Trasladarán a los feriantes de Onelli
Serán reubicados en cuatro espacios antes de la primavera. Por ahora no pagarán tasas municipales. “No va a quedar nadie vendiendo en la calle”, advirtió a ANB el jefe de Gabinete.
Los vendedores de la feria de calle Onelli deberán trasladarse a cuatro espacios en donde seguirán comercializando su mercadería.
El jefe de Gabinete, Pablo Chamatropulos, dijo que “antes del 21 de septiembre” todos los feriantes estarán reubicados. Señaló que los cerca de 300 puestos permanentes que se encuentran hoy en día en la feria San Cristo serán trasladados a un predio lindante a la feria Antú, al gimnasio Las Quintas, un salón de juegos para niños ubicado en Onelli y Brown y a El Paseo de compras Onelli que tiene ingreso por esta arteria y también por Santa Cruz.
El funcionario aclaró que en el caso del terreno vecino de la feria Antú los feriantes pagarán un alquiler al propietario del lugar. Allí se construirán pasillos de cemento para circulación.
Chamatropulos destacó el trabajo “cuidado y de mucho diálogo con los feriantes” que, según aseguró, realizó el municipio en los últimos meses. Indicó que la intención primaria es “dejar la vereda libre” y mejorar las condiciones de trabajo de los vendedores.
En este sentido, adelantó que luego de esta primera etapa, se pondrá en marcha un plan para que los vendedores paguen una tasa municipal.
“También tenemos en carpeta empezar en un futuro no muy lejano con verificaciones de mercadería y controles bromatológicos”, sostuvo el jefe de Gabinete, en diálogo con ANB. En tanto, reconoció que este reacomodamiento puede llegar a generar críticas de las cámaras empresariales, pero señaló que “el problema con los feriantes de Onelli viene de larga data y lo que hay que tener en cuenta es que esta gestión es la primera que está haciendo algo concreto para dar respuesta a la situación”.
Paseo de compras Onelli, uno de los espacios que utilizarán los feriantes (foto: Emiliano Rodríguez)
La polémica centrada en la feria fue y es mucha y los intentos de desalojo con efectivos policiales incluidos, también. Años atrás, en 2010, un grupo decidió alquilar un lugar techado para funcionar. Así, 35 personas bajo la denominación Cooperativa Antú continuaron trabajando fuera de la calle. Pero no todos aceptaron ni formaron parte de la decisión.
La feria motiva las críticas constantes de la Cámara de Comercio que denuncia la existencia de una “competencia desleal” con los dueños de los locales de Onelli que, a diferencia de los feriantes, deben pagar los impuestos. (ANB)
