jueves 25 de abril de 2024

Claves para entender la causa Arbos

Fue el primer juicio donde la Oficina Anticorrupción actuó como querellante en el interior del país. Enterate que dijo en su momento el abogado de la OA de los cuatro condenados y la reacción de Cortés cuando le preguntaron si podía ir a prisión.

viernes 17 de junio de 2016
En febrero de este año, Cortés respondió de esta manera cuando lo consultaron si podía ir a prisión.

“Mirá la pregunta pelotuda que hacés”. Cuando en febrero Wálter Cortés respondió de esta manera a un periodista de ANB que le preguntó si se imaginaba que podía llegar a estar en prisión, en el fondo sabía que el gran laberinto judicial que habían armado durante casi 17 años estaba por llegar a su fin. Acaso la pregunta lo incomodó tanto porque de alguna manera, el pedido de detención estaba más cerca que nunca.

En el juicio que se realizó en 2014, en Roca, Cortés junto a Zúñiga fueron dos de los imputados que más defendieron su rol dentro de la administración del expoliclínico Arbos, que ahora está convertido en un edificio abandonado.

Intentaron justificar la administración de esos dos subsidios que habían logrado del gobierno de Carlos Menem (en 1.999), de 185.000 y 1.750.000 pesos/dólares que por ese entonces iban a ser utilizados para sanear las cuentas del centro médico.

En una inexplicable serie de argumentos intentaron convencer al tribunal de cómo se había gastado ese dinero que fue a parar a dos empresas fantasmas (Surtsay y Fox Valley) que ellos mismos habían armado y de la cual eran socios mutuos.

Pero qué dijo el representante de la Oficina Corrupción durante ese juicio:

De Ovidio Zúñiga, la Oficina Anticorrupción dijo que “tuvo un papel claro como presidente del directorio en la gestión y preparación previa para obtener los subsidios (...), presentó la documentación contable de Goye, firmó y presentó un informe de Surtsay (empresa “fantasma”) sabiendo que Madrazo también era representante del policlínico”.

Y firmó los cheques.

Wálter Cortés era socio y presidente de Fox Valley, una de las empresas donde fueron los subsidios. La Oficina Anticorrupción sostiene que “avaló” a Zúñiga en la extracción del dinero de un subsidio.

Víctor Carcar “confesó el hecho, simplemente nos dice que el dinero fue utilizado para pagar acreedores”, dijo. Además “fue socio y presidente de Fox Valley”.

Omar Goye “tuvo un papel preponderante tratando de dar una pátina de legalidad a estos subsidios para luego ser obtenidos y rendidos”. Participó, según la acusación, en la preparación de las dos empresas fantasmas. Integró una de las sociedades.

Por ese entonces, la querella y el Ministerio Fiscal representado por Mónica Belenguer, habían solicitado que sean condenados a 6 años de prisión. El Tribunal Oral Federal los condenó a 4.

 

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