“Los chicos tienen naturalizado el consumo de alcohol”
Alejandro Palma, del Colectivo Al Margen, manifestó que es una de las problemáticas más graves. A los 12 años suelen comenzar a consumir.
La llegada al hospital de una adolescente de 15 años en coma alcohólico despertó una vez más la problemática que afecta a los niños y jóvenes de la ciudad, donde el consumo de alcohol y tabaco suele comenzar a los 12 años.
Alejandro Palma, integrante del Colectivo Al Margen, señaló que “los chicos tienen naturalizado el consumo de alcohol como una manera de diversión”. En este sentido, señaló el hombre, hay distintos factores que recrudecen la situación o que colaboran con ella: la falta de contención social, la crisis socioeconómica que se vive y la publicidad.
Actualmente hay pocos programas estatales que trabajen sobre la prevención de adicciones. El rol lo terminan cumpliendo así, organizaciones sociales que trabajan con jóvenes en distintos puntos de la ciudad.
Palma sostuvo también que los sectores más afectados por el consumo de alcohol y drogas suelen ser los barrios populares, debido a que la falta de oportunidades que los atraviesa y “la vulnerabilidad social en la que se encuentran” llevan a encontrar en las adicciones, un escape a su situación. “Muchas veces los chicos no cuentan con un respaldo familiar, no ven un proyecto a futuro y terminan consumiendo alcohol como un desahogo”, consideró.
Actualmente se redujeron, debido a los problemas económicos, las salidas de los jóvenes. “Prefieren quedarse en su casa tomando con amigos que ir al centro a algún lugar, por el gasto que implica”, indicó y añadió que “esto genera una autoexclusión” de los jóvenes que terminan por “invisibilizarse”.
Al consultarle sobre las posibles soluciones a este problema, Palma no dudó en sostener que “primero hay que cambiar los contrastes abismales que hay en esta sociedad”, en relación a las oportunidades a las que acceden los jóvenes dependiendo de su status social. “Hay que atacar las diferencias sociales, culturales y económicas de un pibe del Alto con otro del Centro y después ayudarlos a ver que el consumo no es sinónimo de diversión”, sentenció.
En relación a las oportunidades para los jóvenes, Palma señaló que es la “única manera de que puedan pensar en un futuro. El chico que piensa que siempre va a vivir de changas, que no va a haber trabajo o estudio para él, no siente la necesidad de abandonar las adicciones”, finalizó. (ANB)
