viernes 29 de marzo de 2024

Una aventura maravillosa: Dos jóvenes de Bariloche recorren Sudamérica en auto

Federico y Andrés se encuentran viajando hace más de un mes arriba de una Toyota Celica. Ya recorrieron cerca de 20 mil kilómetros. Visitaron Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Señalaron a ANB que se trata de una experiencia única con la

martes 12 de agosto de 2014
Federico y Andrés, relajados.
Foto: gentileza.
Foto: gentileza.

Por Nicolás Malpede

Cuando se conocieron en plena secundaria, Federico Viegener y Andrés Carrasco nunca imaginaron que varios años más tarde se encontrarían desarrollando juntos una verdadera aventura, de esas imborrables.

Emprendieron la excursión por Sudamérica el 5 de abril pasado. A bordo de una Toyota Celica del año 1981 se dirigieron hacia Jujuy por la Ruta 40. Desde allí cruzaron a Chile, en donde recorrieron Antofagasta, Iquique y Arica, entre otras ciudades. Luego, pasaron por La Paz y Copacabana, en Bolivia, y recorrieron Perú de sur a norte, incluyendo Cusco y Machu Picchu.

Visitaron bellas zonas de Ecuador y Colombia antes de desembarcar en Venezuela, donde se encuentran actualmente. Pero el itinerario continuará. Irán a Brasil y finalmente regresarán a Argentina. Con miles de mates de por medio, hasta el momento recorrieron 18.500 kilómetros y estiman realizar cerca de 30.000.

Federico tiene 29 años y es abogado. Andrés, de 30, realiza trabajos administrativos en una empresa. Ambos viven en Bariloche y son amigos desde hace un largo tiempo. Se conocieron cuando cursaban quinto año en el Colegio Don Bosco. Desde aquella época, fueron forjando una amistad que se consolidó con el correr de los años.

Un día, hace exactamente nueve meses, tuvieron la loca idea de realizar un viaje. Con la ayuda de Internet, comenzaron a configurar el circuito, que poco a poco se fue extendiendo hasta convertirse en un recorrido extraordinario. En este sentido, indicaron que la web les sirvió para "ir viendo lugares, diagramando el recorrido y saber qué rutas tomar".

En forma paralela, se fueron contactando con integrantes de clubes de autos de diferentes países. Contaron que muchos de ellos "nos acompañan y son como guías turísticos".

Además de conocer sitios paradisíacos, el enriquecimiento personal de estos jóvenes es grande. "El viaje nos está marcando muchísimo. Es mucho tiempo, muchos lugares, miles de experiencias, mucha gente, infinidad de cosas y todas muy diversas. Sabemos que cuando volvamos a Bariloche y retomemos el ritmo habitual vamos a empezar a notar esos cambios, pero al día de hoy es difícil decirlo, porque todavía estamos en camino y sabemos que falta mucho por vivir", señalaron a ANB, orgullosos y sinceros.

Antes de llevar adelante estas "vacaciones largas", Federico y Andrés se encargaron de dejar todo organizado en sus ámbitos de trabajo para que "quienes continuaran con nuestras labores pudieran hacerlo con facilidad y no se encontraran con un caos", aclararon.

"Visitamos lugares increíbles como Machu Picchu y las Islas Galápagos. También recorrimos rutas donde el marco es extraordinario, pero lo que más nos impactó fue la gente", afirmaron.

En tanto, destacaron "la cantidad de personas que sin conocernos nos abrieron las puertas de sus casas". "Nos alojaron, nos hicieron probar comidas típicas, nos mostraron sus ciudades y mil cosas más, y todo esto sin habernos visto antes ni una vez", agregaron.

"Cada vez que nos pasó esto, a los pocos minutos ya nos sentíamos como amigos de toda la vida. Hemos conocido gente fantástica y esperamos tener la posibilidad de poder verlos pronto. Ojalá sea en Bariloche, porque nos encantaría poder recibir a toda esta gente y devolverle en nuestra ciudad un poco de todo lo que nos brindó", confiaron.

Si bien durante casi un año juntaron dinero para realizar el viaje, remarcaron que "gracias a todas las personas que hemos ido conociendo y que nos ayudaron vamos a gastar menos plata de lo que pensábamos". "Fueron muchas las veces que nos brindaron alojamiento y comida, lo que hizo que el costo baje en gran medida", aseguraron.

Asimismo, valoraron el aporte "fundamental" de un sponsor que consiguieron -una chocolatería de la ciudad-.

No todos los días estos dos soñadores están en la ruta. "Tratamos de avanzar unos cuantos kilómetros y después quedarnos un par de días en cada ciudad o pueblo, para recorrerlos por completo y ver lo máximo posible", explicaron.

"Siempre buscamos hacerlo a pie o en transporte público. Sacamos muchas fotos. También compartimos con gente del lugar", añadieron. Cuando no pernoctan en viviendas de lugareños, duermen en hostels económicos, para que el presupuesto no se les vaya de las manos.

Federico y Andrés están en Venezuela. En breve cargarán sus bolsos en la Toyota y se dirigirán a Brasil, para luego emprender el regreso a Bariloche en aproximadamente un mes.

"La idea de viajar con sólo el sentido de romper con la burbuja que nos protege, que nos envuelve, para llevar nuestras creencias y nuestros deseos hacia lugares donde se alimente de nuevas y diferentes experiencias, que crezcan y se enriquezcan, se expandan hasta horizontes desconocidos, para así cuando volvamos todo el fruto de las mismas poder volcarlo y desarrollarlo no sólo en nuestras actividades rutinarias sino también en el contacto y continuo movimiento de nuestra vida social y ciudadana. Por esto este viaje para nosotros es salir de lo seguro e ir hacia lo desconocido, autodescubrirse, romper con la estructura cultural que nos acompaña desde nuestra infancia y a partir de ahí buscar la autorrealización. Este es nuestro viaje".

El texto fue escrito por los jóvenes antes de iniciar la mágica aventura que, para su fortuna, todavía está lejos de llegar a su fin. (ANB)

 

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