jueves 25 de abril de 2024

Todos los caminos conducen a Roma

El modelo progresista y el liberal tienen la misma restricción económica. El nuevo plan económico. El acuerdo con los fondos buitres.

domingo 20 de marzo de 2016
Todos los caminos conducen a Roma

Por Mario Antonio Bevilacqua (*)


Desde el 2008 aproximadamente el mundo viene sufriendo un proceso de deterioro en los niveles de crecimiento. Las grandes potencias comenzaron a sufrir en carne propia la baja en la evolución de su PBI (China 6%). Esta crisis mundial está signada por un conflicto financiero producto de la especulación y por otro lado una baja significativa en los valores de los commodities generado por la retracción en la adquisición de dichos productos que produce a su vez un desajuste a nivel global en los términos de intercambio. En resumen, el mundo está dispuesto a ofrecer pero no demandar productos, por lo tanto se produce una baja en los bienes transables que afectarán más a aquellos países que no tienen diversificado su canasta de bienes a ofrecer al mercado mundial.

En esta economía macro está inserta la Argentina. Nuestro país viene padeciendo este contexto adverso y lo viene sobrellevando hasta finales de 2015 con un modelo económico que priorizaba el mercado interno incentivando el consumo vía aumento del gasto público financiado con emisión monetaria (7% del PBI). Este esquema genera inflación ya que no ingresan al país las divisas necesarias para incrementar la capacidad productiva y las reservas del Banco Central, pero al mismo tiempo mantenía tasas muy bajas de desempleo.

Si hablamos en términos futboleros Argentina armó dos líneas de cuatro para defenderse del exterior. Es por ello que creó el mal llamado cepo cambiario, que surge por la escases de divisas producto del déficit en la balanza comercial. Este esquema de restringir los pagos al exterior ya sea por importaciones o por dividendos en efectivos a girar por las multinacionales estaba por agotarse, un país necesita de su mercado interno pero también le urge captar dólares para poder financiar su mercado externo. La falta de endeudamiento era un hándicap que no quiso utilizar el gobierno anterior, por lo tanto solo le quedaba por esperar que mejoren las condiciones externas (precio de los commodities)para que vuelva a crecer el país a valores anteriores de 2008.

A partir de la asunción del nuevo gobierno nacional cambian los paradigmas económicos. El nuevo plan económico tiene como sustento ideológico el equilibrio fiscal, por lo tanto se elimina la emisión monetaria para financiar el gasto público. Esta política tan restrictiva provocó automáticamente un impacto negativo en el mercado interno: Ventas minoristas cayeron un 4.6% en febrero, se redujeron los despachos de cemento un 9.9%, la recaudación creció apenas 26,5%, por debajo de la inflación, la canasta básica de pobreza subió otro 3% en febrero, los despidos ascendieron a 110.000 individuos en los primeros dos meses del año.

El nuevo equipo económico decidió eliminar una línea de cuatro y dejar a Javier Mascherano solo para defender el medio. De esta forma liberó el tipo de cambio que provocó automáticamente una megadevalución del 60% con su correlato de inflación, eliminó subsidios, aumentó las tasas de interés restringiendo el crédito (38%), en definitiva adoptó una batería de medidas tendientes a bajar la inflación a través de la reducción del consumo.

El acuerdo con los fondos buitres solo le dará oxígeno para gobernar sin sobresalto en los próximos meses. Ingresaran capitales golondrinas dispuestos a usufrutuar las altas tasas de interés del mercado(38%), pero no arribarán inversiones genuinas al país para mejorar la capacidad instalada, ya que el país no tiene un mercado interno dinámico dispuesto a absorber nuevas tecnologías ni tampoco posee un mercado externo preparado para adquirir nuestros productos.

En resumen ambos modelos: El Progresista y el Liberal tienen la misma restricción económica "El Mercado Externo". Uno trató de sobrellevar la restricción externa amparándose en el mercado interno y sin endeudamiento, el otro liberando las variables económicas y endeudándose. En definitiva ambos caminos conducen a Roma, un mercado internacional en recesión y sin visualización de cambio, si tuviésemos un Maradona en la economía quizás podríamos convertir un gol como le hicimos a los Ingleses en el 86, pero por desgracia no lo tenemos, solo nos queda esperar que el Dios mercado mejore los precios de los commodities para incrementar la performance de nuestra Balanza Comercial y así mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo.

(*) Contador Público.

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