Esquiar: más que un deporte, un desafío

Desde hace 24 años, Virginia Debita y Reni Viaene, lanzaron Fundación Desafío Bariloche, con el objetivo de, a través de la práctica del esquí, brindarle a personas con discapacidades físicas o mentales una instancia de desarrollo de nuevas habilidades, superación personal, socialización y mejor calidad de vida.

Muchos son los chicos que participan del programa, todos esperan con ansias que llegue el invierno y así poder practicar ese deporte que tanto los estimula, de todas maneras, el esquí es sólo la herramienta. El aprendizaje va más allá de lo técnico, la huella que deja en su alma es lo que hace que niños de todas partes del mundo se acerquen a la fundación ubicada en la base de Catedral para disfrutar de su semana en la montaña.

Para Catedral Alta Patagonia es un honor apoyar a Desafío Bariloche, sabemos la importancia de esta actividad para los chicos que participan y sus familiares. Colaborar desde nuestro lugar en el desarrollo, la inclusión y estimulación en diferentes aspectos de este grupo de niños es algo que nos enorgullece.

Durante 2016, en el marco del programa de Responsabilidad Social, Catedral Alta Patagonia colaboró, como lo viene haciendo desde hace varia temporadas, con los pases requeridos para alumnos e instructores, y así facilitar la posibilidad de llevar a cabo la actividad de la fundación.

Por otro lado, a partir de las acciones realizadas en el Día del Niño, Fundación Roberto Trappa, donó la suma de 100.000 pesos, para la compra de nuevos materiales, con el fin de potenciar el programa y colaborar en su desarrollo.

Fundación Desafío Bariloche está compuesto por un equipo de siete instructores que trabajan voluntariamente. En épocas de mayor demanda, más profesores son contratados y previamente capacitados, tanto en lo técnico como en el abordaje emocional.

Para todos los chicos que participan del programa de Desafío Bariloche el esquí es una excusa, se trata de algo mucho más grande, que provoca un quiebre en su destino, en sus objetivos y su forma de desenvolverse. Ahora, todos con una gran sonrisa en la cara dicen ¡Somos esquiadores!.