jueves 25 de abril de 2024

La solidaridad

domingo 28 de febrero de 2016
La solidaridad

El Sistema Tributario Argentino se basa en una palabra clave que es la Solidaridad. ¿Cómo funciona la solidaridad en los impuestos? El ciudadano que tiene capacidad contributiva paga sus tributos para que otro ciudadano que no tiene capacidad contributiva y por lo tanto no paga impuestos pueda hacer uso de los servicios públicos que presta el estado gratuitamente. En otras palabras una persona tributa al fisco para que el Estado pueda brindar servicios que él no recibe directamente pero que otro sí necesita. Los ejemplos clásicos son los hospitales y la educación pública. Los contribuyentes que tienen gran capacidad contributiva envían a sus hijos a colegios privados y tienen prepagas que cubren sus necesidades sanitarias, por lo tanto no requieren en teoría de los servicios del estado, pero si existen otras personas que no tienen recursos que necesitan de las prestaciones estatales. De allí nace la SOLIDARIDAD en los tributos.

Los países que tienen gobiernos que aplican teorías liberales en sus economías tienen muy baja presión tributaria. Por ejemplo tienen un IVA con una tasa de un dígito, tienen un impuesto a las ganancias con escalas no muy progresivas y en muchos casos no tienen impuestos que graven al capital. Esta estructura impositiva tan simplista tiene su correlato en las prestaciones que el Estado debe brindar, no tienen universidades gratuitas, no existen los hospitales públicos, etc., pero sí son muy estrictos a la hora de hacer cumplir las leyes, la evasión es considero un delito muy grave que es muchos casos su condena es la cárcel.

En el otro extremo se encuentran los país escandinavos que a diferencia del liberal poseen un Impuesto a las ganancias exageradamente progresivo a tal punto llega su progresividad que un jefe de área que tiene un salario muy superior a un empleado de su sector. Luego de la aplicación de las escalas del impuesto a las ganancias llega a percibir casi el mismo haber neto que su empleado. Por supuesto que existe una importante contraprestación del parte del estado, la salud es gratuita y de gran nivel y la educación también, pero le agregan un beneficio adicional, para aquellas personas que deciden estudiar en la universidad y no tienen recursos. El Estado les brinda un préstamo para que se dediquen exclusivamente a su carrera y luego cuando se reciben y consiguen un empleo tienen la obligación de devolver dicho anticipo con facilidades (Cuotas).

Como vimos en el primer párrafo la Argentina adoptó el criterio de la solidaridad en su esquema tributario. Este concepto se enfrenta a diario con una gran realidad, la alta evasión y elusión que genera importantes distorsiones e inequidades. El Estado por su afán de cubrir las prestaciones básicas de Salud y Educación convirtió al sistema tributario en un gran zafarrancho, donde el impuesto más regresivo, el IVA (el pobre tributa lo mismo que el más rico) es la gran vedette(representa el 30% del total recaudado por la AFIP), con un Impuesto a las ganancias (recauda un 18%) totalmente desvirtuado logrando que salarios destinados al consumo tributen, o como el impuesto a los bienes personas que tiene un mínimo de $305.000 (porque hace años que no se actualiza ) que obligaría a pagar hasta los propietarios de una casa del IPPV, también nacieron de la nada impuestos como al Cheque (recauda un 7%), a los combustibles, etc.    

El país necesita urgente una reforma tributaria. Por ahora lo que se vislumbra son como siempre pequeños parches. Elevar el mínimo no imponible era necesario, pero por si solo no es una reforma estructural, como tampoco eliminar la 4ª categoría (Renta del trabajo personal) como pedían algunos sindicalistas, sería totalmente descabellado, imagínense un CEO o presidente de una multinacional que cobra por lo menos un salario mensual de $375.000,00, no creo que esa cifra sea destinada el 100% al consumo, debe tributar ganancias obligatoriamente y a una tasa elevadísima, porque seguramente su compañía le debe estar aplicando el famoso Grossing Up (acrecentamiento), donde el Ejecutivo decide cual es monto de salario que desea cobrar libre de impuestos y la diferencia la abona la empresa.    

En resumen el país necesita de un impuesto a las ganancias vigoroso ya que es el único tributo que graba objetivamente la capacidad contributiva de una persona, con mínimos no imponibles que se actualicen regularmente para que el salario destinado al consumo pueda estar protegido y con tasas muy progresivas en los últimos escalones. El IVA debería tener una tasa más baja, pero en el mientras tanto la idea de devolución del impuesto a través de la utilización de la tarjeta de débito para compras de productos de primera necesidad para las personas de menores recursos (Jubilados y subsidiados) sería un paliativo importante.

De nada sirve tener un sistema tributario perfecto si en la Argentina subsisten los altos niveles de evasión y aquí aparece nuevamente la palabra mágica SOLIDARIDAD. Si no somos solidarios con los que menos tienen aportando nuestros tributos como corresponde, seguiremos teniendo una deficiente salud pública y una decadente educación.

 

 

 

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