El colectivo fantasma

Por Mario Antonio Bevilacqua (*)

Todos los años  se pone sobre el tapete el valor del boleto de colectivo y siempre se resuelve de la misma manera, sin conformar a nadie y en el ocultismo. Mientras que las empresas solicitan un valor elevado que satisfaga su pretensión de una renta extraordinaria, los consumidores reclaman un valor accesible a sus bolsillos deprimidos, mientras que  el Municipio trata de mediar dejando a todos los actores insatisfechos.

Calcular el valor del boleto de colectivos no es una tarea faraónica ni tampoco es una labor que necesite científicos del Centro Atómico. Como todo cálculo para definir un costo estándar se necesitaría conocer el valor de 2 variables: I) Costo Total Estimado del Servicio y II) Cantidad Estimada de Pasajes. ¿Cómo surge el valor del boleto?, dividiendo el Costo Total Estimado del Servicio sobre la Cantidad Estimada de Pasajes. Como se puede observar el cálculo no representa ninguna ciencia aplicada. La dificultad radica en la obtención de los datos formadores de esas 2 variables y su veracidad.

I) Costo Estimado del Servicio: Las concesionarias deberán presentar un presupuesto anual sobre los costos que corresponderán incurrir para cumplir eficazmente con el servicio público de pasajeros. Dicho estimado comprenderá los siguientes ítems más significativos: 1) Listado de personal con su respectivos salarios, 2) Consumo de combustible, lubricante y neumáticos, por unidad y recorrido, 3) Costo de mantenimiento por unidad (descripción de repuestos y Mano de Obra aplicada), 4) Plan de inversiones que afectará al resultado de la explotación vía amortización de las unidades, 5) Impuestos y tasas, etc.

II) Cantidad Estimada de pasajes: Se deberá conocer la evolución histórica de boletos emitidos y los estimados para el presente periódico.

Es muy probable que el concesionario sea muy pesimista a la hora de elaborar su presupuesto (Elevados costos y menor cantidad de boletos). Es por ello que resultaría imprescindible que el Municipio cumpla con su rol de contralor y auditor de los datos suministrados. Cada partida deberá ser analizada exhaustivamente para su posterior aprobación, inclusive se podría utilizar la técnica del Punto Fijo para verificar la cantidad de boletos a emitir. Para una mayor transparencia en el proceso se debería requerir el asesoramiento de la Universidad de Río Negro, Universidad Nacional del Comahue u otro organismo estatal.  

En septiembre de 2015 se incrementó en un 33% el valor de boleto (de $6 a $8). Pasados 6 meses se solicitó un nuevo aumento del 50% adicional a lo ya aprobado el año anterior (de $8 a$12).

El vecino no conoce los fundamentos de estos aumentos, pero sí tiene conciencia que llegado el caso de su aprobación su salario será afectado significativamente. Por ejemplo para un salario neto de $7.200,00 y para una persona que trabaja en horario discontinuo deberá desembolsar por mes $ 1.440,00 en gasto de transporte, que representa el 20% de su sueldo neto.

El argumento esgrimido por los concesionarios en forma recurrente solicitando el aumento del boleto siempre es el mismo: "Excesivo  costo en el mantenimiento de las unidades".

Aquí tenemos 2 temas a analizar, 1) Antigüedad de las unidades, cuanto más antiguas son las unidades más fondos se deberán destinar a su mantenimiento, se puede observar que la mayoría de las unidades que están en rodaje son modelo 2005 y 2006 (Patente E y F) o sea están totalmente amortizadas (más de 5 años) es por ello que requieren un mayor costo en su conservación, ¿Es culpa de vecino que las concesionarias destinen unidades obsoletas que requieren un boleto costoso que compense dicho gasto? y 2) Calles en pésimas condiciones: Los vecinos pagan la Tasa de Servicios Municipales que tiene por objetivo mantener en condiciones las arterias de la ciudad, también abonan el Impuesto al Automotor que tiene por meta también en una parte de su valor conservar las vías de comunicación de Río Negro y por último a través del Impuesto al Combustible que se solventa al momento del consumo en estaciones de servicios tiene una parte de su componente impositivo el de mantener los caminos de la Nación, ¿Por qué el vecino debe hacerse cargo de la desidia del Estado Municipal, Provincial y Nacional en el mantenimiento de las calles y rutas, abonando un boleto más caro?  

El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, justificó la fuerte suba de tarifas (de $3 a $6) en colectivos de Buenos Aires argumentando que "en términos de plata, no fue tanto". Esperemos que en Bariloche no se repita ese comentario tan desafortunado a sabiendas tras lo indicado en párrafos anteriores la importante incidencia que tiene el costo del boleto sobre el salario de los vecinos.

Nos queda por último hacernos la pregunta final : ¿Por qué en Bs. As. se definió un boleto mínimo de $6 y en Bariloche se pretende elevarlo a $12 (100% de diferencia)? Teniendo en cuenta que en Bs. As. los ómnibus tienen una mayor competencia (Trenes y Subterráneos) que en Bariloche no existe, nuestra ciudad posee un subsidio a los combustibles que en Bs. As. no tienen (20%), es cierto que Bs. As. tienen  frecuencias muy cortas, que Bariloche no dispone, pero dicha frecuencia exigida provoca continuos accidentes y millonarias multas por violaciones de semáforos y velocidad. 

El Municipio tiene la responsabilidad de transparentar este proceso decisorio. Los efectos nocivos sobre el salario de los trabajadores por elevar el boleto a valores significativos están muy a las claras. Su responsabilidad de mediar debe basarse en el bien común sobre las apetencias económicas. Se debe arribar a la verdad no importa cuál fuese su valor. A partir de ahí se deberán buscar los mecanismos (subsidios, compensaciones, etc.) para satisfacer las necesidades de ambas partes. Por un lado mantener el poder adquisitivo del salario y por otro lograr una rentabilidad adecuada para las concesionarias.   

(*) Contador Público.