Con solo motivación no alcanza

"Vamos que se puede", arenga nuestro Presidente al público que lo mira atónito. Por supuesto que él está convencido o no que se viene un gran cambio pero el resto de los jugadores, los que manejan la pelota , lo estarán o solo juegan para ellos como el morfón que agacha la cabeza y no mira a su compañero mejor ubicado para darle el pase y hacer el gol.

Nuestro Presidente, el DT de la económica Argentina,  decidió que el equipo que saldrá  a la cancha a defender el bienestar de toda la Nación estará compuesto por: Un arquero (Los Bancos), una línea de cuatro (Las empresas), un medio campo (Los supermercados) y una delantera (El Campo). En el banco de los suplentes estarán los trabajadores a la espera de posibles cambios.

El DT o sea el Presidente diseña una estrategia neoliberal para que el equipo pueda ganar el partido, y antes de salir los jugadores al campo de juego los motiva prometiéndoles  un futuro provisorio. Pero la realidad se choca con una gran verdad, nuestro equipo está compuesto por individualidades que solo les interesan su propio juego y no el conjunto.

Es así como el arquero por ejemplo, los Bancos atajan como Ubaldo Matildo Fillol  que vuela  de palo a palo solo cuando pueden prestar dinero a altas tasas interés, sino atajan sentados en una silla, absorbiendo la liquidad del sistema provocando desinversión en el mercado.

Los cuatro del fondo, las Empresas que en teoría deben defender la última línea, le ponen garra siempre y cuando tengan un dólar alto para exportar y un mercado interno dinámico a quien ofertar, sino cuentan con esas condiciones dejan de invertir y sin empleo a miles de trabajadores.

Nuestro medio campo es muy dinámico (los Supermercados)  y juegan como la naranja mecánica holandesa si y solo si el DT los deja ser formadores de precio con altos márgenes de rentabilidad, en caso contrario puede provocar un gran desabastecimiento interno.     

Por último tenemos a los delanteros, el Campo que se creen la estrella del equipo porque son los que hacen los goles cada vez que liquidan sus exportaciones. Por supuesto que rompen la red siempre y cuando tengan un dólar alto y sin retenciones, porque si no juegan donde da la sombra del estadio y no se acercan al arco ni por casualidad. Con esa forma de jugar producen una restricción cambiaria por falta de divisas. 

Si fuese solo motivación pondríamos a Caruso Lombardi de DT  y ganaríamos todos los partidos. El problema pasa que los actuales titulares que salen a la cancha juegan con la estrategia del "Antón Pirulero,  donde cada cual que atiende a su juego". El Estado debe asumir su rol de intervención y no dejar que libremente cada jugador de la economía juegue como le plazca. El país es un todo donde cada factor económico interviene. Eejar al trabajador fuera del campo de juego como si fuese una variable de ajuste, es como dejar a Lionel Messi en el banco de los suplentes.