viernes 26 de abril de 2024

Veintiún años llevando una ilusión a cada hogar humilde

El pan dulce solidario es un hito en la agenda barilochense. Empezó con un grupo de 8 personas desocupadas que querían tener “algo” en la mesa navideña y continúa hoy, ayudando a los que menos tienen.

martes 01 de diciembre de 2015
Foto: Emiliano Rodríguez.

Hace 21 años un grupo de personas comenzó a preparar panes dulces en la cocina – prestada – de la Escuela de Hotelería. Seguramente, ninguna de ellas sabría que se convertirían en un símbolo de la solidaridad en Bariloche. Hoy, miles de panes después, Nicolás Martínez va por más y quiere llegar a las 10 mil unidades que serán repartidas en los barrios de la ciudad y en la Línea Sur.

En la panadería donde se elaboran los panes se hace realidad el refrán que habla de casas chicas  pero  corazones gigantes. En un pequeño lugar ubicado atrás del ex Hogar Gutiérrez hay 7 personas que desde hoy (1/12) hasta el 20, estarán cocinando el tradicional alimento navideño para que llegue a las mesas de los hogares más humildes, en los que posiblemente, ese pan solidario sea lo único que refleje la Navidad.

Nicolás se emociona cuando recuerda el comienzo de este sueño, allá por 1994, cuando un grupo de 8 desocupados llamó a una radio local para pedir colaboraciones. Querían preparar algo para tener en su mesa navideña. “La primera vez hicimos 500”, relata Nicolás en diálogo con ANB al lado del horno en el que este año quiere cocinar 3 mil panes más que en 2014.

En la edición anterior repartieron también en la Línea Sur. “Los chicos me contaron que muchos niños que viven en el medio del campo, recibían por primera vez algo para la Navidad, y eso me emocionó mucho”, sostiene Nicolás. Es por eso que este año el objetivo es triplicar la apuesta y llevar 1500 panes a los pobladores rurales que viven alejados de cualquier mercado, y que muchas veces no tienen más que un pan de campo para compartir el 25 de diciembre.

Pero hacer 10 mil unidades no es tarea fácil. Requieren 4 mil kilogramos de harina, 700 de azúcar, 7 mil huevos y 200 kilos de frutas secas y abrillantadas. “Necesitamos la solidaridad de toda la comunidad para lograr nuestro objetivo”, remarcó el panadero paraguayo, que aún mantiene algo de su acento.

Nicolás habla y resalta la “magia” del evento. Cuenta que este martes, cuando comenzaron con la preparación  de los panes, les faltaban muchos ingredientes y salieron al aire en una radio solicitando la colaboración de la gente. “En menos de quince minutos comenzó a llegar margarina, huevos, moldes”, afirma con alegría.

Esa magia se ve también en el común de la gente que ayuda. La primera donación que recibieron fue por parte de un “changa” que llevó dos kilos de azúcar.  “Ahí es cuando uno piensa en quién da más, si el que da lo que le sobra o el que da lo poco que tiene”, reflexiona Nicolás con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada. Explica además que este año está “sensibilizado” por la partida de sus dos compañeros y amigos, Juan Alberto “Neblina” Vargas y el más veterano que falleció a los 85 años, Ismael Delfino, fieles hacedores de la solidaridad navideña.

Para cumplir el objetivo hornearán 500 panes por día. Hoy comenzaron con 200, porque no tenían más ingredientes, pero las expectativas son que en unos días más “no demos a basto de trabajo”, expresó Nicolás. Ahora los ingredientes más necesarios son margarina, huevos y frutas para continuar a buen ritmo la producción. “Dios está en el corazón de todos, Él les dirá a cada uno lo que puede aportar”, finalizó. (ANB)

 

*Para realizar donaciones, comunicarse al 294 154661712, o acercarse al ex Hogar Gutiérrez, ubicado en Perito Moreno 1435

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