martes 16 de abril de 2024

La violencia de género no distingue clases sociales

El tema volvió a resurgir luego del femicidio de la mujer de 47 años del barrio Belgrano. En poco más de dos años, la línea 102 de asistencia a víctimas de este tipo de maltratos, atendió más de 3600 llamadas.

miércoles 07 de octubre de 2015
Imagen ilustrativa.

Cada 30 horas muere una mujer en el país, víctima de violencia de género. Hoy una de ellas es una barilochense de 47 años, que fue golpeada y estrangulada por quien era su pareja, lo que reactivó y alarmó a la sociedad sobre este flagelo del que no está exenta ninguna clase social.

En Bariloche hay dos dispositivos municipales que trabajan para prevenir y tratar estos casos. Uno es la línea telefónica gratuita 102, que atiende llamados con consultas, pedidos de auxilio y denuncias de violencia de género. El otro es la Casa Amulén, que recibe y protege a aquellas mujeres que hayan sido golpeadas por sus parejas y no tengan dónde ir.

La titular de la Dirección de Equidad de Género, Mercedes Pietranera expresó a ANB que “nos sentimos muy consternados con este caso”. Es el primer femicidio que se conoce en la ciudad desde que funcionan estos dispositivos de contención, aunque no se debe olvidar que el 20 de noviembre de 2014 un suboficial de la Policía de Río Negro asesinó a su pareja, Laura Domínguez, y luego se suicidó, en la vecina localidad de Dina Huapi. Este hecho fue un golpe muy duro para una zona en la que no suelen suceder casos extremos de este tipo, según informó Pietranera.

Desde junio de 2013 hasta la actualidad la línea 102 recibió 3600 llamados de mujeres, de las cuales un 40 por ciento se encontraba en situación de riesgo, es decir, que ya habían sido golpeadas y maltratadas por sus parejas.

“La violencia de género no discrimina clases sociales ni edades”, sostuvo Pietranera, aunque advirtió que la mayoría de las consultas son realizadas por mujeres jóvenes y adolescentes. Para evitar estos casos, “es imperante que tomemos conciencia de las señales que nos advierten”, indicó  y añadió que “cuando un novio o marido te controla, quiere decirte cómo te tenés que vestir, con quién te tenés – o no -  que juntar o no te permite salir, son claros signos de una relación violenta”.

Pietranera explicó que además, cuentan con un sistema de “guardias” que colaboran en el circuito que implica radicar una denuncia. Cada vez que una mujer admite que es víctima de violencia, tiene que efectuar una serie de trámites en la Policía, en el hospital y en la fiscalía, “y no es fácil que los realicen solas”, sostuvo.

Luego de la denuncia, desde la Dirección de Género intentan reubicar a la víctima en la casa de algún familiar o persona cercana, pero de no ser posible, pueden refugiarse en la Casa Amulén hasta por 90 días. “La casa no recibe a muchas mujeres, porque muchas tienen dónde quedarse, por lo que esto no quiere decir que no haya violencia de género”, sostuvo la directora.

Luego de la marcha de Ni una menos, las consultas “crecieron muchísimo”, afirmó la funcionaria y señaló que esto se puede deber a “una mayor toma de conciencia por parte de la sociedad”.

Los maltratos y episodios de violencia de género no son silenciosos, “siempre hay alguien que escucha, pero muchas veces no hace nada”, se lamentó. Las denuncias pueden ser de carácter anónimo, por lo que Pietranera instó a los que sean testigos de estos hechos a que llamen para “no permitir que haya nuevas mujeres muertas en manos de hombres violentos”, enfatizó. (ANB) 

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