Una mujer se encadenó en el Centro Cívico para reclamar por su fuente de trabajo

María Rosa Painefil trabaja en el área de Servicio Social del municipio desde hace más de veinte años y tiempo atrás fue notificada que quedaría “a disposición” por “malos tratos” hacia compañeros, por lo que este jueves decidió encadenarse en el Centro Cívico para reclamar por su fuente de trabajo.

En diálogo con ANB, informó que trabajaba en el corralón municipal, pero hace alrededor de un año la reubicaron en el Club Comunitario, situado en Onelli y Osés. Sostuvo que allí fue acusada de robo por una “puntera de La Campora” en dos ocasiones.

La segunda vez que recibió esta acusación, María Rosa manifestó que no aguantó más y “le tiré con lo primero que encontré”.  Lamentó su reacción, pero dijo “no soportar” que la traten de "ladrona" después de “toda una vida de trabajo".

Hace dos meses, según el relato de la mujer, el municipio habría tomado la decisión de dejarla sin un lugar de trabajo durante tiempo indefinido, con goce de sueldo pero sin realizar sus tareas habituales.

La empleada afirmó que acudió al INADI, ya que además sufre de una discapacidad motriz, y creía que era discriminada por esto, pero "no quisieron tomar mi reclamo", aseguró.

Cargó contra el secretario de Desarrollo Humano, Andrés Luetto, por "actuar de manera discriminatoria por portación de rostro porque soy mapuche". Aseveró que la retiraron del corralón municipal porque "no tengo la cara adecuada que hay que tener para desempeñarme allí".

Painefil manifestó que continuará encadenada “hasta que me devuelvan mi trabajo” porque “vivir de esta manera no es digno para nadie”. (ANB)