viernes 19 de abril de 2024

Una herida que continúa abierta, 500 años después

El 11 de octubre los pueblos originarios recuerdan su último día de libertad, antes del genocidio cometido por los españoles. “Éramos libres de verdad”, sostuvo en diálogo con ANB, Sanmartiniano Painefil, referente del Espacio de Articulación Mapuche.

lunes 12 de octubre de 2015
Imagen ilustrativa.

Por: Claudia Olate

Hace cinco años se cambió el título al feriado del 12 de octubre, en un intento por subsanar las atrocidades cometidas siglos atrás por la “Madre Patria”. Así, hoy se conmemora el día de la Diversidad Cultural, pero los pueblos originarios recuerdan cada 11 de octubre, el último día de libertad genuina de todos sus hermanos.

“No es fácil hablar de esto”, expresó a ANB con dolor Sanmartiniano Painefil, referente del Espacio de Articulación Mapuche. Aún se nota en las voces de los que guardaron su cultura, el lamento por los millones de vidas perdidas en nombre de una civilización que nunca conocieron. “Antes de la llegada de los españoles, éramos libres de verdad”, sentenció y añadió que “no había enfermedades, y cualquier planta era un remedio”.

Durante casi cien años, se celebró en conjunto con España y otros países de América, el día de la raza. Un festejo que nada tenía que ver con las raíces propias de los pueblos que habitaban desde tiempos inmemorables estas tierras. Durante más de un siglo, la educación inculcó que "grandes héroes y patriotas habían traído la luz de la civilización”, y tristemente, muchos siguen repitiendo el pensamiento.

Que los mapuches son chilenos, que la Patagonia es argentina, que los que pelean en la actualidad por sus derechos no son verdaderos integrantes de los pueblos originarios, parece ser la discusión de estos días, olvidando que por entonces no existían límites territoriales, ni fronteras que exijan un documento para pasar una montaña, ni mucho menos, existían nacionalidades. Todo eso, y más, es parte de la idolatrada civilización que reemplazó a la “barbarie” de la que habló Sarmiento allá por 1845. Civilización que no hizo más que saquear recursos y almas de comunidades enteras. 

“El ‘descubrimiento’ no fue otra cosa que un genocidio” aseguró Painefil y recordó que para los pueblos originarios, el oro y la plata no eran más que “el material en el que expresábamos nuestra arte”. Luego, y desde ese entonces, las sociedades se continúan peleando y muriendo por el dinero y por los metales preciosos.

Ya lo decía el escritor Eduardo Galeano, cuando habló del "descubrimiento", celebrado durante siglos, como la proeza más grande de la Corona española. Fue ese 12 de octubre de 1492, cuando los "nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo". 

Painefil recordó a sus ancestros y remarcó la necesidad de retomar los conceptos básicos de la cosmovisión mapuche. “El respeto por la naturaleza, el uso de remedios naturales, y la humildad ante todo”, señaló el referente, como características principales de su cultura.

“Los pueblos originarios no estamos vencidos, estamos vivos a pesar de todo lo que nos hicieron y seguiremos resistiendo y estando presentes”, enfatizó, aunque dejó en claro que “aún está abierta la herida, nadie se hizo cargo de la matanza que intentó terminar con nosotros”. En relación a la reciente declaración del municipio local como “intercultural”, Painefil indicó que es “un avance en la lucha por la igualdad”.  El mapuzugun está despertando cada vez más interés en gente que no necesariamente tiene orígenes mapuches, y eso “nos hace sentir vivos”, añadió.

El referente atribuyó la calificación de ignorantes que recibieron durante muchos años, a las políticas neoliberales, "que todo el tiempo intentan sembrar sus valores capitalistas", pero manifestó que esto se desmitifica cada vez más, ya que “muchas personas se acercan, buscan retornar a la naturaleza, a los consejos de nuestros sabios ancianos”.

La cultura mapuche quiere construir nuevos puentes que sirvan para llegar a una sociedad mejor, “no queremos ni podemos combatir violencia con más violencia”, remarcó y advirtió sobre la necesidad de” sacarnos las vendas de los ojos y dejar de pensar siempre que lo de afuera es mejor, porque sólo de esta manera lograremos construir un camino nuevo”. (ANB) 

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