El amor según Cármen y Vicente

Cármen  y Vicente  se conocieron en Bariloche y en la misma ciudad transitaron las diferentes etapas de su pareja. Este año, en agosto, cumplen 56 años de casados. Pero lo importante de eso “es lo que uno elige para su vida y las cosas que sigue o no compartiendo”, destacan.

Corre mucho viento pero ellos nos esperan y nos reciben con la puerta abierta desde que estacionamos en la vereda. El jardín de la calle Rolando (inconfundible con ningún otro) no es mero decorado, es una de las excusas y preocupaciones que comparten a diario.

 Están sonrientes. Vicente prepara el café mientras Cármen ya comienza a compartirnos parte de su historia y la de otras familias antiguas de la ciudad, por supuesto. Nos muestran algunas de sus fotos, las tienen siempre sueltas y a la mano. “Las que están en la mesita de luz, pa. Pero fíjate que sean lindas, ¿eh?”, advierte Cármen.

Ya mirando las fotos nos cuentan que se conocen hace más de 68 años.  “Yo vine, como muchas mujeres de la comunidad danesa, a trabajar por una temporada… que se estiró un poco”, bromea ella.

Cármen  Haud nació en “La Dulce”, provincia de Buenos Aires.  Arribó a la casa de unos amigos de su familia que recibían anualmente a chicas jóvenes. Resulta que  esa casa era también la casa de un amigo de Vicente.

Vicente Ojeda (sí, el mismo que ganó importantes premios internacionales como deportista andino y que presidió el Club Andino Bariloche durante 19 años) nació al pie del Tronador un día después de San Valentín.

“Se termina mi mandato”, dice entre risas Cármen y cuenta que ella es mayor por un par de meses. “Los festejos en esta casa son el 15, no el 14”, aclara Vicente también a carcajadas.

ANB: ¿Qué opinan de los festejos de San Valentín?

Cármen: eso es un negocio, me parece. Como el día de la madre. Pero bueno dicen que hay que regalar flores, acá hay bastantes por suerte  (risas).

Vicente: Me parece que es como dice ella. Antes no lo escuchaba tanto la verdad. No se festejaba así. Uno festeja a su manera los días que son importantes para la pareja.

Mientras toman el café, ambos responden cómo entienden el amor:

ANB: ¿Qué cuestiones llevan a que una pareja elija estar junta durante tanto tiempo?

Vicente: Creo que se juntan los objetivos o las cosas que querés entre los dos.

Cármen: La verdad es que nosotros desde que salíamos sabíamos que queríamos una familia y lo que nos importaba a los dos cuando iban pasando los años era que nuestras hijas y nietos estén unidos y bien.

Vicente: Eso es lo que te mantiene unido. Es importante que entre los dos fuimos y vamos tirando para el mismo lado por algo que queremos. Son como etapas de la pareja y llegar a ver que se va logrando lo que uno trató de hacer es como una culminación, ¿no?

Cármen: No sé, yo la verdad sigo muy enamorada de vos (y se ríen).

ANB: ¿Solamente alcanza con el amor? 

Vicente: es bueno eso que preguntás. No es tan así la cosa. No siempre es fácil para las parejas y por muchas cosas. Ahora, por ejemplo  yo veo que la posibilidad que tuvimos nosotros de tener nuestra casa enseguida, inclusive antes de casarnos, no es algo tan sencillo. No todas las parejas tienen las mismas posibilidades. No se trata solamente de eso, más vale. Pero para mí lo de la casa fue fundamental para nosotros y la familia que queríamos formar.

Una anécdota inolvidable:

ANB: Ustedes, por los motivos que contaban recién, eligen estar juntos como pareja. ¿Qué pasa cuando las circunstancias cambian y las personas deciden no seguir ? ¿Qué piensan de eso?

Cármen: La verdad es que a nosotros nos cuesta. Somos de los matrimonios enchapados a la antigua y antes era una cosa muy rara, una noticia, un divorcio o una separación. Pero uno tiene que aprender, o va  aprendiendo mejor dicho, porque las cosas van y a veces no y las personas deciden seguir sus vidas de otra manera. Mi nieta me dijo una vez que para ella es mejor que las personas estén separadas y bien que peleándose todo el tiempo. Y tiene razón me parece (risas).

La charla no deja de fluir y no dan ganas de terminarla. Pero como cada año, Cármen y Vicente tienen que prepararse para la cena del Club Andino al que le dejaron tanto tiempo y trabajo. Los dos porque, aclara Vicente, ”en realidad cada vez que yo falté en la casa por tareas o compromiso, ella (Cármen) tenía que hacer el doble de su trabajo para que las cosas estuvieran bien o solucionar situaciones importantes.”

“Las mujeres siempre quedamos anónimas. A veces las personas que ya me habían presentado me volvían a decir ‘mucho gusto’ y a mí me daba mucha risa”, cuenta Cármen, y lanza una fuerte carcajada.

Pero esta pareja es de a dos. No son los personajes de una novela ni creen que el amor sea fácil e ideal. Les gusta ser reales y hoy  son los protagonistas. (ANB)