miércoles 24 de abril de 2024

Lo que natura no da, Salamanca no presta

Los líderes de antes y de ahora. El marketing y los medios de comunicación.

domingo 02 de octubre de 2016
Lo que natura no da, Salamanca no presta

Argentina tiene como forma de gobierno un sistema presidencialista, el cual implica que todo el poder que ostenta el Ejecutivo Nacional recae en una sola y exclusiva persona: "El Presidente de la Nación", que representa al país ante la comunidad internacional, exhibe el control político de la administración pública, es jefe de las fuerzas armadas, responsable de la política exterior, tiene el derecho de vetar y promulgar leyes, etc.  

Semejante responsabilidad y poder debería recaer en una persona con un considerable liderazgo, preparado para conducir los destinos de un país integrado por varios millones de personas con todo lo que ello implica en materia social, cultural, económica, etc. Su visión estratégica de la Nación será la que posibilite el crecimiento sustentable de la República en el tiempo, definiendo a través de la misma que futuro provisorio tendrá cada uno de los habitantes del territorio nacional.

En el pasado la Argentina supo tener grandes líderes carismáticos y estadistas que basados en su inmenso sentido de percepción sabían de las necesidades de su pueblo y las satisfacían a través de sus políticas sociales, laborales, culturales. etc. Poseedores de un gran conocimiento por ser altamente ilustrados tenían una perspectiva de la Nación con respecto a su inclusión en el Mundo clara y visionaria, así fue como hoy la Argentina posee: La CNEA, INVAP, CONICET, ELMA, FM, YPF, AA, etc.

Los tiempos cambian y nos debemos adaptar a la nueva situación, donde esos líderes carismáticos no aparecen con asiduidad. Es por ello que afloran cursos de liderazgo como el de Situational Leadership de Ken Blanchard, para capacitar a los futuros líderes (como si a un Diego Maradona se lo podría crear practicando la gambeta de conitos), por supuesto que también la tecnología y los medios de comunicación modernos puede ser un auxiliar asistente de un líder a través de Facebook, Twitter, encuestas públicas de opinión, etc.  

El verdadero Líder posee el sentimiento del amigo, porque sufre como si fuese en carne propia el problema que acosa a su pueblo, por lo tanto no necesita de encuestas que muchas veces son inducidas para conocer las necesidades de su Nación, tampoco precisa de la publicidad oficialista para mostrarlo sensible y perceptivo, no utiliza el teleprompter para comunicar sus ideas, las cuales las tiene muy bien incorporadas a su matriz ideológica, no utiliza trolls para descreditar a la oposición, no precisa que le armen un relato o un diario de lo que sucede en la sociedad, el sabe con exactitud cuáles son las dificultades y como se solucionan.   

Los grandes líderes y estadistas no se hacen como creen algunos marketineros que piensan que pueden transformar a una persona vulgar en un líder como si fuese un personaje de Hollywood. El verdadero líder nace con ese don que Dios les dio, ese liderazgo carismático intuitivo  lo lleva en su ADN, ese sentido de la percepción que tienen arraigado en su personalidad no se encuentra en cualquier mortal, solo lo tienen los iluminados, los diferentes, los únicos. Por todo lo dicho se podría concluir que "Lo que natura no da, ni los medios de comunicación ni el marketing no presta".

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