viernes 29 de marzo de 2024

Masacre canina en la perrera municipal

Tres perros fueron atacados por otros dos y murieron. Asociación protectora denuncia a empleados municipales por originar “una verdadera carnicería”.

miércoles 26 de octubre de 2016
Foto: archivo.

Una sangrienta masacre canina se registró en la perrera municipal. Tres animales murieron y otros dos están gravemente heridos.

Juliana Bustos, integrante de la asociación protectora Dejando Huellas, informó a ANB  que el hecho se registró este lunes a la madrugada, cuando dos perros agresivos con sus pares que dormían en caniles “fueron liberados a propósito por los empleados municipales del Departamento de Veterinaria y Zoonosis o bien no los encerraron ”.

Ayer (25/10) a la mañana, la veterinaria del área arribó a la perrera municipal y se encontró con “una tremenda carnicería”, aseguró Bustos, quien contó que había tres perros (Rubia, Brisa y Sherri) sin vida, desplomados en el suelo y repletos de sangre. Otros dos presentaban importantes heridas producidas por mordeduras. 

La mujer aclaró que hay dos canes de gran porte en la perrera que “son amorosos con las personas, pero se ponen agresivos con otros perros, por lo tanto a la noche deben quedar encerrados en caniles”. Relató que durante la madrugada del lunes éstos “llamativamente” se encontraban libres y por ende pudieron atacar a sus pares.

Bustos dijo que desde la asociación protectora de animales Dejando Huellas presentarán en las próximas horas una denuncia penal contra los cinco trabajadores municipales a cargo del área de caniles de la perrera, que funciona en el predio de Tránsito y Transporte, en el este de la ciudad.

Destacó que los cinco empleados fueron denunciados en numerosas oportunidades por la organización debido a “maltrato animal, violencia de género e incumplimiento de sus tareas”. En este sentido, confió que en los últimos meses efectuaron cerca de diez presentaciones en el Ejecutivo, el Concejo Deliberante y en la Defensoría del Pueblo, sin obtener respuestas.

“Estas personas no hacen su trabajo como corresponde e incluso increpan permanentemente a los voluntarios que vamos a colaborar”, expresó Bustos, y remarcó que unas cuarenta personas -todos miembros de Dejando Huellas-se acercan a la perrera de lunes a lunes para cocinarle a los animales, pasearlos y curarlos, entre otras tareas.  

“El alimento balanceado que le dan para comer es de pésima calidad, por lo tanto les preparamos arroz con carne para reforzar”, afirmó, e insistió en que los dos perros en cuestión “son buenos con las personas, pero por precaución a la noche deben estar en sus jaulas”. (ANB)

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