¿Hacer el click o naturalizar?

Llega un momento en nuestras vidas que nos planteamos la necesidad de un cambio. Sentimos que no vamos bien y que debemos renovarnos o ir por otro camino, práctica, costumbre, trabajo, etc.

En muchos casos lo mismo suele suceder con la alimentación. Hablo de ese momento en el que uno se dice: ahora tengo que hacer un cambio en mi forma de comer. Los motivos son muy diversos, por problemas de salud, estética, un cambio en la filosofía de vida, objetivos a nivel deportivo, la llegada del verano.

En contraparte, tenemos la situación en la que no hacemos nunca un click y comenzamos a naturalizar nuestros hábitos alimentarios como algo perpetuo e inmodificable, aunque muchos de esos hábitos sean inadecuados y nos generen problemas de salud.

Aprendemos a alimentarnos desde muy pequeños y casi sin elección, repetimos una costumbre familiar hasta que un día quizás de grandes nos planteamos un cambio en nuestra forma de comer. Y este creo que es un punto importante, lo que aprendimos y como aprendimos a comer fue lo que se enseñó en casa. No elegimos de pequeños cuál era la mejor alimentación para nosotros, lo hicieron nuestros padres o al omitir una elección también nos enseñaron algo.

Por otro lado tenemos la naturalización de ciertas costumbres o hábitos alimentarios inadecuados. ¿Por qué se aceptan? ¿Por qué no se cuestiona la posibilidad de un cambio real y duradero? Ya es un hecho la estrecha relación entre alimentación, salud y calidad de vida, que esperamos para hacer un cambio? ¿Somos impacientes para esperar los resultados?

Al que no puede esperar para ver los resultados de una alimentación saludable acompañada de adecuada actividad física le recomiendo que mire a los niños y adolescentes de hoy. Ellos son nuestro resultado. El resultado de haber naturalizado hábitos alimentarios inadecuados y dejarlos pasar como algo habitual.

En el presente vemos niños con sobrepeso y obesidad y padres preocupados por el peso de sus hijos. Los adultos en general estamos muy ocupados y el asunto de la comida suele pasar a un plano secundario, donde prima la improvisación. Nuestros hijos no se alimentan como deben en esos casos porque eligen ellos lo más cómodo o lo que más les guste y a los padres les gana el cansancio a la hora de poner límites.

En nuestra infancia la mayoría de nosotros se alimentaba de comida caseras, pocos alimentos industrializados, gaseosas solo en los cumpleaños al igual que los snacks.

En ocasiones no podemos evitar muchos de los alimentos que nuestros hijos consumen como así tampoco les dedicamos el tiempo o generamos el espacio para que realicen una actividad física adecuada.

Mi pregunta con respecto a este ahora o click que les llega a algunos es: qué determina ese cambio? Qué nos lleva a decir que es ese y no otro el momento? Por qué no se planteó antes? La alimentación está profundamente ligada a nuestra cultura y como buenos latinos, ligada también a nuestras emociones. Será quizás que ese click acompaña todo un proceso de independencia y madurez emocional que nos permite despegarnos de nuestros hábitos mamados y fijados en la infancia? Esa pregunta se la dejo a Gustavo Marín…

Viendo el panorama actual, los números en cuanto a las enfermedades que se padecen y las estadísticas sobre obesidad y sobrepeso no solo a nivel de la población infantil, creo que es un buen momento para que nos hagamos un serio planteo como individuos y padres. Dejemos de naturalizar lo que parece ser “normal”…porque quizás solo es “común” y puede mejorarse.

Comencemos a ser los arquitectos de nuestra vida, empezando por qué no?.. por nuestra alimentación.

Hasta la próxima!

Te puede interesar
Últimas noticias