viernes 19 de abril de 2024

El tiburón más grande que existió, el Megalodon

Se estima que el espectacular depredador marino tenía una boca de 2 metros de diámetro y medía más de 20 metros. ¿Cuáles fueron los motivos de su extinción?

domingo 12 de junio de 2016
El tiburón más grande que existió, el Megalodon

La historia de la vida sobre la Tierra puede remontarse a miles de millones de años (3.000 millones de años). Hoy sabemos que la vida comenzó en los mares del Precámbrico y tardó varios miles de millones de años en generar animales con cuerpos constituidos con muchas células, tejidos y órganos. Unas de las primeras formas de animales con cuerpo, mandíbulas, vértebras y miembros fueron los peces. Muy rápidamente en el Devónico (hace 400 millones de años) los peces se diversificaron en varias formas de vida, viviendo en los fondos fangosos, comiendo algas o mariscos, nadando casi en la superficie y comenzando una cadena alimenticia hasta llegar a ser grandes depredadores.

Algunos peces, aunque careciendo de fuertes huesos en su esqueleto, lograron adaptarse a un modo de vida que sin duda fue muy exitosa, ya que sobrevivieron por millones de años, traspasando grandes mega-extinciones a lo largo del tiempo y llegando a convivir con nosotros en la actualidad. Pocos animales prehistóricos alcanzaron a lograr lo que estos peces realizaron. Sin duda hablamos de los tiburones o peces cartilaginosos. Estos peces carecen de carbonato en su esqueleto y sus huesos son totalmente cartilaginosos. Esta característica hace que no se encuentre mucho registro fósil de sus esqueletos, ya que sus cuerpos son más fáciles de descomponer y poco de ellos es tan duro como para resistir la descomposición y llegar a nuestros días como fósiles.

Por suerte para los paleontólogos que estudian peces, en general, los tiburones tienen poderosos dientes que sí poseen calcio, por lo que son duros y se fosilizan cuando son sepultados en los sedimentos del fondo de los mares.

 

El gran grupo de los Tiburones

Los tiburones pertenecen a un grupo de peces denominados Condrictios, que también incluyen a las rayas o mantarayas y al pez gallo (también conocido como Quimeras). Si bien, en un primer vistazo, tendrían formas bastante similares en el tiempo, hoy mismo podemos ver que poseen formas tan diferentes como el tiburón ángel, el pez sierra, la manta raya, el tiburón martillo, o el extraño pez gallo. Formas muy curiosas también han ocurrido en tiempos remotos, como el insólito tiburón helicoprion con una dentadura en forma de disco de sierra que le confería una trompa de forma muy particular.

Muchos de estos grupos de peces no poseían verdaderos dientes, sino una placa dentaria constituida por una aglomeración de plaquitas que se disponían como platos arriba y abajo de la boca, con la función de aplastar el caparazón de moluscos (caracoles, ostras y mejillones, entre otros).

El año pasado un grupo de paleontólogos de argentina liderados por la doctora Soledad Gouric (paleontóloga de la Universidad de La Plata) describió las placas dentales de lo que fue un gigantesco pez gallo (o pez elefante) de 9 metros de largo que vivió en los mares de la Antártida en el periodo Cretácico (hace 70 millones de años).

Los tiburones, con los que estamos más familiarizados en las películas y en los documentales, se incluyen en un grupo denominado seláceos. En general, estos sí tienen  poderosos dientes de forma triangular, dispuestos en numerosas hileras una tras otra. De esta forma, sus dientes están apoyados sobre sus mandíbulas cartilaginosas y son reemplazados de atrás hacia adelante a medida que se gastan o se clavan en sus presas más duras. Los tiburones generan centenares de dientes en su vida y los pierden en el fondo de los mares. Es por eso que es tan común encontrarlos en estado fósil (no es que encontramos un tiburón, sino que encontramos uno de sus dientes perdidos).

Los paleontólogos buscan evidencia de la vida pasada en rocas y sedimentos antiguos. En ocasiones, lo que fue en su momento un fondo marino, en tiempos modernos se eleva por las fuerzas de la Tierra y queda en la cima de las montañas. Al caminar entre sedimentos de antiguos fondos marinos es posible hallar diferentes tipos de dientes de tiburones y realizar una estimación de las distintas especies de peces que vivieron en ese momento. Las formas de los dientes de tiburones son muy diferentes, algunos tienen tres cúspides, otros muchas más como los dientes de los perros. Algunos son redondeados y pequeños otros son muy grandes. El doctor Alberto Cione de la Universidad de La Plata ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de estos dientes.

 

Los dientes del Carcharodon megalodon

El famoso tiburón Megalodon, debe su nombre a a que posee dientes gigantes (mega-dientes). Es un tiburón extinto que vivió entre los 16 y 3 millones de años atrás. Su nombre científico está en disputa hace muchos años entre Carcharodon megalodon o Carcharocles megalodon.

