Dread Mar I: “El que reniega del éxito lo hace de canchero”

Un aniversario, una meta alcanzada o un número redondo, pueden servir como punto de inflexión o como un momento  para detenerse y mirar hacia atrás el camino recorrido. Mariano Castro, que casi sin querer se convirtió en Dread Mar I para el resto de los humanos, llega a Puerto Rock Bariloche este viernes a las 22, para presentar el disco y DVD 10 años en el que compila toda su obra.

- ¿Este disco fue como un balance de la primera década musical?

- En lo personal, el balance viene por el lado del crecimiento, de la madurez, siento que manejo otras herramientas en mi trabajo. Y eso es lo más gratificante para mí. En lo musical, es ver que entregué todo en el escenario, el poder cantar una canción de mil maneras distintas y que siempre me guste.

- Y ese esfuerzo tuvo su premio…

- Trabajé mucho para poder lograr todo lo que se logró. Nunca nadie vino a regalarme nada, ni tuve una compañía por detrás proponiendo desafíos nuevos. Fue todo pasar del pensamiento a la acción. Cuando estás solo nadie viene a golpearte la puerta y traerte todo en bandeja. Hay que sacrificarse. Yo salí a buscar y no me quedé esperando, fui a tocar donde tenía que ir, me metí en el estudio que debía estar y eso te da la gratificación de haber trabajado tanto.

-¿Qué quedó de aquel joven que hace 10 años quería ser alguien en la música?

-La percepción que tengo es la misma porque nunca estuve enfocado en ser alguien. Mi decisión siempre fue hacer las cosas bien en la música porque la amo. Todo lo que me pasó vino por esa vocación. Le puse todo a la música.

-Alguna vez contaste que tus padres eran panaderos, ¿cómo entró la música en tu vida?

-Mis viejos eran panaderos y estuvieron 25 años metidos ahí. Pero eran muy musicales, todo el tiempo sonaba algo, cuando iban a una fiesta la descosían bailando, y si bien no fueron músicos, mi vieja cantaba arriba de las canciones y no desafinaba nunca. Siempre hubo un cassette o un disco a mano. Jamás pensaron que me podía dedicar a esto, pero yo sabía que panadero no iba a poder ser.

-¿Qué artistas sonaban en esos discos?

-Escuchaban mucho Dire Straits, Rolling stones, Pink Floyd, Tina Turner… muy poca música nacional.

-¿Y vos arrancaste escuchando eso?

-Nunca fui muy rockero, al principio oía cosas más darks, como Depeche Mode, Sister of mercy o Joy Division. Siempre digo que cuando empecé a ir a boliches no iba a buscar minitas, lo que quería era escuchar las canciones que me gustaban a todo volumen. Hasta que un primo me trajo un casete de Bob Marley y ahí me volví loco, luego descubrí UB40, Peter Tosh y me fanaticé por el reggae. Y un día oí Los Cafres y pensé que se podía hacer este género en castellano y bien, y ahí me cambió todo el panorama.

- Van 10 años de una carrera de alta exposición, pero muchas veces se condena el suceso. ¿Hay poca tolerancia al éxito?

- La gente quiere que siempre seas under, que ellos puedan manejar la situación. Cuando se les va de las manos, ya no les gusta, dicen que sos un careta. Por ahí el que está hablando tiene 13 años, dice careta y no tiene idea de la vida aún. Hoy siento que la crítica se vacía de contenido, si todo el mundo habla y critica, por eso el artista le deja de prestar de atención a la crítica, cuando antes, que te critiquen te ayudaba a hacer cosas nuevas o cambiarlas. Hoy son todos dueños de la verdad, es como un contagio. No hay tolerancia porque hay mucha gente frustrada y si ven que a vos te va bien, les re molesta. Desde una compu o un celu cualquiera dice cualquier cosa, pero si te los cruzás en persona te dicen que sos un fenómeno. Cuando criticás desde la envidia, el problema lo tenés vos.

-Vos no renegás de tu éxito y eso se ve cuando manifestás entusiasmo al oír las mil versiones que hay de "Tu sin mí"…

-A mí me divierte tener una versión de un tema que hice yo. Me encanta, cómo voy a renegar de mi obra. Si la gente lo recibe súper bien cuando lo canto en vivo. El que reniega de un éxito lo hace de canchero. (ANB)