Si bien solo se conocen los dientes de este colosal tiburón, el tamaño de sus dientes habla mucho de cómo habría sido su comportamiento y tamaño. El estudio de sus dientes determinó que es un pariente muy cercano al gran tiburón blanco (cuyo nombre científico es Carcharodon carcharius). Hoy sabemos que hay una regla estricta que relaciona el tamaño del diente de un tiburón con el tamaño de su boca y de su cuerpo total.

Del extraordinario Megalodon se han encontrado dientes de un tamaño que superan los 20 centímetros de alto. Utilizando las proporciones de tiburones actuales, con esa medida de diente se reconstruye una gigantesca boca de dos metros de diámetro y un largo total un tiburón de 20 metros. Esto le ha conferido la medalla del súper-depredador más grande en la historia de los mares.

Para animales marinos de estas dimensiones, no habría barreras para surcar todos los mares del mundo, por lo que sus dientes se conocen fósiles en casi todos los continentes, incluyendo Europa, África, América, Asia, Indonesia, Australia y Nueva Zelanda.

En el Museo Paleontológico Bariloche, se expone una gigantesca boca reconstruida en base a dientes fósiles de las más grandes dimensiones hallados en el Gran Bajo del Gualicho, una salina al Sur del balneario Las Grutas (Río Negro). En el museo también se puede observar varios tipos de dientes originales de diferentes tamaños así como placas dentales de sus parientes, las rayas. Las rocas del Bajo del Gualicho, tienen una edad de 15 millones de años, y corresponden a fondos marinos que se formaron con un ingreso marina del Atlántico que casi cubrió toda la Argentina en esa época. En Chile, el yacimiento más famoso con dientes de tiburones, incluyendo Megalodon, está en la denominada Bahía Inglesa, pero estos corresponden a sedimentos del ingreso del Pacífico.

 

¿Cuándo y por qué se extinguió Megalodon?

Los tiburones Megalodon vivieron durante más de 12 millones de años, durante el cual se dispersó en los mares de todo el mundo. Se extinguieron hace unos 2.6 millones de años, durante el periodo de tiempo denominado Plioceno. Esto coincide con el periodo de aparición de las grandes ballenas, que fueron aumentando de tamaño hasta las formas que conocemos hoy en día. Pero ¿cuáles fueron las causas de la extinción de Megalodon? Un misterio sin resolver para los científicos, con muchas preguntas y pocas respuestas.

Los científicos aún están investigando sobre las posibles causas de la extinción de los Megalodon. En el pasado, los cambios climáticos fueron adjudicados como los culpables de la extinción de Megalodon. Cambios en la conformación de los continentes provocaron importantes efectos en el mar. Las nuevas montañas redistribuyen los vientos y las lluvias. Hace unos 7-3 millones de años, se conforma el Itsmo de Panamá, uniendo América del norte con América del sur y eliminando la última conexión circum-tropical que habría facilitado la dispersión de Megalodon por los mares cálidos. Si bien vivió a lo largo de 12 millones de años, los especialistas consideran que no fue una especie exitosa, ya que una gran mayoría de tiburones que convivieron con el Megalodon aún están vivos hoy en día. Los datos más recientes indican que los cambios climáticos no explican la distribución geográfica de Megalodon, indicando que los cambios de temperatura no fueron la principal causa directa de su extinción.

¿Sería su gran tamaño la causa de su extinción? pues aparentemente si: grandes animales pueden comer una gran variedad de otros animales, pero esto implica que al comer más tipos de animales tengan también más competencia por otros depredadores. Por otro lado, los ecosistemas pueden sostener pocos individuos de gran tamaño, ya que ellos utilizan grandes cantidades de recursos naturales. Si por alguna razón, comienza a haber escasez de alimentos, los grandes tiburones habrían tenido grandes dificultades en buscar y cazar su comida. Estudios recientes en base a los dientes, indican que el mayor tamaño alcanzado por Megaldon fue justo antes de su extinción, cuando además parece haber ocurrido el mayor número de ellos en los mares. Hace unos 2 millones de años, la comida para los carnívoros empezó a disminuir drásticamente en los mares, debido a la aparición de nuevos depredadores, como el ancestro de la ballena asesina (las orcas) y el ancestro del actual tiburón blanco por lo que hubo un aumento en la competencia por la comida.

Algunas personas sostienen que animales extintos podrían aún estar vivos en fondos de los océanos, mares y lagos, pero el hecho fáctico y contundente de alguna evidencia concreta siempre recae en historias poco creíbles y sin sustento; como el caso de Megalodon en los fondos de los océanos, donde el nunca habitó, o del famoso Nahuelito en las frías aguas del lago de Bariloche.

Te puede interesar
Últimas noticias